Or nah ➳ Jason McCann || +18

8. Ain't nobody tryna save ya

-!Nadie intentará salvarte pequeña zorra!-Gritó Jason y sentí como el color se iba aún más de mis mejillas.-¡Deja de gritar o te daré una verdadera razón para hacerlo!

Me arrojó en la parte trasera de una camioneta sin cuidado alguno y al instante arrancó, podía ver cómo nos seguían varios autos, ¿Cómo mierda había logrado infiltrar tanta gente a la fiesta de mi padre?

No podía parar de llorar y temblar, le habían disparado a mi padre, no sabía que había pasado con mi madre, mi mejor amiga estaba en manos de Mike, había visto a decenas de personas morir en unos segundos y estaba siendo secuestrada por un chico con el que acababa de tener sexo.

Observé mis manos y estaban temblando, no podía controlarlo, intenté buscar a tientas algo con que defenderme y me di cuenta que esto estaba acondicionado para un secuestro, no podía ver o escuchar nada de la parte delantera y la única luz que tenía provenía de la ciudad, intenté romper un vidrio pero fue imposible, eran anti balas así que solo logre hacerme daño en los nudillos.

Minutos después me rendí, jamás lograría nada intentado escapar, era imposible, sin mencionar que cada vez la poca luz que se filtraba de afuera era más tenue... nos estábamos alejando de la ciudad.

Me recosté en el pequeño lugar y seguí llorando, sabía que intentar jugar con chicos como ellos no traería nada bueno, ahora no sólo estaba en peligro mi vida, si no también la vida de la gente que amo, mi familia y mis amigos.

Sentí como la camioneta se detuvo y me tensé al instante, me senté de nuevo y arrinconé mi cuerpo en una pequeña esquina sosteniendo mis rodillas, no tenía bragas y eso sólo hacía más incomoda la posición.

Escuché el click señalando que la puerta estaba abierta y escondí mi cara con mis manos, ni siquiera imaginaba cómo debía verme en este momento, estaba fatal.

-Princesa, baja ya.-Jason jaló mi brazo y asentí, no quería hacer ningún movimiento que lo hiciera enojar o seguro terminaría muerta.

Agaché el rostro intentando no tener ningún contacto visual con él, observé mis pies y mis zapatillas, estábamos en un camino de grava.

-¡Dulce!-Escuché a Melissa gritar mi nombre y volteé hacia el lugar de donde provenía su voz, mi rostro se iluminó al verla con vida.

Comenzó a correr hacía mí e hice lo mismo, pero no pudimos llegar demasiado lejos ya que Jason me jaló del brazo haciéndome caer en la grava y Mike sostuvo el cabello de Melissa fuertemente.

-¿A dónde mierda crees que vas?-Escuché gritar a Mike.

Mi vestido se levantó con la caída haciéndome quedar casi desnuda a la vista de todos los hombres que ahí se encontraban, eran decenas y a varios pude identificarlos de la fiesta.

Algunos comenzaron a chiflar y otros a decir cosas asquerosas, me levanté como pude y me abracé muriendo de vergüenza.

-Es lo que intentabas aparentar, ¿No?-Me susurró McCann y sentí mi cuerpo estremecerse.-Fingías ser una prostituta, ahora lo serás.

-No, por favor.-Lo observé directamente a los ojos, suplicante.-Lamento haberte mentido, yo sólo... era un juego... no quería que esto pasara, no le hagas daño a Melissa.-Sollocé y una sonrisa torcida adornó su rostro.

-Todo es un jodido juego para las niñas de papi como ustedes, por eso son mis favoritas para follar hasta el cansancio.-Sonrío.-Arrodíllate.

-¿Qué?-Comencé a temblar aún más.

-¡¿Acaso estás sorda!?-Gritó y todos guardaron silencio.

-¡Hazle caso zorrita!-Escuché a uno de los tipos detrás de mí.

Me arrodillé frente Jason y sentí la grava clavarse en mis rodillas. La risa de los tipos se clavaba a cada segundo en mi cabeza y más lagrimas salieron de mis ojos.

-Me gustas en esa posición para otras cosas, pero prefiero los shows privados.-Me guiñó.-Pídeme perdón.-Comenzó a reír.

-Perdón.-Susurré con la cabeza baja, esto era humillante.

-No te escuché.

-Perdón.-Dije más alto.

Se puso en cuclillas frente a mí mientras tiraba de mi cabello fuertemente.

-Siempre que te dirijas a mí, veme a los ojos.-Su mirada se clavó en mí.

-Perdón.-Dije mientras lo observa directo a los ojos, era lo que él quería, humillarme y sentir el poder sobre mí.

-¿Perdón por qué?-Sonrío.

-Perdón por fingir ser una prostituta.-Sonaba peor de lo que había sido en realidad.

-No pareces sincera.-Me abofeteó fuertemente y caí de nuevo en la grava.

Me cargó en su hombro y comenzó a caminar.

-¡Vamos adentro!-Gritó y todos comenzaron a caminar detrás de nosotros, incluida Melissa quien me observaba con lágrimas en los ojos.

Entramos a un lugar que parecía una mansión, logré observar una pantalla enorme, sillones que se parecían a los que tenemos en mi casa y el piso relucía.

Subimos por las escaleras y entramos en una de las muchas puertas que había en ese piso, McCann me dejó caer en el piso y gemí, todo mi cuerpo dolía.

Había una cama a unos centímetros del lugar en donde me había dejado caer y el enojo recorrió mis venas.

-¡Qué te costaba dejarme sobre la cama, idiota!-Le grité y al instante me arrepentí al sentir como me levantaba del suelo y me sostenía por el cuello contra la pared, todo en un abrir y cerrar de ojos.

-No le grites a la persona de la cual depende si vives o mueres.-Me levantó del suelo mientras seguía apretando mi cuello.

Sentía como el aire se iba de mis pulmones, mi cuello dolía y mi cabeza se sentía como si fuera a explotar.

-Basta.-Susurre mientras ponía mis pequeñas manos sobre las suyas intentando que me liberara.

-Te gustaba cuando te ahorcaba mientras me hundía en ti.-Con la otra mano levantó mi vestido e introdujo dos dedos dentro de mí.-¿No te gusta ahora?

No podía respirar, comenzaba a ver borroso y mi entrepierna dolía al sentir los dedos de Jason penetrándome de una manera salvaje.

Quitó la mano de mi cuello pero me mantuvo por encima del suelo sosteniéndome por la cintura.

Intenté recuperar el aliento pero se me dificulto al sentir como ahora tres dedos me invadían completamente.

-No quiero.-Sollocé e intente empujarlo.

-De ahora en adelante serás mía cuando yo quiera.-Susurró en mi oído y me soltó bruscamente dejándome tirada en el piso. Lo observé y metió los dedos que antes se encontraban en mí, dentro de su boca.-Sabes tan bien, joder.

Salió de la habitación y me arrinconé a un lado de la cama, solo quería salir viva de esto.

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¡MUCHAS GRACIAS POR LAS 2K LEÍDAS! Como he estado escribiendo a full, 20 votos y 5 comentarios para el siguiente capítulo, xo💕