Or nah ➳ Jason McCann || +18

43. Step one

Sentí la luz del sol molestarme y abrí los ojos lentamente, observé el reloj que se encontraba sobre la pequeña mesita de noche y eran casi las nueve de la mañana, había dormido muchísimo y me sentía aliviada, era el momento de comenzar con mi propio plan de destrucción.

Estaba harta de ser parte de algo de lo cual no tenía idea, Jason solo me había dado migajas sobre el plan que tenía para mí y yo estaba honestamente cansada de ese imbécil, llorando y estando deprimida no conseguiría nada.

Era momento de vengar a todos los que McCann había herido, era momento de vengar a mi libertad y a mí familia.

Entré al cuarto de baño, tomé una ducha rápida y me coloqué el tipo de ropa que yo usaba siempre, una falda con vuelo color blanco, crop top rosa y unas Dr. Martens del mismo color, agradecí mentalmente a quien Jason había mandado para elegir mi ropa, era hermosa.

Comencé a maquillarme con algo natural y alacié mi cabello para hacerlo lucir aún más largo, me veía incluso más joven de lo que era, casi podría tener una pizca inocente.

Paso uno, finge que todo está bien y que cooperarás con todo lo que diga Jason.

Sonreí ante mi reflejo en el espejo y salí de la habitación dirigiéndome a la planta baja.

Observé a todos los chicos riendo y hablando de algo que les parecía interesante, me acerque a la mesa en donde estaba reunidos y me sentí como un pequeño corderito entre lobos hambrientos al sentir sus miradas sobre mí, pero duró poco cuando Jason se aclaró la garganta y los observó cómo si fuera a matarlos si me seguían observando, una sonrisa interna recorrió mi cuerpo y me acerqué a McCann para besar sus labios.

-Hola.-Sonreí después de besarlo y sostuvo mi cintura contra él.

-Hola hermosa.-Me besó de nuevo, visiblemente sorprendido.

-Te ves bien cuando no pareces una perra loca que quiere matar a todos.-Dijo uno de los chicos y giré los ojos.

-No me culpes por querer matar a todos los idiotas que me secuestran y después quieren violarme.-Bufé y todos comenzaron a reír.

¿En dónde mierda está lo gracioso? Imbéciles, pensé.

-Chicos, sé que disfrutan de nuestra compañía pero ahora que Dulce sabe de toda la mierda que está pasando, al fin podremos ir a Beverly Hills, ya no necesitamos tanta seguridad y extraño la vista.-Habló Jason y fruncí el ceño.

-¿A dónde?-Dije sorprendida y los chicos comenzaron a irse, tal vez porque los estábamos aburriendo o quizá porque tenían cosas más importantes por hacer.

-A mi verdadera casa, aquí tan sólo viven Mike y Justin, aunque Bieber jamás está aquí porque prefiere Francia, los demás idiotas solo parece que viven aquí, pero solo es que no les gusta la soledad.-Se levantó para servir algo en un plato y me lo dió, era un omelette.

-Que bien, jamás podría aprenderme el nombre de todos.-Reí mientras internamente sentía que podría llorar en cualquier momento, no quería estar tanto tiempo a solas con Jason, era una bomba de tiempo.

Comencé a comer mientras McCann me sostenía por la espalda, sentía su aliento en mi cuello y mi piel se erizaba cada vez que sentía su duro torso detrás de mí.

-Creo que al fin aprendiste que éste es tu destino y no podrás escapar de el, me gusta que no estés gritando todo el tiempo.-Besó mi cuello y caminó hacía la planta alta.-También es cool que no me golpees con Smartphones cada segundo.-Comenzó a reír mientras subía por las escaleras.

Terminé de comer y dejé el plato en el lavabo, caminé hacia la sala de estar y coloqué cualquier cosa que salía en la televisión, las Kardashian obtuvieron unos minutos mi atención antes de que mi mente comenzara a enlistar lo que necesitaba para destruir a Jason.