Miro desde mi oficina como Demien sale timbrando su turno y se despide de los empleados.
-Mi celular.
-Ohh, lo olvidaba. -saca de su bolsillo y sonríe estrechándomelo. -Lamento habértelo quitado, pero es el trabajo, hermosa.
-Gracias -hablo agarrando mi celular.
-Nos vemos mañana -dice sonriendo. Ignoro sus palabras viendo el número de mensajes y llamadas de Axel y agarro mi bolso.
-¿Dónde vas?
-Mi hora de trabajo ha culminado. -timbro y agarro mi abrigo.
Escucho los pasos de Demien a mi lado y bajo las escaleras con el pisando mis pies. Agarra mi brazo y me asusto.
-Suéltame..
-No soy él malo, no quiero huyas de mí.
-Déjame ir, Demien.
Sus brazos disminuyen su agarrare y lo esquivo corriendo de prisa. Mi corazón bombea con intensidad y es que después de lo ocurrido lo menos que quiero es estar cerca de él. Mi celular vibra, pero no contesto porque sé que Axel debe estar esperándome fuera del edificio. Miro las intenciones de Demien por el reflejo del ascensor en las escaleras y esquivo su brazo; su cuerpo se sacude hacia adelante y choca con la pared del frente.
Lo miro desde el último escalón y salgo a seguridad para buscar a Axel con la mirada. Está fuera del vehículo con los brazos cruzados y con un terno que le queda a la medida. Camino mirando el semáforo en rojo y al percatarse que voy donde él, camina hacia mí.
Me acerco y abrazo su cuerpo mientras él huele mí cabello.-Que linda manera de recibirme, Cristel. Puedo acostumbrarme a esto.
-Yo también -hablo riendo y Axel me sigue. Pide que lo mire y agarra mis mejillas.
-Sólo un poco más, Cristel. Lo prometo -dice eso y no entiendo a qué se refería. Asiento y me lleva de la mano al auto.
-Hola Julio -saludo al chofer.
-Un gusto verla. Buenas tardes, Miss Hoffman.-Al Fleisch und Knochen, Julio. - dice mirando por la ventana en una señal molesta. ¿A quién vio?
-Con gusto señor.
-¿Es nuevo?
-Sí, es un restaurante de carnes a la parrilla y platos internacionales.-Suena interesante.
-¿Todo bien? Te noto distraída.-Yooo....
Díselo, Cristel. Por callar lograste que cosas malas hayan pasado.
-¿Qué pasa? -exclama preocupado.
-Sólo, podemos conversar en el restaurante.-Sí, siempre sí.
Me atrae a su cuerpo y recargo mi cabeza en su pecho. Axel pasa su mano por mi hombro y lo soba causándome una sensación de relajación. Suspiro cuando repite la maniobra y él ríe.
-Señor, estamos por llegar.
-Julio, puedes irte a casa. Déjame él vehículo y llama un taxi para ti. Planeo pasar la noche con Cristel.
-Con gusto, señor.... y sí me permite, es maravilloso verlos juntos de nuevo.
Me sonrojo ante las palabras de Julio y miro a Axel, el sonríe y dice:
-Es el destino, Julio. No nos quiere ver separados.
El carro se detiene y mi puerta se abre. Bajo con cuidado y Axel está ya a mi lado con la mano en mi espalda. Nos guían a una mesa exclusiva del lugar y me admira ver que no es tan elitista como pensaba, es delicado con un toque fino, pero más clásico, para un público de clase media.
Axel nunca me llevaba a esos lugares, él siempre tenía que ir a un lugar extremadamente caro.
Es pasado.
Lo es.Miro la decoración y todo me admira. Es color salmón y café claro, tiene algunos dibujos de vacas, toros, cerdos y sus huellas en algunos lugares.
Nos extienden el menú y Axel abre sólo uno para los dos.
-¿De qué tienes ganas?
-No lo sé. Algo nuevo, supongo.
Axel empieza a leer los platos y al final me decido por un cordero con ensalada fría y Axel opta por algo más grande y elije unas costillas de cerdo.
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2. Miss. Hoffman®
RomanceOBRA REGISTRADA: 1801135370407 Segunda parte de Mrs. Lehner, debes leer la primera para seguir. Dos cosas pasaron ese día. La vida les puso la prueba de separarlos, lo que nadie supo es que también los volvió a unir. Ahora, 18 meses después, cuando...