Una tarde de San Juan,
donde se acaba el oeste,
una tarde de San Juan
el mar el sol se tragaba,
se lo tragaba el mar.
Una tarde de San Juan
con el rojo de una hoguera,
de una hoguera de san Juan,
el sol quería agacharse,
que lo pudieran saltar.
Una tarde de San Juan,
sentada sobre la arena,
yo te podía mirar
contra un cielo de fuego
que se apagaba en la sal.
Una tarde de San Juan
con brasas del horizonte,
porque quisimos danzar,
encendimos nuestra hoguera,
ya no se pudo apagar.
Ya no se pudo apagar
ese fuego que encendimos,
ya no se pudo apagar,
abrazados en la playa
una tarde de San Juan.
