Miro como Axel habla con su abogado y recargo mi cabeza en medio de la ventana, me sacó de ese lugar, ya no podía llorar mucho más.
El carro se parquea en una de las avenidas de departamentos y casas en conjunto. La puerta corrediza se abre y entramos ahí.
-¿Dónde estamos?-En mi casa - dice tranquilo.
Me lleva de la mano al ascensor y pulsa el último botón. La vista de la cuidad es lo primero que diviso, es hermoso, llegamos al piso treinta y un hermoso penthouse me recibe. La decoración es negra y azul y es súper amplio, tiene un sala que bien puede ser mi departamento con muebles de cuero y adornos iguales, la cocina está distribuida de manera igual y es amplia con una encimera grade y un comedor de lujo. Tiene un área de juegos y otra de relación con vista a la cuidad. Además de algunas habitaciones.
Me lleva de la mano a la cocina y abre la refrigeradora, una bandeja en papel aluminio sale de ahí y la agarra para destaparla y calentar la comida en el microondas.-¿Vino?
-No, solo ¿Qué hacemos aquí?-Mi abogado viene en camino, esto se sale de las manos, ese médico no se saldrá con la suya.
-Creo que es imposible.-Oye - dice al lado mío. - Lo resolveremos, ¿de acuerdo?, no estás sola. Me tiene a mí y yo no dejaré que nadie esté por encima de ti.
Asiento con mi cabeza y besa mi frente, abro mis brazos para recibir su abrazo y escondo mi cabeza en su cuello. Axel ríe mientras lo sostengo con fuerza su cuerpo.
El pitido del microondas nos hace separar y desde el taburete veo como empieza a servir la comida. Admirada veo cada movimiento, sonrío.
-¿Qué es tan gracioso?-Es que tú..., nunca antes te vi hacer eso.
-¿Servirme la comida?-Sí, es sorprendente.
-No seas exagerada...., no es para tanto. - trae los platos con él y se sienta a mi lado.-¿Jugo de maracuyá o agua?
-El jugo está bien - sirve dos vasos y me pasa los cubiertos.
-Es Codillo de cerdo, Maite lo preparo.-¿Maite? ¿Ella está aquí?
-No, ella tiene su propia casa, ahora.
-Vaya....
-Come, quiero verte hacerlo.
Agarro la cuchara y degusto encantado el plato. ¡Es delicioso!
Acabo sin reproches la comida, levanto mi mirada y Axel está con sus ojos clavados en los míos. Me ayuda a bajar de la silla y la puerta suena.
Un señor de unos cuarenta años con barba y de gran contextura entra y saluda.-Soy el abogado, Matew Rolland.
-Cristel Hoffman - saludo.
-Bien, Matew ya te conté lo que ha pasado, ¿Cómo podemos solicitar el cambio de siquiatra?
-Axel, la corte asigna un médico que está al cargo del caso de, Cristel. La solución sería pedir una solicitud de cambio, pero sin evidencia es casi imposible. - me mira. - Miss. Hoffman ¿ Ha firmado las actas de cumplimiento?
-Sí, bueno las últimas no, porque sabía que Demien...., se supone que era mi amigo.
-¿Alguien sabe o ha sido testigo de sus citas médicas?
-No de todas, a veces lo hacíamos después del horario de trabajo. La otra secretaria puede ser testigo clave.-Bien, el médico puede dar parte a la jueza, podemos refutar acerca del comportamiento del médico y podemos decir que no te sientes bien con él como siquiatra. Podemos tramitar el cambio.
-¿Lo podemos hacer?
-Sí, ahora bien sobre el tema del contrato laboral debo leerlo detenidamente.
-Lo tengo en mi casa, lo podría enviar escaneado.
ESTÁS LEYENDO
2. Miss. Hoffman®
RomanceOBRA REGISTRADA: 1801135370407 Segunda parte de Mrs. Lehner, debes leer la primera para seguir. Dos cosas pasaron ese día. La vida les puso la prueba de separarlos, lo que nadie supo es que también los volvió a unir. Ahora, 18 meses después, cuando...