El niño pequeño

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En la mañana, Alexandra se fue al valle para despejar su mente lo mejor que pueda. Han pasado muchas cosas desde entonces. Tanto emociones como sucesos inexplicables que nadie podría dar como verdadero o real.
Dana estaba a su lado mirando al horizonte al igual que ella. Había un silencio cómodo como el caudal de un río en su máxima sinfonía.
Todo era paz y tranquilidad hasta que las dos escuchan un ruido de las ramas y una maldición en lo bajo, que más bien sonó como un gruñido.
Alexandra se levantó y apartó las ramas y divisó a un niño de siete u ocho años. Su pelo era de color Rubió miel y sus ojos marrón claro. Ella sonrió y él niño intentó correr pero esta lo cogió y lo llevó a la torre.
-Déjame ir... No he hecho nada... Te lo suplico!
Ella volvió a sonreír.
-Yo tampoco voy hacer nada. Soy Alexandra y si te dejo aquí te esperáis sin darme explicaciones
Él gruñó en lo bajo y suspiró pesadamente.
-Me llamo Pablo, y he venido solo por curiosidad
-Sabes que la curiosidad mata al gato
Él asintió y entraron en la torre.
Los dos fueron escaleras arriba hasta el despacho de Jonás y Salamandra.
-¿Pasa algo, Alexandra?
Ella se encogió de hombros y señaló al pequeño que se ocultaba detrás de la joven.
-No temas, Pablo, son buenas personas
Él se asomó personal instante volvió a estar detrás de la muchacha.
-Tienes dones en la magia
-No lo sé, pero le he cogido cariño, además algo de él me llama la atención, pero no puedo saber esactamente el qué
-Entiendo, pero debes llevarlo de nuevo al pueblo
-No!-saltó poniéndose a la defensa-No quiero volver, me tratan mal
Alexandra miró con puchero a sus maestros. Salamandra suspiró pesadamente y asintió sonriente.
-Ven Pablo, te voy a enseñar la torre
-¿Este será mi hogar?
-Sí, por el momento claro
Él sonrió y ella se dirigió hacia las almenas en dónde estaba Fenris mirando al horizonte, como lo hacía habitualmente.
Ella entró y él al instante se volvió y posó sus ojos en el niño.
-Él es Pablo, lo he encontrado en el valle perdido. Dice que no quiere volver porque lo maltratan y Salamandra y Jonás le han dejado quedarse por el momento-le explicó Alexandra a Fenris-Él es Fenris, uno de mis maestros y es un elfo-le contó al pequeño
-Bien, pues ahora te tocaba el examen del libro del agua, si mal no me equivoco
Ella asintió y se teletransportó a la biblioteca, en dónde Conrando e Iris estaban. Ella le explicó todo a ellos y les dejó al cargo del muchacho.
***
Alexandra pasó la prueba y se fue hacia donde estaba Pablo. Este estaba jugando con Iris en el patio. Allí también se hallaba Dana que sonrió al verla con la túnica azul.
Pablo fue a abrazarla y esta le correspondió al instante.
-¿Has ido a cambiarte de túnica?
-Algo así
Los cuatro rieron y allí apareció Salamandra y Jonás junto a Conrando.
-Valla parece que el muchacho ya se ha acostumbrado al sitio
Él asintió con pilas a cien y Conrando sonrió al verle tan animado.
-Alexandra tenemos que hablar contigo
Ella asintió y se fueron a una parte más despejada, a fuera de cualquier oído curioso o malvado.
-Ya sabemos cómo va a ser ella proceso de la maldición y qué te pasará
Ella asintió para que prosiguiera y así lo hizo.
-Bien, pues cuando las dos lunas se juntan dos personas también lo harán y tú eres una de ellas
-¿Todavía ni se sabe de la otra persona?-preguntó interrumpiéndola
Ella negó y prosiguió.
-Después tú te convertirás en aire. En un espíritu atrapado en mundos diversos, después de eso te harán una prueba a la que nadie a sabido responder bien, yo no sé cuál es pero sí sé que es muy difícil. Si la apruebas volverás, pero olvidarás todo y si no la apruebas te quedarás como una sombra en su laberinto sin retorno
Ella se estremeció al igual que los demás. El laberinto de las sombras no era algo fácil de salir pero probablememte el destino de cumplirá y ella no tendrá más opción que seguir con su meta y superar esa prueba que la tiene la mayor parte de la vida encerrada en una cápsula sin salida.

Crónicas de la torre y el misterio de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora