CAPITULO 11

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Mientras tanto, en una orilla del río algo lejos del Oasis, estaban Michael y Ajar aún inconscientes. En ese momento, una caravana de tuaregs pasó junto a ellos. Uno de los hombres bajó de su camello, y agarró a Ajar y Michael en sus manos y los metió en una de las canastas que llevaban y continuaron su camino.

Mientras tanto, cerca del Oasis...

— No deben estar muy lejos... eso espero, no quiero ir al hábitat de las polvorientas, pero si está mi padre ahí debemos ir ahora —dijo Eva.

— ¿Vamos a entrar al territorio de las polvorientas? —preguntó Gary.

— Si, debemos buscar a Ajar y a nuestro padre, vi que nuestro padre se dirigía hacia aquí, así que debe seguir aquí —dijo Eva deslizándose hacia el territorio de las polvorientas— Vamos Gary, sólo no parezcas nervioso y buscaremos al que se parece a Ajar, y preguntaré por mi padre —dijo Eva.

— No estoy nervioso hermana... Bueno, sólo un poco —dijo Gary— ¿Y por qué quieres a alguien que se parezca a Ajar? —preguntó Gary.

— Seguro él vió a nuestro padre, y nuestro padre está con Ajar muy seguramente, así que preguntaré por mi padre —respondió Eva mientras entraba al hábitat de las polvorientas.

— ¿Cómo sabes es esa serpiente no es la que los tiene atrapados? —dijo Gary

— Tranquilo, que seguro no es asi.. —dijo Eva muy segura de si misma.

Gary se deslizó con Eva entre las rocas, ambos buscando a Michael y Ajar, sin hallar rastro, hasta que...

— Vaya, creo que su apreciado Oasis queda hacia allá —dijo Saladin señalando la dirección del Oasis con su cola— Pero que sorpresa verlos, seguro buscan a Ajar y Michael... —dijo Saladin.

— Si, así es —respondió Gary.

— Oh, eh, Si... ¿los haz visto por aqui? —preguntó Eva.

— Si, sé dónde están. Están descansando allá —dijo Saladin y señaló una cueva con su cola.

Gary miró la cueva y dijo:

— ¿Y porque descansar aquí? —dijo Gary.

— El calor es muy sofocante hoy, tu padre fuera del Oasis, se desgastó mucho, eso es todo —respondió Saladin.

— ¿Y Ajar? ¿Él esta acostumbrado a este tipo de Calor? —preguntó Eva

— Aveces las polvorientas, al reciente cambio de piel, nos vemos muy cansadas... —dijo Saladin mintiendo.

— Vaya... Dile a nuestro padre que ya estamos aquí por él y por Ajar —dijo Gary.

— ¿Por qué no se lo dices tu mismo? Esta ahi dentro ,inclusive pueden estar despertando, llevan buen rato durmiendo... —dijo Saladin mintiendo.

— Está bien... —dijo Gary y se deslizó hacia la cueva.

Eva miraba a Saladin con un poco de desconfianza, mientras seguía a Gary hacia la cueva.

— ¿Hola? —dijo Gary entrando a la cueva.

— ¿Padre? ¿Ajar? —dijo Eva cuando entro a la cueva.

Saladin se quedó justo en la salida de la cueva y dijo:

— Son muy manipulables y creen cualquier clase de tonteria, quizá no los deje salir de aqui, hasta que ellos vuelvan... JAJAJA —dijo Saladin y terminó con una risa Malvada y burlesca.

—¿¡Q-Que!? ¿P-Pero Por que? —dijo Eva asustada.

—Agradezcan que no les fue como a ellos —dijo Saladin.

Saladin golpeó con su cola una piedra que mantenía la salida de la cueva estable, haciendo que esa piedra se moviera de su lugar y causase un derrumbe impidiendo la salida de Gary y Eva.

— ¡Oye! ¡No puedes encerrarnos aquí! —gritó Gary.

— Acabo de Hacerlo, JAJAJAJA —dijo Saladin burlándose

— ¡Sácanos, por favor! —gritó Eva.

Eva miró alrededor y notó un pequeño agujero entre las piedras que bloqueaban la salida.

— Gary, Hay una salida ahí —dijo señalando el agujero— hay que esperar a que se vaya y salir de aquí —dijo Eva.

— Está bien... —dijo Gary.

Al poco rato Saladin se retiró dejando a Eva y Gary encerrados, o al menos eso creía.

— Es hora Gary, salgamos de aquí sin hacer mucho ruido —dijo Eva.

— Bien... Tú primero... —dijo Gary.

— E-Esta bien —dijo Eva un poco nerviosa.

Eva se deslizó hacia la pila de piedras y se acercó al pequeño agujero entre ellas. Salió poco a poco asegurándose de que no hubiese nadie alrededor, y logró salir al exterior.

— ¡Gary te toca a tí, rápido! —dijo Eva tratando de no llamar la atención.

— Bien, ya voy —dijo Gary y se deslizó por el agujero cuidadosamente.

Gary logró salir de la cueva y se fue con Eva del lugar, pero todavía tenían que encontrar a Ajar y Michael.

La Aventura de AjarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora