Observo al hombre casi idéntico a Axel, solo que de ojos avellanas y piel bronceada. La niña que yace agarrando mis manos no deja de sonreír y eso parece molestar a su padre.
-¿Qué haces aquí, Pablo? -Axel luce molesto.
-¿No puede visitar a mi hermano?
-Creo que nuestra relación no es la mejor.
-Tu sobrina quería verte.
-Yo pensé que mi tío estaba solito y con la otra novia mala. Tú eres la mejor tía del mundo.
-¡Cristal!
-Ella es mi amiga, papi -dice inocente la niña.
-No ella no es tu amiga. Es una mala persona.
Lo regreso a ver molesto y Axel gruñe, pero sé y se guarda su ira por la presencia de la pequeña.
-Vete de mi casa, no permitiré que hables así de la mujer que está a mi lado.
-No puedo creerlo, de verdad que no puedo creerlo. -Pablo luce enojado, irritado y no deja de verme con rabia.
-Vámonos, Cristal.
-Pero, papi...
-¡Vámonos! -La niña se asusta por el rito y de inmediato sus ojos se ponen llorosos. La atraigo a mi pecho y ella solloza con fuerza.
-Yo no me quiero ir...quería visitar a mi tío -hipa e hipa entre cada lloro.
La levanto a mi pecho y enrolla sus piernas mientras camino con ella a la cocina. No es hasta estar ahí que la puerta se cierra con fuerza; Axel debe estar hablando con él y por la forma que azotó la madera, está molesto.
>>Quiero quedarme contigo.
-Tranquila, bonita. -La coloco en la encimara y abro la nevera para sacar jugo de naranja y estrecharle para que tome. Ella me sonríe y bebe el néctar con gusto. Luego de limpiar sus lágrimas la bajo de ahí y me da la mano. Camina viendo cada detalle de la casa de su tío y la llevo al balcón mientras miramos la cuidad, claro que ella está arriba de una silla y yo la sostengo; protegiéndola de todo.
-Todo se ve pequeñito desde aquí.
-Lo es. Pero cuando bajamos, estamos igual al resto.
-Mi papi tiene un departamento, pero es pequeño, porque dice que cabemos muy bien los dos.
-Sí, porque son solo dos personas.
-Como ustedes, y cuando tengan un bebé será más grande, porque lo bebés usan mucho espacio.
Sonrío por la idea de ella y niego. No creo y los dos estemos preparados para tener un bebé.
-No vamos a tener un bebé.
-¿Por qué? Yo quiero un primito para jugar.
-No, un bebé es una gran responsabilidad y bueno, representan gastos, malas noches, y aunque sea hermoso, no creo y esté en nuestros planes.
-Pero si es así de pequeño. -Hace una seña con sus manos-. Es como un muñeco. Quiero un primito, por cierto, ¿Cómo se hacen los bebés?
-Esa pregunta no debe ser respondida Cristal Lehner.
Regresamos a ver a los dos hombres parados a mi frente y ella se apega más a mí, como señal de defensa.
>>No estoy enojado, hija, solo...., lamento haberte gritado. -Su cabeza sale de mi cuello y ríe.
-Me quedaré con mi tío y Cristel. -Su padre aprieta la mandíbula y niega.
-No lo harás, nos vamos a casa.
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2. Miss. Hoffman®
RomanceOBRA REGISTRADA: 1801135370407 Segunda parte de Mrs. Lehner, debes leer la primera para seguir. Dos cosas pasaron ese día. La vida les puso la prueba de separarlos, lo que nadie supo es que también los volvió a unir. Ahora, 18 meses después, cuando...