– ¿Os medio liasteis en el baño? Pero, ¿Porque no has dejado que te meta la porra? – mi hermana Scarlett tan ordinaria como siempre. Aunque, pensándolo mejor... No me hubiera importado la verdad. En los baños, con riesgo a que nos pillen... SEXY.
– Ya habrá tiempo para eso. – dije mientras nos dirigimos a casa. Hoy teníamos que ayudar a la manada de Hugo a seguir las pistas de las masacres. ¡Qué divertido!
– Pero, la próxima vez, FOLLAIS.
– ¡QUE SI PESADA! – grité mientras arrancaba el coche. Al dirigirnos a casa, vi por el camino, a unos pequeños (ironía) lobos corriendo por el bosque en dirección a mi casa. ¿Tan rápido quieren llegar? ¿No puedo cargar tranquila? Es broma...
Aparqué el coche y ya estaban mis amigos vestidos y bien peinaditos para ejercer la tarea de buscar al responsable o responsables de esa atrocidad.
– Jenny, ¿Sabes que cada día estás más buena?
– ¿Sabes que te conozco tanto como para saber qué quieres algo de mi? – lo abracé tan fuerte, que su colonia perforó mis fosas nasales. – ¿Colonia Nueva? Hueles sexy.
– Gracias enana. – dijo alejándome de todos aquellos. No sé qué quería o que buscaba pero si me alejaba mucho... Malo. – Esto... Yo...
– Jack, solo puedo leerte el pensamiento cuando estás transformado, así que... O me lo dices ya, o te cabreo para leerte la mente. – dije medio riéndome.
– Hoy me he enterado de una conversación entre Hugo y su padre.
– ¿Y?
Se quedó callado, y lo peor de todo es que estaba nervioso. Intenté que me mirara a los ojos y no lo hacía.
– ¡Jack! Contéstame. ¿Qué coño está pasando?
– Dicen que se quieren ir. – dijo apenado y sin mirarme. ¿Y eso es una mala noticia?
– Jack, pensé que era algo peor. No pasa nada, tengo sangre suya para dos años, el tiempo que necesito para desintoxicarme....
– Nos tendremos que ir todos. – eso ya no me gustó nada. No se lo va a llevar ahora que el estaba conmigo. Me niego.
– ¿Sabes que puedes abandonar la manada verdad? No tienes porqué estar siempre con ellos. – dije apretando mis puños. Esto no se va a quedar así.
Sali de allí en dirección a donde estaban todos juntos, y por detrás, escuchaba como Jack intentaba llamarme para que no hiciera algo de lo que arrepentirme, pero ya nada podía pararme.
Llegue hasta Hugo y sin decir nada, le empuje provocando que chocara contra un árbol. Todos se quedaron estupefactados e incluso no sabían que hacer.
– Eres un egoísta de mierda. – dije acercándome a el. – No lo harás.
– Ya está dicho Jenny, no puedes evitar lo inevitable.
– No me llames Jenny. – dije cogiendolo por la camisa y volviéndolo a lanzar contra el árbol. – Ya no eres nada para mí, asi que no dudaré en matarte si hace falta.
Lo dejé allí tirado, dolorido y gimoteando. Mis hermanas intentaron acercarse y las aleje con un empujón, mientras que la manada de Hugo contemplaban alucinado lo que podía llegar a hacer si me tocan demasiado los ovarios.
¿Es enserio? ¿Se lo va a llevar ahora, ahora que he vuelto a verlo, a ver a mi mejor amigo? Esto es injusto, no puede hacerlo. Me hizo separarme de el, porque mi estúpido novio infringió una de las reglas más importantes y la que llevo a que mi amigo quedará indefenso. Si quiere hacerme daño, no va a volver a utilizarlo a el. Ya lo perdí una vez, no va a volver a pasar otra vez.
Cuando llegué a donde Hugo sufrió su ataque, me quedé observando como las rocas rompían en el acantilado.
Lágrimas recorrieron mi rostro y me derrumbe. Sólo de pensar en volver a separarme de el, mi corazón se iba estrechando como si alguien por detrás lo estuviera sosteniendo.
Ya lo abandoné una vez y tanto él como yo, lo pasamos mal.
– ¿Por qué tan triste? – al escuchar su voz mi cuerpo tembló y me levanté instantáneamente.
No podía pronunciar palabra. ¡Nos han encontrado!
– ¿Cómo? – fue lo único que pude pronunciar, ya que mi garganta se habia secado completamente.
– Deberías de cuidar mejor tus espaldas. Te has descuidado con el tiempo, ¿No crees? – me miraba de refilón, así que... Y en ese mismo instante, alguien intento cogerme por la espalda, pero en un abrir y cerrar de ojos, el sujeto acabo en el suelo y su corazón en mi mano.
– No me habré dado cuenta de algunas cosas pero... Los dotes de defensa no los he perdido. – apreté el corazón en mi mano, haciendo que la sangre corriera por ella y precipitándose en el suelo.
Y en ese mismo instante, mi campo de visión desapareció y se volvió todo negro. Tenía un dolor agudo en la cabeza y no podía abrir los ojos.
Sentí como mi cuerpo era manipulado y trasladado a algún lugar. Me trasladaban con delicadeza hasta que de repente paramos.
Tenía algo de miedo, no podía ver nada ni escuchar nada. Hasta que la luz se hizo, cegándome completamente.
Me encontré en un sitio iluminado, una habitación algo llamativa para mi gusto.
Intenté moverme pero no podía, mis manos estaban atadas con cuerdas, y al notar el escozor al moverme, supe que se trataban de las cuerdas favoritas de Nick.
– Bienvenida a casa, señorita Turner. – dijo adelantándose hasta quedar en frente de mi, para ver la satisfacción de volver a verme
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Lágrimas de Sangre
Teen Fiction¿Vampiros y hombres lobos conviviendo? Esto es una broma de mal gusto. ¿A qué no suena creíble? ¿Realmente es verdad? _Aviso_ Esta novela puede tener faltas de ortografía o palabras que falten, si os va gustando por fav...