X- Capitulo

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Me remuevo un poco y me aferro fuertemente lo primero que encuentro a mi lado, es algo cálido y es imposible resistirse, así que coloco mi cabeza encima y con mi brazo lo envuelvo fuertemente, envuelvo una pierna al rededor, suelto un suspiro de sastifacción y vuelvo a caer en la inconciencia.

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Luz golpea mi rostro y empieza a estorbarme, intento removerme porque siento un poco de calor pero algo esta tanto aferrado a mi como yo lo estoy a él, me niego a abrir los ojos ya que me siento tan cómoda, siento que liberan mi cuerpo pero un frio repentino me envuelve, asi que me aferro mas fuerte y vuelvo a suspirar complacida.

Estoy volviendo a quedarme dormida cuando siento una dulce caricia en mi cabello, luego al rededor de mi cara para luego desplazarse al brazo izquierdo del que esta aferrada al único ancla que permite sentirme segura, una dulce y cálida sensacion sacude mi cuerpo y suelto una risita y un suspiro de sastifaccion.

-Kristen...- escucho una ronca voz varonil y delicada.

<<A caso he muerto y ahora estoy en el cielo rodeada de sexys Angeles...?>> me cuestiono mentalmente.

-Sabía que soy guapo, pero aun asi, gracias por recordarmelo y aún mejor por compararme con un Angel...- dice esa misma voz y abro los ojos de golpe.

<<Definitivamente he pensado en voz alta>>

-Sí, lo habías pensado en voz alta- me dice esa misma voz.

<<Joder>>

Lo primero que veo es una habitacion pintada de azul pálido y techos blancos, esta algo iluminada por la luz de la mañana, me doy cuenta de que a lo que estoy tan aferrada tanto de brazos y piernas como una garrapata es un cuerpo levemente bronceado y bien marcado por unos abdominales muy marcados, lenta y vergonzosamente levanto la vista de ese muy trabajado abdomen hasta encontrarme con un par de hermosos y brillantes ojos color avellana.

Rapidamente desenvuelvo mis brazos y piernas y me levanto como un rayo de la cama, en segundos estoy contra una esquina viendo con mis ojos bien abiertos al desconocido al cual seguramente habia estado asfixiando, el chico ya no sonrie, ahora me observa confundido, se levanta de la cama y empieza a acercarse a mi.

-No te acerques- advierto con voz temblorosa, el chico se detiene y alza las manos en señal de que no esta tratando de hacerme daño -Quien eres y que hago aqui?- pregunto, mi voz sigue sonando temblorosa.

-Soy Jayden O'brien, ayer estaba dando una vuelta y te vi cerca de lanzarte al río, te he salvado, habias llorado tanto que te desmayastes en mis brazos, no sabia donde vivias asi que te he traido a mi casa- dice y sin ninguna compasión empiezan a pasarse imagenes del dia anterior por mi cabeza, es tanta la presión que tengo que empiezo a sollozar y caigo de rodillas al suelo, coloco una mano en mi pecho, siento que este se desgarra tan dolorosamente que lucho por conseguir aire.

-Kristen, respira porfavor- dice Jayden acercandose a mi y me toma de ambos lados de mi cara mientras yo sigo luchando por aire, intento alejarlo pero él me toma mas fuerte -Mírame- me pide y yo lo hago -Concéntrate en mi, trata de tomar respiraciones pausadas y no entres en pánico- me dice, yo asiento y empiezo a hacer lo que él me ha dicho, poco a poco empiezo a recuperarme.

-Gracias- le digo, él sonrie tranquilizadoramente y me abraza, al principio me quedo estática pero poco a poco lo rodeo y entierro mi cabeza en el hueco de su cuello, no se cuanto tiempo pasamos asi pero el silencio es interrumpido por el rugido que emite mi estómago, me sonrojo violentamente.

-Ven, vamos a desayunar- dice Jayden tomándome de las manos ayudandome a levantarme, salimos de la habitación, bajamos por unas escaleras y nos dirijimos hacia una cocina hermosamente amueblada.

-Que te gustaria desayunar?- me pregunta acercándose a la nevera -Te gusta la lasaña?- pregunta.

-Me encanta la lasaña- Digo sonriendo como una cría.

-Bien, la pondré al horno para calentarla, prefieres el té, café o zumo de naranja?- pregunta.

-Zumo, porfavor- digo un poco cohibida, la unica que se preocupaba por mi alimentación era mamá, solo de pensar en ella una punzada de dolor atraviesa mi pecho.

-He de decir que soy un excelente cocinero- dice Jayden -Cuando llegues a probar mis excelentes habilidades culinarias querrás hacerme tu chef esclavo- dice fingiendo tristeza.

-Entonces más te vale que duermas bien porque soy bastante exigente- le digo sonriendo maliciosamente, él hace un gesto de horror.

-Entonces será un honor ser tu elfo doméstico- dice moviendo sus cejas de arriba y abajo pícaramente y yo suelto una estruendosa risotada.

KristenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora