Mi profesor.

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Capítulo 5: Chase el intruso.

El aniversario del instituto estaba acercándose y por tanto, el ambiente escolar era totalmente relajado y ansioso. Todos se alistaban para las competencias, para la fiesta, el baile, etc.

Estábamos a miércoles y la verdad me sentía muy contenta de que ya faltara poco para que sea viernes. Aunque tal vez no tendría clase de gimnasia por los mismos juegos del aniversario, me sentía satisfecha de igual manera, porque el sería uno de los jurados.

Tendría que estar en matemática pero la profesora de matemáticas era una de las organizadoras de estos juegos, por lo tanto andaba de allá para acá y no teníamos clases. Me encontraba en el patio de la escuela, comprando un jugo cuando observe el gimnasio y vi que estaba abierto y había gente dentro de él.

No cedas a la tentación... por favor, devuélvete a la sala... aguántate...

Por supuesto: jamás escuchaba a mi conciencia. Mientras pensaba en esto ya me encontraba caminando en dirección al gimnasio. ¿Y si estaba ahí? ¿Qué le diría? Mala idea la de venir... estaba dándome la vuelta, cuando una voz me sorprendió.

-¿Lucy? ¿Qué haces aquí?-Conocía esa voz.

-Chase... Hola... estaba buscando a la profesora de matemática, creí que estaría aquí por el asunto de ver en que lugar colocarían los juegos y así.-Miento sin arrugarme y gracias al cielo, Chase lo traga.

-Tranquila guapa, no me des tantas explicaciones, nunca es malo verte-Me sonríe y yo pido internamente que la tierra me trague.

-Si bueno, ya me iré enton...-Me interrumpen.

-¿Lucy?-Esta vez es el profesor Derek.

-Hola...

-¿Chase, qué haces aquí? Chico, estoy evaluando-Lo mira reprobatoriamente y Chase se marcha no sin antes dedicarme una sonrisa. Asco. Eso era lo único que me hacía sentir esa sonrisa después del daño que me hizo.

-Bueno, yo me voy, solo quería saber si estaba la profesora de matemáticas por aquí, tenía que preguntarle algo.-Me estoy dando la media vuelta cuando él me detiene poniendo su mano en la mía. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Su mano está fría.

-¿No estás con profesora?-Me pregunta mientras suelta mi mano lentamente.

-No, estoy aburrida de estar sin clases, todo el día ha sido así.-Le dedico una media sonrisa.

-Quedate conmigo, entonces.-Mi corazón late rápidamente.

-Bueno.

Caminamos en silencio hasta las galerías y nos sentamos. Lo miro sentado allí, escribiendo nombres en un papel. Tan concentrado con el entrecejo fruncido. Sus ojos se mueven rápidamente entre la hoja donde escribe y la hoja donde tiene los nombres.

-¿Qué está haciendo?-Lo miro inquisitiva y apunto con un dedo a la hoja.

-Anoto unos nombres para un campeonato de basquetbol. ¿Quiere ayudarme?-Me sonríe.

-Claro-Tomo la hoja y comienzo a dictarle los nombres.

-¿Cómo has estado? ¿No te duele nada?

-He estado bien ¿y usted?-ignoro la segunda pregunta.

-Igual, ¿Por qué ignoras mi pregunta?-Deja de escribir y me mira.

-Porque la verdad si me duele, pero como usted es una esponja, no quiero que se preocupe-le sonrío.

-No quiero que me mientas.-Me sigue mirando y me siento roja.

-Lo siento...

-Bueno, no importa... ¿Me sigues dictando?-trata de alivianar el ambiente...

-Chase... ¿Chase? ¿Chase va a participar?

-Sí, es bueno. ¿Por qué? ¿Vendrás a verlo?-Mira hacia Chase.

-A él precisamente no.-Lo miro y él también me mira. Sonríe y me avergüenzo de mi comentario. ¿Habrá captado lo que dije? Digo, ¿Habrá entendido que me refería a él?

-Que bien, ya te he dicho que alguien como él no es para ti.-Me río suavemente.

-Lo tendré en cuenta, me gusta alguien más alto y un poco mayor.

-¿De nuevo me dejará con la duda, tratando de adivinar quién le gusta?-Se gira a mirarme. Me doy cuenta de que no hemos parado de hablar y no ha anotado nada.

-Sí, tal vez sí.

-¿No confías en mí?-Me dijo mientras me miraba atentamente.

-Sí, confío en usted.-Le sonreí.

-Que bueno, porque yo igual confío en usted.-Me devolvió la sonrisa.

El sueño que tuve hace unos días se cruzó por mi mente.

Confiaba en él como nunca había confiado en alguien.