Mi profesor.

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Capítulo 12: Beso y sospecha.

Movía mis piernas nerviosamente mientras estaba sentada en una de las sillas que se encontraban afuera de la sala de profesores. Había ido a conversar con Derek con la excusa de una interrogación que él me haría mañana, pero el verdadero motivo por el que quería hablar con él era saber que diablos le pasó el viernes. Hoy era jueves y la verdad no me aguantaba a preguntarle mañana, cuando tuviera clases con él.

Me sentía muy nerviosa, mis manos estaban temblando mientras pensaba en como le preguntaría.

Unos minutos antes, lo había mirado y con decisión le había dicho:

-¿Podemos hablar?-Traté de parecer lo más inexpresiva posible.

-Si, dame dos minutos, voy enseguida.

Me había sentado en la silla y estaba esperándolo desde ahí.

Mi profesora de matemáticas salió de la puerta y me quedo mirando.

-¿Te sucedió algo?-Dirigió una mirada curiosa a mí.

-No, solo estoy esperando para hablar con un... profesor.-dudé en la última palabra.

-¿Qué profesor?-me miro con cautela y una ceja levantada.

-El profesor de gimnasia... mañana me hará una interrogación y no me dijo sobre qué.-Le sonreí esperando que se lo tragara. En parte no era mentira, le preguntaría sobre eso pero mi motivo era saber que le sucedió la clase anterior.

-Ah, vale...-No muy convencida, mi profesora se sienta en una de las sillas y llega mi profesora de Lenguaje y se sientas las dos a conversar.

Excelente, ahora nos escucharan. Piensa rápido Lucy, ¿Qué hacemos?

De una manera muy natural salí despacio por la puerta de esa pequeña salita. Me quede afuera y cuando vi que Derek estaba caminando hacia mi dirección, me gire hacia él.

Se acercó a mí y me abrazo. Su abrazo me tomo por sorpresa, sin embargo me reconforto bastante. No me había dado cuenta todo lo que lo había extrañado hasta ahí.

-¿Y mi beso?-Me miro sonriendo. Me sonroje por su pregunta. Supiera cuantas veces he soñado con besarlo. Me acerqué lentamente a su cara con una sonrisa. Cuando sentí mis labios chocar con su piel, me quede allí un segundo y luego me retire. Si tan solo todos estos besos fueran en la boca...

-Dígame, ¿qué paso?-me sonríe y yo me vuelvo a poner nerviosa.

-¿Qué me va a preguntar en la interrogación?-Lo miro a los ojos y él está observándome fijamente.

-¿No le dije la semana pasada?

-No, se le olvidó...

-Bueno, ¿Qué quieres que te pregunte?-Sonreí por su pregunta.

-Usted debería saberlo.-Los dos reímos.

-No te preocupes, mañana te digo y el próximo viernes te interrogo. ¿Bueno?

-Bueno, quería preguntarle algo más...

-¿Qué cosa?

Cuento hasta 3 y lo suelto:

-¿Qué le paso el viernes?-me mira intrigado.

-¿Por qué lo dices?

-Por su manera de actuar ese día...

-Tal vez estaba cansado, no he descansado desde que entre a trabajar y...-lo interrumpo.

-Parecía algo más, por su manera de actuar conmigo pensé que...-ahora él me interrumpe.

-¿Cómo actué contigo?-su tono me da a entender que está sumamente alerta a mi respuesta, y con cautela le digo:

-Por como me trató con lo del balón. Yo no tenía la culpa de eso.

-Ah sí... disculpa, solo estaba cansado.-Siento que oculta algo, pero dejo de insistir. Mañana volveré a preguntarle y ahí tal vez cederá. Me imagino que no quiere contarme porque hay inspectores pasando por detrás de nosotros. Nuestra conversación no es privada.

-Nos vemos mañana entonces.

-Nos vemos.-Sonríe amablemente y se va.

Su ida me hace despertar.

No sé como lo haría pero tendría que ir haciéndome poco a poco la idea de que él y yo jamás llegaríamos a ser algo.