No lloraré por mí cuando te vayas.
No gritaré tu nombre como aullido.
No escribiré, patético, mil cartas
con reproches, lamentos y quejidos.Porque tú libre fuiste en tu llegada
libre te dejaré, si es que te has ido.
Guardaré silencio, no diré nada,
mas dejaré la puerta sin pestillo.Y si alguna vez vuelves, o lo que hagas,
no preguntaré, yo, por tus motivos
como no pregunté por qué me amaste.Y si alguna vez vienes, hazlo callada,
que no quiero saber quienes han sido
y si has tenido, o no, otros amantes.