19. Progresando

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Beso los labios de Axel y éste no deja de verme, sé que luce un poco inquieto e intranquilo, pero me ha dado su confianza y no pienso defraudarlo. Él quiere viajar conmigo, pero comprendo y su empresa también lo necesita. Yo lo necesitaré en estos días que cuentan cómo una semana, pero no se sabe todavía.

Lo abrazo y beso y boca por última vez. Me alejo despacio y suelto su mano. Mi hermano me espera porqué viaja con nosotros y é también luce triste. Sé que Lily y Kilian han estado conviviendo seguido y a pesar de que mi amiga se queda al cuidado de una enfermera de confianza, es imposible no sentirse mal por eso.

Caminamos indicando nuestros pasaportes y la revisión adecuada. Son apenas algunas horas las que demoramos en llegar y luzco cansada, la mala noche se hace presente. Al principio no podía dormir porque me preocupaba lo que Pablo nos ha dicho, al pasar el tiempo Axel se dio cuanta y lo que empezó con una suave caricia terminó en algo más placentero. No dormimos hasta las tres de la mañana y bueno, en dos horas más ya estábamos alistado todo para mi viaje.

El hotel luce tranquilo, por lo que solo tenemos una reunión y nos alistamos para el día de mañana. Ese sí que será duro, es la primera gira de medios. Alisto mi habitación mientras observo un canal de comida y decido llamar al hombre de mi vida. Aparece en pantalla y mi corazón late a mil.

-Hola -saludo tímida.

-Luces hermosa.

-Toda cansada y ojerosa, supongo -afirmo riendo. Axel ríe y observo su rostro con un tenue malestar. Mi teléfono anuncia mi baja batería, pero veo y puedo seguir en la llamada por unos cinco minutos más o menos-. ¿Todo bien?

Sus ojos parecen tristes y asienten.

-Axel, puedes decirme cualquier cosa.

-No es nada.

-Axel...

-Lo siento -dice con la mano en la frente-. Siento ser un desconfiado, pero no puedo. Mi mente maquina muchas cosas. Quiero decirme que no hay nada malo y que buscas cumplir tus sueños, pero me es imposible -su voz sale como un susurro. Él está luchando contra sus inseguridades y eso me tiene mal. Me quedo intranquila y extiendo mi mano.

-Me tienes, nunca podría herirte.

-Lo sé, pero....

-Sé lo que ellos hicieron con tu confianza, pero no soy así, Axel. No cuando el único hombre por el cual mi corazón late, es por ti.

-Quiero hacerlo. Lo intento, pero es mayor que yo mismo.

-¿Sabes cuál es la diferencia entre Ebba y yo? -pregunto con mi pecho a punto de explotar. No puedo creer lo que estoy a punto de confesar.

-¿Cuál? -pregunta con intranquilidad. Sus ojos lucen un poco sollozos y puedo asegurar que su pierna no deja de moverse de la desesperación.

Tomo aire.

-Que yo te amo -menciono en voz alta y él me mira indescifrable. Respiro y mis ojos se conectan con los de él-. El que ama no lastima.

Veo como intenta decir algo y luego la pantalla de mi celular sale negra.

Recargo mi cuerpo en la almohada de la cama. ¿De verdad me espere el momento menos indicado para decirle que lo amo? El momento en el que los dos estamos a millones de kilómetros.

¡Felicidades Cristel!

Golpeo con fuerza mi almohada y cierro los ojos. Sus pupilas negras me ven desde mi imaginación y no puedo negar cómo mi corazón se acelera. Esto no está bien, Axel ha sido el único que logra hacerme tan feliz. Él es el único, mi vida entera.

2. Miss. Hoffman®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora