Or nah ➳ Jason McCann || +18

40. No

El camino me parecía eterno, al parecer estábamos saliendo de la ciudad ya que cada minuto podía observar menos casas y la nieve se hacía más presente.

-No hagas ninguna escena, esto es importante así que controla tus emociones.-Dijo Jason observándome atentamente y puse los ojos en blanco.

-No quiero morir a manos de mafiosos rusos, tienes suerte de que haya accedido a venir contigo y no quedarme encerrada en la seguridad del hotel.-Seguí observando el camino por el que íbamos y me estremecí al observar una gran e imponente mansión ante nosotros.

Parecía antigua y más que una mansión podría ser muy bien un castillo, ¿Hay realeza en Rusia? No lo sé, pero estas personas tienen millones y si quieren un castillo, lo tendrán, ¿Podría pedirle a Jason un castillo? Siempre me imaginé viviendo en uno.

-Cierra la boca o se te caerá la saliva.-Habló McCann sacandome de mi ensoñación.-Y esa preciosa sustancia de tu boca sólo se ve bien escurriendo de tu barbilla mientras me...-Fruncí el ceño y se me revolvió el estómago, de asco o excitación, no tenía jodida idea, mi mente y cuerpo eran un lío siempre que el idiota hacía alguna insinuación sexual.

-Cállate, no quiero esas imágenes en mi cabeza justo ahora.-Hablé intentando que mi voz sonara normal, sentí que nos detuvimos y me apresuré a bajar.

Después de dar un par de pasos, me percaté que estaba caminando sobre graba, demasiado tarde ya que tropecé y casi pude sentir las pequeñas piedras enterrandose en mis piernas y rostro, pero en vez de eso, un fuerte torso detuvo mi caída.

-Mierda.-Gruñí y abrí los ojos para observar al ejemplar de hombre que me había salvado de arruinar mi maquillaje, vestido y piernas.

-Хермоз*-Susurró el chico mientras observaba mi rostro y fruncí el ceño para posteriormente sonrojarme al sentirme tonta por no entender que me había dicho y antes de poder reaccionar para separarme de él, sentí un fuerte tirón en el brazo, Jason.

-Она идет с тобой** -Susurró el chico rubio que me había rescatado, pero no se dirigía a mí, hablaba con Jason.

-да***-Respondió Jason y me sentía como una niña de cinco años, sin entender nada y sumamente vulnerable.

-Итак, слухи верны, у мистера Макканна есть девушка, которая не выходит из борделя.****-Habló de nuevo el apuesto chico y me observó de pies a cabeza.

-No es caballeroso hablar frente a una dama en un idioma el cuál desconoce, ¿No lo crees Akim?-Exhalé todo el aire que inconscientemente estaba sosteniendo dentro de mi cuerpo y sonreí ligeramente.

-Tienes razón Jason.-Una sonrisa fría combinada con un acento peculiar inundaron el aire.-Un placer conocerla señorita.-Habló ahora en mi dirección y me estremecí internamente, no era mi tipo, en definitiva, pero era de los hombres a los cuáles no les puedes decir no.

Tomó mi mano y la besó, incomodamente sólo pude sonreír y me obligué mentalmente a no actuar como una idiota, sin pensarlo me refuguié un poco más junto a Jason y noté una apenas perceptible sonrisa en su rostro.

-Un placer, mi nombre es Dulce.-Dije sonando increíblemente segura y una chispa recorrió los ojos verdes de Akim.

Sentí la mano de Jason presionar mi cintura aún más fuerte y tuve que contener un gemido de dolor.

-Entremos.-Una sonrisa sumamente fingida adornó la cara de McCann y comenzamos a caminar hacia el gran portón de entrada.

Me sentía un poco fuera de lugar, mi piel y vestimenta dedencajaban con las demás chicas, todas ellas eran rubias, altas, de piel sumamente blanca y con vestimentas reveladoras, mientras que yo con piel morena, cabello negro y rasgos latinos llamaba la atención, de forma buena o mala, no lo sabía, pero solo quería salir corriendo de aquí.