6. Just a dream

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Desperté sobresaltada y con lágrimas en los ojos, todo había sido sólo un sueño.

-¿Estás bien?-Sentí la mano de Melissa en mi hombro.

Voltee hacia ella y noté los mismos moretones que tenía en mi sueño.

-Te vez fatal Dulce, parece como si te hubieran golpeado.-Vale, seguro yo estaba también igual que en mi sueño.

-Enséñame tu teléfono.-Le dije aún sobresaltada y se estiró para tomarlo de la mesita de noche.

Agradecí mentalmente que no tuviera ningún mensaje de nadie llamado "Mike" o algo así.

-¿Que pasa?-Me dijo preocupada.

-Tuve un sueño demasiado extraño, seguro que estoy demasiado paranoica por todo lo que pasó ayer.-Le resté importancia, al fin que solo había sido un sueño.

-¿Me lo quieres contar?-Me dijo aún preocupada.

-No vale la pena, todo está bien.-Le sonreí y me levanté para cepillarme los dientes.

El día pasó tranquilo, hicimos todo lo mismo que en mi sueño, nos duchamos, maquillamos y comimos pizza, excepto que ahora no éramos secuestradas.

-¿Qué hora es?-Me dijo Melissa después de bostezar, estábamos viendo CSI mientras comíamos palomitas, nuestra actividad favorita.

Observé mi teléfono y comencé a gritar.

-Mierda, mierda, mierda.-Me levanté corriendo del sillón.

-¿Qué diablos Dulce?-Gritó Melissa.

-Hoy es la fiesta de celebración del contrato que hizo mi padre con Cartier.-Grité y al instante Melissa entendió.

Mi padre me la había recordado las últimas semanas y cuando revisé mi teléfono tenía dos simples mensajes:

"No olvides la fiesta."
"El chofer llegará por ustedes en una hora."

Y el ultimo mensaje era de hace 20 minutos, genial, teníamos menos de una hora para estar ahí perfectamente arregladas y vestidas, era uno de los contratos más importantes de mi padre, no sé cómo es que lo pude olvidar.

Aunque tal vez la razón por la cual lo olvidé tiene nombre, apellido y es uno de los delincuentes más buscados en Los Ángeles.

-¿Qué diablos esperas Dulce?-Me gritó Melissa a los pies de la escalera, salí de mi ensoñacion y corrimos hacia mi cuarto.

-Estamos maquilladas, así que solo necesitamos un retoque y vestidos, ¿Vale? No entremos en pánico.-Me dijo, pero no le creí en absoluto, siempre tardábamos por lo menos 3 horas en estar listas.

Comenzamos a sacar todos mis vestidos lo más rápido posible, unos minutos después Melissa eligió un vestido corto morado con detalles dorados y yo uno negro un poco más largo con detalles rojos, ventaja de que tuviéramos la misma talla, aunque a ella siempre le quedaban un poco más ajustados y lindos que a mí gracias a su bendita genética.

Hicimos un poco más cargado nuestro maquillaje, delineador extra, contorneador, iluminador, sombras obscuras, pestañas postizas y recogimos nuestro cabello, lamentablemente no en tiempo récord ya que nos llevó casi una hora y media.

Tomamos nuestros bolsos y las zapatillas, bajamos corriendo loa escaleras descalzas y tal como lo imaginaba, había una limusina en la entrada de mi casa con una camioneta y dos autos detrás, lo cual solo significa una cosa: guardaespaldas.

-Parece que nuestros padres siempre se mantienen en contacto.-Bromeó Melissa y bajamos las escaleras, al instante todos los mastodontes hicieron algo que parecía un muro frente a nosotras, no entiendo cómo es que 2 simples chicas necesitan a 6 tipos de 100 kilos cada uno para ser cuidadas.

-Supongo les habrán dicho que a veces nos gusta respirar.-Bromeé y no cambiaron su rostro serio.

Apenas subimos a la limo, arrancó y la camioneta que antes se encontraba detrás, ahora iba en la parte de adelante, era la típica formación de cuando salíamos a eventos como éste, dos autos atrás, la limo y una camioneta adelante.

Comenzamos a tomarnos algunas fotos y a postearlas, somos las típicas niñas ricas que tienen miles de seguidores en todo, es divertido.

Cuando la limo se detuvo, nos pusimos las zapatillas y uno de los guardaespaldas nos abrió la puerta, bajó Melissa y en seguida yo.

Había muchos paparazzis, gente de revistas y solo pocas caras familiares, tomé del brazo a Melissa y comenzamos a sonreír para las cámaras, realmente espero que hayamos hecho un buen trabajo con el maquillaje ya que de lo contrario los flashes dejarían a la vista nuestros moretones, jamás los podríamos explicar y seguro terminaríamos en un convento.

Cuando al fin nos encontramos dentro del lugar, tomaron nuestros abrigos y caminamos hacia nuestra mesa, ahí estaban algunos de nuestros amigos, así que después de ir a saludar a todo el mundo, incluidos nuestros padres, nos pudimos sentar.

-Dulce, cariño, te ves maravillosa.-Me susurró Cameron, uno de mis muchos pretendientes pero en definitiva el único que tenía el poder suficiente para ser invitado a una fiesta como esta.

-Hola Cam.-Le sonreí y besé lentamente su mejilla dejando un poco de mi labial en él, tal vez conseguiría un poco de acción esta noche.

Melissa comenzó a coquetear con Matt, el amigo de Cameron y después de tomar algunas copas a escondidas, comenzamos a bailar la música no tan buena que había, prometiéndole a nuestros padres que no los avergonzaríamos.

Estaba bailando lentamente junto a Cam, rozando su entrepierna de vez en cuando sin parecer demasiado zorra, le sonreía y luego me alejaba. Era divertido provocarlo.

-Eres una perra mala.-Me besó lentamente el cuello y sonreí.

-Dulce... ¿Puedes venir?-Escuche a Melissa y mi burbuja de ensoñación se rompió.

-Ya vengo.-Besé en la comisura de los labios a Cam y seguí a Melissa.-¿Qué sucede?-Le dije cuando estábamos apartadas de todos.

-Tenemos un problema.-Me dijo tensa.

-No me asustes, ¿Qué pasa?

Escuché como alguien carraspeó detrás de mí.

-Espero que no seamos su problema, señoritas.-Me di la vuelta y frente a mi estaban Jason y Mike de pie, vistiendo trajes increíblemente elegantes y luciendo como todos unos empresarios.-¿Debo interpretar tu silencio como un sí?-Su cara de iluminó con una sonrisa torcida y me quedé muda.

Estamos muertas.
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1.6k leídas WHAT!? Muchas gracias 💕 Próximo capítulo muy pronto 💘

Or nah ➳ Jason McCann || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora