Crónicas de la torre y el misterio de la luna

La oscuridad

Garm intentaba concentrarse para no volver a desmayarse, pero cada vez veía todo muy borroso y dando vueltas, hasta que siente desvanecerse.
De nuevo estás desmayada, y de nuevo estaba viendo cosas que podría ser una ventaja o una encrucijada.
Garm se encontraba en una ciudad en ruinas, y eso le entraba curiosidad y miedo a la vez.
Fue caminando con sutileza por los alrededores de la cuidad hasta que llegó a una sala más o menos conforme dentro de una de las más grandes casas en ruinas de esa ciudad.
En la gran sala estaba esa esfera de poder negra que la llamaba.
Garm andaba hacia este poder en contra de su voluntad, pero se escuchó pasos y hechizos, y de nuevo divisó a ese mago joven protegiendo ese poder pero desapareció mientras se desvanecía, después sombras, muchas sombras intentaban alcanzar ese poder pero también desaparecían desbaneciéndose.
Garm desesperada intentó correr pero cada vez se acercaba más a ese poder y al final acabó tocándolo y de repente todo se tornó blanco y cegante, y después despertó. Abrió los ojos viendo a Goth sujetándole, todo había pasado tan rápido, que no le dio tiempo a comprender nada.
-¿Estás bien?-preguntó el elfo-lobo algo preocupado
-Sí-sí
En realidad, ella no estaba segura de  lo que pasaba pero sus ojos se posaron en ese poder y se extremeció de punta a punta, apartándose de este lo más rápido posible.
-Es el poder, la está dominando-surgió Goth, sin embargo nadie le contradijo
-A nadie le deja acercarse a este poder, pero ella, a ella la está llamando-completó Kai mirando preocupado a Dana
-Yo no lo quiero ¡Destrúyalo!
-No podemos, es imposible
Garm echó a llorar y Nawin la abrazó reconfortante mente pero Garm de nuevo empezó a dolerle la cabeza y le susurraban en está:
-Ve a mí, tú puedes controlarme, soy parte de ti y tú parte de mí, los dos debemos estar unidos, los dos podemos ganar y conquistar a todos, un poder para tener todos controlados
-¡NO! ¡No, déjame en paz!-gritaba la joven mientras intentaba que la voz se esfumara, hasta que por fin se fue y todo se llenó de humo rojo y azul, similar a lo que sucedió con Alexandra
-Garm, debes calmarte y contarnos qué está pasando
-Ese poder me llama, quiere tener a todos controlados, me quiere bajo su mandato y a su derecha como aliada, quiere más poder quiere mi poder quiere el poder de todos, me tiene en recuerdos del pasado, en hechizos muy poderosos que nadie sabe, quiere que se lo rebele quiere el fin de todo lo que conocemos
Todos se quedaron se piedra mientras Garm decía todo aquello a medida voz, casi como un susurro.
-Debemos irnos de aquí, esto le hace mal a Garm-sugirió Fenris a lo que todos asintieron
-Kai y yo nos quedamos, no nos podemos ir, nosotros somos quienes protegemos el poder-dijo Dana y todos salieron de allí
Goth cargaba a Garm que estaba fría y pálida como un hielo, parecía ausente como si estuviera muerta o en otro lado, en otro espacio.

Escritora: Sé que he tardado de escribir, aún tengo algunas que no sé cómo continuar, pero lo estoy intentando a pesar de los malditos y condenados exámenes
Fenris: No es par tanto
Escritora: Claro, como solo tú tenías cuatro exámenes y puedes esperar dos años para hacer cada examen, como es tan fácil para ti, yo tengo como cinco cada mes o mejor dicho cada tres semanas y porque todavía no ha llegado el examen trimestral
(Fenris suspiró algo impaciente, en serio, este elfo es bipolar)
Fenris: Puedes probar a tranquilizarte
Escritora: Lo intento, pero podría conseguirlo si alguien no me estuviera haciendo cosquillas o poniéndome arañas
Fenris: Es divertido
Escritora: Lo que tú digas. Bueno espero que os haya gustado el capítulo de hoy y... Fenris no me repitas
Fenris: Has dicho que nada de cosquillas y arañas no nada de repeticiones
(Voy a matar a este elfo, estoy harta de él. Me lancé a él lo eché a fuera de mi casa y que se las apañe pero cuando cerré la puerta y me giré vi al elfo delante mía, condenado hechicero. Ahora empezó hacerme cosquillas, estoy deseando que se valla de aquí)