2. Miss. Hoffman®

Final

Camino por la calle mientras observo los anuncios de nuestra campaña. No puedo creer que mi imagen sea muy vista por toda la cuidad que me vio crecer. Tranquila me siento en una de las cafeterías mientras espero la llegada de mi amiga. Casi tres meses desde que no hemos podido tener un momento a solas. Con Kilian a su lado es casi imposible tener un espacio con ella, mi hermano es como el novio sobreprotector. Estoy segura que Lily está cansada de su sobreprotección, pero aun así lo quiere. Mi amiga está bellísima con su gran abdomen, además de que sus mejillas tienen más color y brillo.

Ella se sienta en medio de la silla y y no puedo dejar de tocar a mi sobrino.

-¿Cómo estás?

-Enorme y con hambre.

-¿Qué quieres comer?

-Un pastel y un milkshake.

-Yo quiero un pie de limón y un té.

Comemos mientras vemos las hojas de los arboles adornar el parque por el fuerte otoño de la temporada.

-¿Cómo vas con Axel?

-Bien, estos meses juntos han sido encantadores. Me gusta vivir con él.

-¿Tus estudios?

-Bueno, estoy en eso. Me tiene muy cansada, pero hago lo mejor que puedo.

-Serás la mejor en todo, eres inteligente amiga.

-Gracias, Lily. También tu ayuda me ha servido demasiado, gracias a tí tengo un trabajo que lo hago con gusto.

-A mí me gusta saber que ayudaste de corazón para que mi empresa progrese, aun no me lo creo. Mi campaña ha salido a flote, estamos en todos lados.

-Es porque es el resultado de todo el esfuerzo.

Ella engloba una sonrisa.

-Tú también conseguirás muchas cosas -dice eso y la noto extraña.

Continuamos comiendo en una cita que mi Lily ha planeado. Salimos a comprar algunas mudadas para nuestro Isaac y compro algunas cositas para ese pequeño angelito.

-¿Por qué no me dejas pagar?

-Porque no, es mi sobrino. Lo consentiré.

-¿Cuándo diré eso de ti?

Me para en seco y muevo la cabeza. Ese tema no es topado por Axel ni por mí, creo que a los dos nos asusta mucho la idea. Un hijo es una gran responsabilidad.

-He, mejor dime si ya tienes preparada su habitación.

-Kilian está armando su cuna, pero lo veo negro, yo le dije que si no está hasta mañana le diré al empleado de la tienda que venga y lo arme el mismo.

-Suena lógico.

Camino con ella hasta ir a su coche y la dejo en el copiloto mientras conduzco. Acabé de sacar mi licencia hace una semana y estoy ahorrando para un vehículo. Llegamos a su casa y la dejo sana y salva dentro de su habitación.

-Suerte.

-Igual, linda.

Bajo las escaleras y me arreglo en el baño de la recepción. Axel me invito a cenar los dos juntos y trato de llevar algo cómodo y bonito. Agarro un taxi y le espero en uno de los restaurantes más exclusivos de la cuidad. Uno de los guardias me mira y enseguida se pone recto.

-Cristel Hoffman.

-Sí -admito desconocida.

-Pase.

Mi corazón se acelera. Entro despacio y el lugar está vacío. El restaurante luce de un color rosa pálido y plateado. No pudo creer que Axel hizo esto por nosotros. Camino agarrando las bellas flores decorativas y las cadenas brillosas que descienden del techo. Desde el patio está alumbrada una especia de carpa pequeña con brillantes focos de color blanco. Observo la silueta de Axel, él está ahí, con su típico traje negro. Camino arreglando la falda de mi vestido blanco y me abro paso por las piedras que alumbran el camino.

Mis ojos se conectan con los suyos y mi respiración se para. Me coloco a su lado y antes de que diga algo, sus labios se estampan en los míos. Saboreo él dulce néctar de su piel y las luces se apagan. Nos quedamos a oscuras y él se aleja de mí. Siento cómo pequeños foquitos alumbran sólo el lugar de los dos y mi vista baja al suelo, donde Axel descansa en una sola rodilla. Llevo mis manos a la boca cuando una pequeña rosa me la extiende y en medio de ella.....un anillo.

-Axel....

-Quizá tuvimos demasiados errores, pero yo creo en las segundas oportunidades y sobre todo. Creo en ti. Te amo y sé que no puedo pensar una vida sin ti a mi lado. Solo quiero saber si en tus pensamientos también radica esa misma idea. Entonces, Cristel. ¿Te casarías conmigo?

Mis ojos se vuelven agua y mi boca tiembla.

-Síí..

Axel agarra mi dedo y un hermoso anillo combinado con el color de la decoración entra en mi dedo. Axel se levanta y estampa sus labios en mi boca, ni siquiera puedo hablar. Siento cómo millón de aplausos resuenan y observo cómo mi familia sale de los alrededores con una vela en la mano. Axel me atrae a su pecho y una la de fuegos pirotécnicos salen del lugar, convirtiendo a la noche, en la mejor de mi vida.

Observo mi anillo y Axel besa mi frente.

-Mrs. Lehner, de nuevo. Está vez será diferente mi hermosa Cristel. Serás la dueña de mi corazón, te entrego mi amor con él. Quiero que ahora tú lo cuides.

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No se vayan de mi lado. Falta el epílogo, pero espero tenerlo para el fin de semana. Espero leerlas / los.

Muchos besos.