Mi profesor.

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Capítulo 1: Fotografía.

Ha pasado un semestre desde que entre a clases otra vez, de hecho hace 4 días entramos al segundo semestre, ya es jueves y hemos vuelto todos a nuestra rutina diaria.

Camine apresurada por el pasillo de entrada, otra vez llegaba tarde... mientras mi cabeza daba vueltas tratando de recordar que clase tendría a la primera hora, choque con un cuerpo.

Subí la mirada, y sonreí avergonzada.

-Señorita Sky, tal vez necesite lentes como los míos.-Me dijo mi profesor Derek, mientras me sonreía.

-Lo siento profe, venía concentrada en otras cosas.-Le devolví la sonrisa, mientras miraba sus zapatillas. Se había vuelto un fetiche mirar cada día sus zapatillas, ya que cada día tenía unas nuevas.

-Bueno, no te molesto más, que tengas un buen día-Me deseo mientras me hacía cariño en el cabello.

-Usted igual.-Sonreí y seguí mi camino.

Así me daba gusto empezar el día.

. . .

Luego de un largo día de clases, me devolvía a mi casa junto a mis amigas y conversábamos de chicos que querían estar con nosotras, pero que a nosotras no nos interesaban más que por un rato. Así éramos nosotras.

-Me da igual si me habla o no, no me interesa para nada él, esta loco, es demasiado controlador y quiere saber cada uno de mis pasos.-Dije riéndome de un idiota que quería amarrarme a él.

-Ni me lo digas, del que te hable igual, me aburre a los 5 minutos de que me habla- Me dijo Ariana.

-Yo no tengo a nadie, que triste- Dijo Felicity.

-Tú no quieres tener a nadie, amiga-Dijo Sadna.

Estas últimas dos eran mejores amigas.

-¿Y qué sucede entre tú y el profesor de gimnasia?-Me pregunto Ari.

-Nada, solo me parece muy bonito y simpático.-Dije y comencé a sentirme roja.

-No nos mientas, te hemos visto mirarlo y también hemos visto como se miran en clase y fuera de ella.-Me dijo Felicity.

-Solo son miradas, no significan nada.-Me excusé.

-Una mirada vale más que mil palabras.-Río Ariana.

-Es cierto, tenemos hasta fotos.-Dijo Sadna.

-Mándamelas.-enseguida respondí.

-Y así dices que no te gusta...-todas mis amigas rieron y yo también, no me gustaba, pero si que si él fuera de mi edad, estaría loca por él.

-No, es muy mayor.-Suspiré.

-Vamos, solo tienes 17.

-¿Qué no es él?-Dijo Ariana.

Todas volteamos a ver el auto que Ariana señalaba, y efectivamente él era.

-Salúdalo, idiota-Me dijo Felicity.

Moví la mano y le sonreí, a lo que él hizo lo mismo y me guiñó un ojo.

-¿Ves? miradas que marcan la diferencia.

Me reí mientras miraba la foto que Sadna me había enviado.

Él en la foto estaba efectivamente mirándome.