28. Like a fuckin movie

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Mini maratón 1/2 :)

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Había pasado un mes desde que me había enterado de que estaba embarazada, ahora que casi eran dos me sentía cada vez peor.

Mi vida se basaba en sexo, comida y más sexo, parecía que Jason estaba caliente todo el tiempo y ¿Quién debía quitarle las ganas? Yo.

En realidad no era tan malo, me había mostrado indiferente y pretendía que no me lastimaba que me usara, aunque no era verdad.

Necesitaba que alguien me demostrara un poco de amor, tal vez era el embarazo pero estaba más sensible de lo normal, lloraba todo el tiempo y me la pasaba encerrada en mi habitación.

A Jason no le importaba, él estaba fuera todo el tiempo y solo llegaba para follar, si intentaba entablar cualquier conversación conmigo lo ignoraba porque seguramente terminaría ahogada en llanto si hablábamos de cualquier tema.

Mi vientre apenas estaba un poco abultado y agradecía eso, cuando no pudiera tener sexo con McCann seguro estaría más sola, me volvería loca.

Intentaba buscar cualquier forma de escapar pero cualquier intento de hablar con alguno de los hombres de Jason terminaba en miradas de desprecio, siempre había alguien vigilando las llaves de los autos y nadie se alejaba de sus armas.

Había visto en la televisión que hablaban de mí, de la muerte de Melissa y la de Nate, una vez Jason me encontró llorando mientras veía una nota sobre el tema y me había golpeado diciendo que no debía recordarlos, que no valían la pena.

Estaba un punto en que no sentía odio por él, pero tampoco amor, solo era la sensación de deseo y necesidad de protección que me hacían no clavarle un cuchillo. Sus arranques de ira me hacían sentir que le importaba, aunque sabía que no era así.

Odiaba en lo que fuera que me estaba convirtiendo, apenas y hablaba, comía muchísimo, me dejaba golpear por Jason sin resistir y tan solo rogaba que mi bebé estuviera bien... me estaba convirtiendo en una señora necesitada de atención y apenas cumpliría 18 años.

Había perdido mi juventud, mis ganas de vivir, mi valentía y sobre todo... mi libertad.

Aunque ante Jason demostraba que era una perra, que él no me importaba, desde la última vez que me había visto llorar fingí que todo estaba bien, me maquillaba y vestía exuberantemente para que follaramos, después me iba y lo dejaba exhausto y confundido.

No me había querido hablar del estupido plan, el cuál que cada vez que lo pensaba sonaba más enfermo, ¿"Enamorarse" de una niña de 13 años? ¿Y si hubiera llegado mi cumpleaños 21 y no le hubiera hecho caso?

Sequé algunas lágrimas que caían por mis mejillas al escuchar que alguien se acercaba y fingí estar demasiado concentrada en la película que estaba pasando por la televisión.

-¿Cariño?-Susurró Jason en mi oído y noté un peculiar aroma, estaba fumando marihuana.

-Dame.-Voltee para que quedáramos de frente y lo besé.

Tenía los ojos totalmente rojos y una sonrisa torcida iluminaba su rostro.

-No puedes, tiene a mi bebé aquí.-Tocó mi vientre y me besó desesperadamente.

-Por favor, necesito esto Jason.-Saltó hacia el sillón y me puse a horcajadas sobre él.

Haría lo que fuera porque me diera un poco de hierba, tabaco o lo que fuera, llevaba meses sin consumir nada y aunque no era adicta, la necesitaba para relajarme. Era frustrante ver a todos en la casa drogarse y beber hasta morir, mientras que tenían prohibido darme una sola calada.

-No lo sé cariño.-Inhalo un poco de su porro y gemí de frustración.

-Haré lo que sea McCann.-Susurré en su oído y desabroché su cinturón.

-Me calienta tanto que me llames por mi apellido, Cheeral.-Coloco sus brazos tras su cuello y se acomodó en el sillón.

Bajé un poco más y mi cara quedó frente a su bóxer.

-Oh no, no harás eso, ¿Cierto?-Sus ojos se abrieron completamente y sonreí.

Comencé a tocar su miembro por encima del bóxer y gimió, lo sentía duro bajo mi tacto y cuando lo liberé, cerró los ojos, así que aproveché para quitarle el porro y le di una gran calada.

Me agaché de nuevo y metí su miembro en mi boca, gimió fuertemente y jaló mi cabello, lo saqué de mi boca y di otra calada.

-Joder, sigue así.-Gimió y empujó mi cabeza para que todo su miembro entrara en mi boca.

Unos minutos después, se corrió en mi cara, sonrío y me quitó el porro de la mano.

Comencé a limpiarme y salí de la sala de televisión.

-¿Dónde vas?-Dijo Jason mientras se subía el cierre del pantalón.

-Me voy.-Seguí caminando.

-Eres la primera mujer que no quiere nada después de darme un blowjob.-Río y sentí que era la oportunidad perfecta para herir su ego.

-No tienes nada que pueda querer.-Sonreí.-Incluso yo puedo darme placer sola, pequeño Jason.-Guiñé y se quedó petrificado.

-Perra.-Siseó y reí.

Caminé hacia mi cuarto y cepillé mis dientes, después bajé de nuevo y tomé una manzana de la cocina, si seguía comiendo como lo estaba haciendo últimamente, terminaría rodando antes de los nueve meses.

Comencé a escuchar mucho ajetreo por toda la casa y autos acercándose, me sorprendí ya que nadie había salido y al asomarme por la ventana, noté que no eran las camionetas de McCann.

Varios hombres bajaron de ellas, vestían trajes y parecían demasiado imponentes.

Me dirigí a la sala principal y observé a Jason vistiendo un traje parecido al de ellos, fruncí el ceño ya que no lo veía usar algo así desde la fiesta de mi padre.

-Jason, tanto tiempo sin vernos.-Un hombre de unos 30 años saludó a McCann.

Me sentía como en una película de acción, Jason frente a el hombre, que por cierto era muy guapo, frente a frente mientras todos sus escoltas estaban detrás de ellos.

Intenté pasar desapercibida y caminé hacia las escaleras, pero los tacones no ayudaron en mucho y capté la atención de todos.

-Lo siento.-Me sonrojé completamente mientras intentaba no desmayarme al sentir tantas miradas masculinas sobre mí.

-Es bueno verte Aaron.-Dijo Jason intentando desviar la atención de mí.

Como una jodida película.

Or nah ➳ Jason McCann || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora