Mi profesor.

||26||

Capítulo 26: Marchando.

Veo a Derek doblando mi ropa y metiéndola a una maleta. ¿Realmente voy a hacer esto?

Camino de lado a lado por la habitación, con la duda tan persistente en mi mente pero sin ninguna respuesta que sea suficiente para calmarme.

-¿Estas bien?-Derek me mira desde el ropero.

-Dejaré a todos, a mis amigas, a mis amigos, a mis recuerdos...

Derek camina hacia mí y me abraza.

-No tienes que hacerlo, cariño. Tú lo querías hace un momento, pero si ahora no quieres está bien.

-¿No te da miedo dejar todo?

Derek vacila un momento antes de responder.

-Si te dejo a ti también estaría dejando todo.

Antes de dormir entre sus brazos, miro la pantalla del IPhone en el velador.

2:37 AM.

. . .

En la comisaría, el día apenas comienza. Me citan allí a las 8 de la mañana y a las 8:20 ya me trasladan al juzgado de policía local.

El imputado no está en la misma furgoneta que la mía, y lo agradezco. No quiero verlo mientras no sea necesario.

Pienso en las posibles preguntas que me harán. ¿Qué se supone que sucederá ahora? Le imputaran el cargo de autor intelectual del homicidio, y también de homicidio frustrado.

Pero allí entre medio, ¿Qué hacía yo? ¿Realmente debía demandar a mi propio padre por dispararme?

. . .

-Para continuar con la audiencia de este juicio, abogado defensor, ¿ha presentado algún testigo frente a este tribunal?

-No, sin embargo, tenemos preguntas para el testigo de la contraparte.

El abogado que me cito al juicio me mira y me hace una seña para que pase al estrado.

-Lucy Sky, hija de Garret Sky y Elissa Foster, 17 años.

-Señorita Sky, lamento mucho la pérdida que ha sufrido y el ataque perpetuado hace un día. Quisiera preguntarle un par de cosas, y esperamos con suma confianza que usted sea sincera en todas sus respuestas. ¿Podría hacer un juramento frente a este tribunal?

Miro hacia la audiencia, la prensa y toda la mar de personas hay allí. Trato de que no me debiliten.

-Yo Lucy Sky, juro decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad el día 27 de noviembre en el presente tribunal de policía local.

Observo a Derek y este me mira desde uno de los asientos en el público, su mirada me da serenidad, confianza.

-Muchas gracias, señorita Sky. Luego de esto, quisiera saber ¿Usted mantiene alguna relación ya sea de tipo amorosa o sexual con alguna persona?

Trago saliva antes de responder.

-No, señor.

-Ok, porque usted afirma que la persona que le disparo fue mi cliente, pero aún no hay pruebas que concreten esto. Sin embargo, se le ha visto por distintas puntos de la ciudad con alguien, en un modo amoroso. Seamos directos, señorita Sky. No me gusta el rodeo, ¿Mantiene usted una relación con su profesor de Gimnasia, el señor Derek Boone, ya sea dentro o fuera del establecimiento educacional que sobre pase los limites de profesor y alumna?

Miro atentamente al abogado y sin dudarlo un segundo la mentira fluye y le respondo:

-No, señor.

El abogado defensor se queda plasmado un segundo y luego dice no tener más preguntas. Me permiten volver a mi asiento.

Había mentido por Derek.

Había cometido perjurio.

. . .

El motor del auto ruge en cuanto arrancamos. La noche ya se ha posado sobre la ciudad, y en un martes por la noche, cercanos a navidad, las familias están en busca de árboles de navidad para decorar su hogar.

Veo como muchas camionetas cargan con uno detrás de ellas, o un par de personas con regalos casi tan apresurados como mi respiración ahora mismo.

Y es que en un día mi vida estaba tomando un vuelco tremendo. Apenas podía creérmelo.

*Flashback*

-Luego del juicio ya presentado y todas las acusaciones y defensas de los aquí presente, los jueces en una decisión en conjunto declaramos culpable al señor Garret Sky, por los cargos de tráfico de drogas, homicidio intelectual, y homicidio frustrado, condenándole así a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional y debiendo pagar una multa de $600 dólares los cuales serán utilizados para indemnizar a la víctima.-El juez hace el típico golpe de su martillo en el estrado y el juicio termina.

Habíamos triunfado.

El estaría encarcelado, y no me haría daño.

Todo estaba saliendo de acuerdo al plan.

Y en un par de horas me habían entregado el cheque con los $600 dólares.

Parecía casi irreal, casi.

Había un impacto de bala en mi brazo que me recordaba que todo había sido real.

*Fin del flashback*

La salida de la ciudad me calma. Menos luces, más bosques. Estábamos por tomar la carretera de la derecha para ir a nuestro destino, cuando saliendo de un Starbucks veo a todos mis amigos reunidos, riendo y siendo tan iguales como siempre.

No volvería a verlos.

Y no quería imaginar su cara cuando leyeran el mensaje que les había dejado.

Desde un celular que por supuesto, luego había destruido.