Llegó la noche, la luna esparcía su luz por todo el lugar. Eva miró una cueva acojedora que estaba iluminada por la luz de la luna.
— ¿Que tal ahí? —preguntó Eva.
— Podemos descansar ahí esta noche —respondió Ajar.
— Vamos entonces —dijo Eva.
— No creo que sea una buena idea, se ve muy oscura —dijo Gary mirando la cueva.
— Oh, Vamos —dijo Ajar.
— ¿¡Y si hay de esas cosas que querian comernos!? —preguntó Gary.
— ¿Te refieres a los insectos luminosos? —dijo Pitt.
— No lo creo... Bueno, si hubiera, hay que huir antes de que nos atrapen —dijo Ajar.
— Como sea... —dijo Gary y se deslizó hacia la cueva.
— Date prisa guapo... —dijo Pietra, ya adentro de la cueva.
— No hay señales de peligro, podemos quedarnos aquí —dijo Ajar.
— Genial —dijo Eva.
— Bien, hay que dormir —dijo Ajar y se acomodó en un rincón de la cueva.
Todos se acomidaron en distintos rincones y quedaron profundamente dormidos, menos Eva que se quedó mirando el techo de la cueva pensando.
— Se que viviras conmigo Ajar —dijo Eva y miró a Ajar— Lo harás... —dijo Eva y se quedó dormida.
Al día siguiente, Eva estaba en la entrada de la cueva, pensativa y mirando los dos hábitats de las serpientes verdes y las polvorientas.
— No será fácil que vivan juntos... —dijo Pitt con un suspiro, a lado de Eva.
— Pero lo lograremos —dijo Eva.
— ¿Sabes? Ajar y Yo buscábamos un nuevo hogar poco antes que te conocieramos, por eso estabamos en el Oasis —dijo Pitt.
— ¿Por eso se hizo pasar por una Verde? jeje, eso es lindo —dijo Eva.
— No, emm... Bueno... No exactamente —dijo Ajar.
— ¿Entonces? jeje, te veías lindo —dijo Eva.
— S-Solo queria estar lejos de mi hogar y de las polvorientas —dijo Ajar.
— Oh... Te entiendo —dijo Eva.
— Pitt y Yo siempre hemos estado juntos... Y en nuestro hogar siempre se han burlado de nosotros, nos han golpeado y nos llamaron perdedores... Por eso salí a buscar un nuevo hogar... Y te encontré a tí... —dijo Ajar.
— Lamento todo lo que te ha pasado... pero ahora viviras mejor conmigo —dijo Eva.
— ¿Lo crees? —dijo Ajar.
— ¡Por supuesto! De hecho, cuando te encontre me disfracé de polvorienta para salir de mi hogar, visitar el desierto, mi hogar solo habia gente que se interesaba por sus propiedades, y como las polvorientas no tenian guardespaldas no habia problema si me disfrazaba como una, pero ahora que te conozco, no me importa lo que venga, quiero estar contigo —dijo Eva.
Ajar abrazó a Eva y ambos se dieron un beso enamorados.
Más tarde, Eva volvió sola al Pasis y buscó a su padre para tratar de convencerlo.
— ¿¡Padre!? —dijo Eva buscando a Michael.
— ¿Que sucede hija? —respondió Michael.
— Escucha, padre... —dijo Eva y se acercó a Michael— sé que sone como una tonta ayer y yo solo me fui, pero ahora quiero hablar mejor sobre porqué Ajar no puede venir a vivir aquí. No es su hábitat, lo sé, pero, ¿qué problema hay si yo lo amo y no quiero que continue viviendo donde lo hacia? —dijo Eva.
— ¿Ajar? ¿Quién es Ajar? ¿Una polvorienta? —preguntó Michael.
— Si... escucha y no te alteres, ¿de acuerdo? —dijo Eva.
— Pero... —dijo Michael.
— Escucha, Es una gran y larga historia... Hace unis días, Yo estaba deslizándome hacia el desierto, cuando fui atrapada por un hombre llamado Omar. Me llevaba en una cesta con otras serpientes que llevaban años ahí, no sé que iban a hacerme, solo bailaba una melodía hipnotizante junto con las otras serpiente. Mientras más se alejaba la caravana de camellos, más me alejaba yo hasta llegar a una pequeña ciudad. Ajar cruzó todo el desierto de Sahara para encontrarme y rescatarme. Si no lo hubiese encontrado, no sé que hubiera pasado conmigo, por que me hice pasar por una polvorienta para salir de aqui y ver más afuera de aquí, padre —dijo Eva.
— ¿Una polvorienta? ¿Salvarte? —dijo Michael sorprendido.
— ¡No son como tu las describes! Tú piensas que son malvadas... Bueno, algunas... ¡Pero él no! Seguramente me hubiera matado apenas me hubiese visto, ¡y no lo hizo! —dijo Eva.
— Hija... Si se queda aquí, talvez llegue a ser la burla de otras verdes. Además si viene él, todas las polvorientas querrán venir a vivir aquí —dijo Michael.
— ¡Ay! ¡Odio cuando tienes un buen punto!... —dijo Eva y luego dió un suspiro— Mira, no será burla de nadie por que estará conmigo, y si está conmigo nada le pasará, ni será la burla de nadie. Las demás polvorientas saben que no pueden entrar aqui por muchas consecuencias —dijo Eva.
— Hija, puede sonar fácil tu plan, pero yo sé lo que te digo —dijo Michael.
— Aunque sea difícil padre, quiero que Ajar se quede a vivir en el Oasis... Padre por favor... —suplicó Eva.
— No lo sé... —dijo Michael y suspiró— Primero, debo conocerlo y después veré si llegamos a un acuerdo... —propuso Michael.
— Está bien padre, volveré en unos minutos con él —dijo Eva y se fué deslizándose.
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La Aventura de Ajar
FanfictionAjar y sus amigos volvieron al Oasis después de su gran aventura por el desierto para rescatar a Eva. Ahora el amor entre Ajar y Eva es tan fuerte, que se vuelve muy difícil que estén separados. Por esta razón, Eva busca la forma de que Ajar pueda v...