Me siento decaer, amada mía,
sin ver resplandecer tu primavera;
no puedo revivir, como solía,
el verte florecer, mi rosa ibera.Mi alegre juventud, la que reía,
contigo fue feliz, siempre a tu vera,
o no lo fue tal vez, ¿o sí lo era?,
mas fue mi mocedad, mi lozanía.¡Oh!, patria de los muros derribados,
otrora fuertes, ora ya vencidos
quizá, aunque jamás arrodillados;¡oh España!, la de hijos desvalidos:
no encuentra ya otra cosa, mi mirada,
que tu vieja heredad... amancillada.