Tú, que lo fuiste todo, no eres nada.
Nada más que postales amarillas
y recuerdos fijados en ajadas,
viejas y olvidadas fotografías.Has muerto devorada por tus ratas
tras ser asfixiada por tu avaricia,
guano de paloma por toneladas,
decadente abandono, e inmundicia.Invadidas aceras y canales
por gentes que hacen fotos a su ombligo
para que, de sí mismo, no se olvide.Ladrones que se dicen comerciantes
ofenden por tus calles a mendigos,
con orgullo del que roba y no pide.Y son, de escaparates,
paladines que requieren espada,
miran de soslayo, van, y no hay nada