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Capítulo 4: Semejanzas.

Los días pasaban y el profesor Derek seguía apareciendo en mis sueños y no solo en ellos, si no que cuando leía, cuando me duchaba e incluso cuando cocinaba... No sabía que me pasaba con él, porque vamos, podría ser muy lindo y todo pero ¿tenía verdaderamente posibilidades yo con él? Primero tenía que gustarle, luego tenía que gustarle lo suficiente como para querer iniciar algo conmigo, y de ahí ya vendrían problemas mayores que empezarían desde peleas entre nuestras familias hasta una denuncia que podría costearle su trabajo. Era una idea totalmente absurda estar con él, y sería muy egoísta de mi parte tan siquiera desear que él me quiera. Por el momento solo podría conformarme con él en mis sueños.

. . .

-Me gusta la lavanda. Tanto su olor como la flor en sí me parecen hermosos.-Le dije mientras lo observaba recostado en el césped. Estábamos en un prado lleno de margaritas. Su cabello brillaba con el sol y me sentía en una plenitud total. Tomo sus lentes y despacio se los quito. Observo sus ojos sin nada que no los deje lucir. Me los coloco yo y le hago muecas para ver su sonrisa que me deslumbra.

-Me gusta cómo te ves con ellos, te quedan mejor que a mí.-Sonríe y toma mi mano vacía.

-Me gustan tus ojos. Desde el momento en que los vi he estado buscándolos en otras personas, sin embargo, jamás encuentro unos de la misma tonalidad que los suyos.-Aprieto nuestras manos y siento como la brisa juguetea con mi cabello.

-No busques más.-Me susurro y fue pegando lentamente sus labios a los míos.

. . .

Me levante de la cama y me sobe la cabeza. Otra vez soñando con él. ¿Qué haría? No descansaba bien a causa de estos sueños y por si fuera poco, me mantenían ocupada tratando de darle significado.

Los minutos pasan volando mientras me visto y me arreglo para ir a clases. Cuando veo que ya estoy llegando atrasada, tomo mis cosas y comienzo a caminar a la salida. Estoy cerrando la puerta cuando un auto rojo avanza por la calle. Mi corazón da un vuelco. Miro el conductor y me alivio (¿O me decepciono?) al ver que es una mujer.

Camino lentamente hacia el instituto mientras escucho mis canciones favoritas gracias a mis audífonos. Me pregunto: ¿Qué tipo de música escuchara? ¿Leerá libros? ¿Tendrá un autor favorito? ¿Cuál será su comida favorita?

Entre una y otra duda, llego rápidamente al instituto, observo la sala de profesores cuando paso por allí para ver si está ahí, pero nada. Subo la escalera que dirige a mi salón y en el trayecto veo un auto rojo entrar al estacionamiento.

Esta vez si es él. Es el Mazda 2 rojo con el que lo he visto llegar a clase, y con el que lo he visto fuera de ella.

Se baja del auto y acomoda su cabello. Repara en que hay alguien observándolo y yo me escandalizo. Disimuladamente abro mi carpeta para simular que estoy cogiendo algo de ella.

-Hola Lucy.-Me grita desde su auto. Me giro y le sonrío al verlo.

-¿Qué tal, profesor?-Muevo mi mano hacia su dirección.

-Tal vez deberías ayudarme a empujar mi auto, se ha averiado.-Me mira y se ríe de sí mismo.

-No tengo problema en hacerlo, si quiere.-Le digo y me muestro dispuesta a ayudar.

-Es broma, no te haría trabajar.-Me sonríe y cae en la cuenta de lo que ha dicho.-Digo... porque eres muy joven, además tienes clase...

-No se preocupe.-Le digo y con una sonrisa fingida, me retiro. Siento que me habla a mis espaldas, pero no le tomo en cuenta.

Mi profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora