Mi profesor.

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Capítulo 2: Una promesa y dos rumores.

Tome el papel que diagnosticaba mi enfermedad y lo entregué avergonzada al profesor, me sentía roja y no quería ver la expresión en su cara cuando supiera lo que tengo.

-Lucy, mirame-Tomo de mi cara con su mano y me obligo a mirarlo. Una lágrima corría por mi mejilla y desee que él no la notara.

-Lo siento, me gustaría muchísimo participar de su clase-suspiré enfurecida conmigo mismo.

Flashback . . .

Corrí rápidamente a través de la cancha, mirando hacia mi compañera haciendo señas para que me pasara el balón.

-¡Aquí!-grité.

En cuanto el balón estaba en mis manos, corrí mientras rebotaba la pelota entre mis manos y el suelo, al estar a la distancia permitida por las reglas para encestar, lance la pelota con confianza.

Aplausos y gritos se escuchan por toda la cancha. Veo a mis compañeras correr a abrazarme.

Había encestado 4 segundos antes de que acabará el tiempo, logrando así nuestra victoria.

Fin del flashback . . .

-No es culpa tuya, a veces...-

-A veces nada-lo interrumpí- es todo mi culpa, ni siquiera es capaz de matarme-dije mientras cubría mi cara con las manos.

El profesor tomo mis manos y me abrazó suavemente.

-Tranquila, mientras asistas a mi clase quedo feliz, da igual si corre o no, si juega o no, eres mucho más que un simple ejercicio; y jamás repitas cosas como desear tu muerte, porque una chica tan alegre como tú no se encuentra en cada esquina.-Me dijo mientras yo me tranquilizaba y comenzaba a respirar profundamente.

-Gracias por eso, hace tiempo que siento que nadie quiere hablar conmigo sobre cómo me siento con mi enfermedad.

-Siempre me tienes a mí para hablar-Me sonrió.

Me reí mientras miraba sus ojos, mientras una sensación enorme de gratitud llenaba mi pecho.

-¿Ve? Así es como me gustas, siempre feliz-Me sonrió otra vez.

-Prometo estar siempre feliz, entonces-Sonreí mientras comenzábamos a caminar hacia el gimnasio.

. . .

Hoy es jueves, casi ha pasado una semana desde mi conversación con el profesor Derek y la verdad, lo extrañaba. Me gustaba hablar con él, así que cada momento que lo veía aprovechaba para grabarme su imagen en mi memoria; me daba algo de vergüenza ir a hablarle cada vez que lo veía, así que para ser un poco más sutil solo a veces le hablaba y cuando tenía algo interesante que decirle.

En el recreo de almuerzo lo vi caminando en mi dirección y enseguida una sensación se cruzó por mi estómago. Vestía un buzo azul con blanco, y unas zapatillas Jordan con detalles blancos. A veces me quedaba horas divagando en como se verá vestido más formal...

-Hola, ¿Cómo estás?-Me dijo mientras apretaba cariñosamente mi hombro.

-Muy bien, ¿y usted profesor?

-Bien.-Me sonrió y un silencio relleno el ambiente.

Iba a tomar la palabra, pero él me interrumpió.

-¿Es cierto el rumor?-dijo en mi oído, lo que me provocó un escalofrío.

-¿Qué rumor?-le susurré.

-El rumor de te gusta Chase...

-No, ¿qué tipo de mentira es esa? Estuvimos juntos el año pasado, pero ahora no somos nada.

-Que bien, no me gustaría alguien como él para ti.-Me miro fijamente.

-¿Por qué no?-pregunté.

-Espero que no le moleste mi comentario, pero él es muy poco para ti.-Me sonrió.

-A mi me gusta otra persona en realidad.

-¿Si? ¿Quién?

-La próxima clase tal vez le cuente, solo tal vez...-Luego de decir esto, me dedico una sonrisa y siguió su camino.

Aquella fue la primera noche en la que el profesor apareció en mis sueños.