Lily agarra mi cabello mientras yo aún sigo sorbiendo mis lágrimas. Me levanto viéndola y ella me da un abrazo.
-No te vas a quedar toda la vida esperando una mierda de él. Tienes que salir adelante, que él no sea un impedimento para ello.
-Siento que aún lo quiero.
-¿Y? eso te hará más fuerte. Ahora solo quiero que te tranquilices y por una vez en tu vida pienses en ti misma y en lo que puedes hacer. Ya no más lloros, empieza a sonreír y salir adelante, necesitas amar y Axel no es el único candidato.
-Pero....
-Ah, nada de peros. Es tú Cumpleaños en unos días y debemos celebras. Basta de llorar y vamos a comer.
-Aun con todo esto, logras sacarme una risa - hablo mientras la ayudo a levantarse e ir a la mesa.
Cenamos riendo alborotas por las ocurrencias de mi amiga y llevamos el postre a la cama.
-Siento que voy a engordar - digo mientras cómo.
-Un poco más de grasa, un poco menos, qué más da.
-No se supone que en tu trabajo eso está como vetado.
-En mi antiguo sí, ahora que soy la jefa trato de que las chicas se cuiden, pero no se priven de ningún alimento. Es feo hacer esas dietas extremas.
-De acuerdo. Me parece.
-Soñé que tenía un niño y ahora esa loca idea no sale de mi cabeza.
-¿Un niño? Que emoción - menciono feliz.
-Sí, bueno es algo raro, pero lo siento Cristel. Un niño, puedes creerlo un príncipe en mi vida.
-Lily...
-¿Sí?
-¿Quién es el padre del bebe?
Se tensa y me evita.
-Nadie.
-Lily...
-Nadie, no es nadie.
-¿Él lo sabe?
-No y nunca lo sabrá. Mi hijo me tendrá a mí y eso es más que suficiente.
Decido no preguntar más, sé que para mi amiga esto es más que difícil y no quiero y ella se sienta presionada por mí. Por ahora soy feliz sabiendo que tengo un sobrino.
******
Veintidós de abril y camino por las calles de mi cuidad mientras busco un lugar para tomar un café. El trabajo me tiene a full y necesito relajarme, no quiero comida solo sentarme un rato con una taza de cafeína y relajarme.
Camino a la mesa mientras pido algo liviano con que acompañar mi bebida. Nada del otro mundo, un pie de limón.
Agarro un periódico mientras espero la orden y lo leo. Una sombra se posa a mi frente y bajo el papel.
-¿Me puedo sentar aquí?
-Demien - río - claro que sí.
Se acerca a mí lado y me ve.
-Creí que estabas en una reunión.
-Salimos a un receso y lo que menos quería era almorzar. Un poco de café siempre ayuda.
-Lo sé - hablo ayudando al chico con nuestras cosas.
-¿Cómo has estado, linda?
-Bien, un poco estresada, pero bien.
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2. Miss. Hoffman®
RomanceOBRA REGISTRADA: 1801135370407 Segunda parte de Mrs. Lehner, debes leer la primera para seguir. Dos cosas pasaron ese día. La vida les puso la prueba de separarlos, lo que nadie supo es que también los volvió a unir. Ahora, 18 meses después, cuando...