Mi profesor.

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Capítulo 7: Un abrazo inesperado y descubrimiento.

Apenas era lunes y me sentía fatal. No había visto al profesor desde el viernes y lo extrañaba como nunca antes. Quería hablarle, ver sus ojos, sentirlo cerca de mí.

Cuando mi mente estaba divagando entre el verde oliva y café oscuro de sus ojos, sentí una voz a mi espalda.

-Buenos días-Me giré y ahí estaban esos hermosos ojos.

-Buenos días, ¿Cómo está?-le sonreí dichosa de que él me saludara a mí solamente. Eran tonterías, pero estas tonterías significaban mucho para mí.

-Bien ¿y tú?-me sonríe.

-Bien. ¿Tendremos clases el viernes? Oí que habría un desfile y suelen ser en la hora de gimnasia.-Pregunté ansiosa de que no hubiera desfile. Ansiosa de estar dos horas seguidas con él.

-Si hay uno, pero si tenemos que desfilar... desfilamos.-Suelta una pequeña risa y yo también.

-Es enserio, no se lo tome a broma-Le hago cara de enojada y él ríe aún más y me abraza.

Una sensación indescriptible cruza mi corazón, mi estómago, mi cuerpo entero.

-Bueno, si hay no puedo hacer mucho.-Me mira a los ojos mientras me encuentro en sus brazos.

Siempre he deseado estar así con él.

Sentía que no había nadie más, mis amigas no estaban, el instituto no estaba, él no estaba con él libro de clases y no había ningún profesor en un radio de un kilómetro.

Solo éramos él y yo.

Pero no era así, tuve que volver a la realidad.

-¿Profesor?-dice un niño pequeño y jala del pantalón de Derek. Este se gira sin soltarme.

-¿Dígame?-Le sonríe amablemente al niño. Es tan dulce.

-¿Podemos jugar en el gimnasio? Diga que si porfi-le sonríe y llega un amiguito de él riendo.

-Claro, solo compórtense.-Le sonríe otra vez y se gira nuevamente hacia mí. Mis nervios se incrementan.

-Entonces ojala no haya desfile. Los viernes son mis días favoritos.

-Los míos igual.-Me apreta un poco y luego sonriendo se va.

. . .

Esquivaba sus manos de manera ágil mientras ambos reíamos.

-No me ganaras, cariño.-Le grito acompañada de una carcajada.

-Claro que lo haré.

Lanzo la pelota hacia arriba para encestar y esta gira en el borde de la canasta, sin embargo cae dentro.

-¡Gané!-grito y doy unos saltos presumiéndole.

-Esa es mi chica-Me levanta en sus brazos y me besa.

. . .

Me doy vueltas en mi cama, sin poder conciliar el sueño. Tomo mi celular y desbloqueo la pantalla.

3:22 AM.

Soñé con él y ya no pude volver a dormir.

Suspiro cansada. Tengo mucho sueño y cuando estoy a punto de caer en los brazos de Morfeo, me despierta un no sé que.

Insomnio...

Me pregunto que hará a esta hora. ¿Estará durmiendo o el también tendrá insomnio? Poco a poco voy preguntándome cosas y respondiéndomelas sola, haciendo hipótesis. Caigo en la cuenta de que me voy a quedar dormida pronto, y no hago nada para impedirlo.

. . .

-No me sé ni su apellido y cada noche está en mis sueños. Qué ridículo.-Le cuento frustrada a Felicity.-Lo dijo el primer día, pero en ese entonces estaba tan perdida en sus ojos que ni me fijé.-Me reprocho a mí misma.

-Creo que Fallon tenía su Facebook, se lo encontró de casualidad un día por unos amigos en común.-Me sugiere en susurros.

-Iré a preguntarle.-Como nos encontrábamos en Educación cívica y la profesora había ido por unas guías, teníamos unos minutos libres.

Camino a través del salón. Observo a Fallon perdida en un libro. Es una muchacha bonita de 1,66. Ojos verdes (Totalmente verdes, no como Derek) Y tez blanca. Su cabello café claro siempre se mantenía liso.

-Hey Fallon, una fuente confiable me dijo que sabías el nombre completo de el profesor de gimnasia, ¿es verdad?-Le doy mi mejor sonrisa. No éramos muy amigas, pero tampoco nos llevábamos mal.

-Sí, lo vi en Facebook, enseguida te lo muestro.-También me sonríe y espero con paciencia cuando comienza a buscar. Luego de un minuto me muestra su celular.-Aquí está.

Miro la pantalla y su perfil aparece.

Derek Boone Seth.

-Gracias, te debo una.-Le sonrío con sinceridad y me devuelvo a mi asiento.

-¿Lo tienes?-me pregunta Felicity al llegar.

-Sí. En la noche lo investigaré y te mando todo lo que encuentre.-Ambas sonreímos y prestamos atención a la profesora que acaba de llegar.