La Aventura de Ajar

CAPITULO 10

— ¡Hay varias salidas, pero las demás polvorientas debieron haberlas bloqueado! —dijo Ajar.

— ¡Debemos buscar una! — Dijo Michael.

— ¡Vamos por acá! —dijo Ajar.

Ajar se deslizó rápidamente entre las rocas buscando una salida. Michael siguió a Ajar a una posible salida cuando de pronto...

— ¡No irán a ninguna parte! —dijo Saladin y se lanzó contra Michael y Ajar.

Michael cayó al piso junto con Ajar, justo en el borde de un precipicio donde abajo pasaba el río.

— ¡Eres un maniático Saladin! ¡Quieres inclusive matarnos! —dijo Michael.

Michael vió el río detrás de él, después miró a Ajar y Saladin. Ajar miraba a Saladin asustado, en eso, Michael dió un coletazo al piso echando tierra a los ojos de Saladin. Saladin cerró los ojos por la tierra y aprovechando esa distracción, Michael se lanzó al rio junto con Ajar.

— ¡AAAAAAAHH! —gritó Ajar cayendo hacia el río.

— ¡Ajar baja la cabeza! —gritó Michael hacia Ajar.

Ajar siguió la indicación de Michael y cayó al agua logrando sumergirse sin sufrir el golpe contra el agua. Michael cayó ylla rápidamente salió a la superficie sujetando a Ajar para impedir que se sumergiera y se ahogara mientras peleaba contra la corriente del rio. Ajar daba bocanadas de aire, tenía miedo de ahogarse, ya que las polvorientas no sabían nadar.

Michael no podia mantenerse mucho tiempo en la superficie, debido a la debilidad que tenia después de los golpes que le dió Saladin, así que poco a poco fue perdiendo el conocimiento hasta quedar desmayado. Ajar hizo el intento de nadar, pero no pudo, lo que causó que se sumergiera y se quedara sin aire quedando desmayado. Ambos quedaron en el río arrastrados por la corriente.

Mientras tanto, Eva estaba con su madre, estaba muy preocupada porque su padre y Ajar no habían vuelto.

— Madre, ¿crees que algo la halla pasado a mi padre y a Ajar? —preguntó Eva preocupada.

— No lo sé hija... —dijo Natacha, la madre de Eva.

— Ya tardaron mucho —dijo Eva preocupada.

— Bueno, habrá que buscarlos —dijo Natacha.

— ¿Estas segura? —preguntó Eva.

— Completamente —respondió Natacha.

— Entonces iré a buscarlos —dijo Eva y se fue a buscar a su padre Michael y a Ajar.

— Madre, ya los buscamos en el Oasis y no estan por ningún lado. No quiero pensar que están en el hábitat de las polvorientas, por que ví dirigirse a mi padre a ese lugar —dijo Eva.

— Estarán bien hija, conozco a tu padre... Están a salvo —dijo Natacha.

— No quiero salir del Oasis, pero hay que hacerlo para encontrarlos —dijo Eva.

— Ve con Gary, no vayas sola —dijo Natacha.

— ¿No vendrás? —preguntó Eva.

— Esperaré a tu padre, le prepararé la comida —dijo Natacha.

— Seguramente harás eso... como sea, dile a Chief chief y los demás que no me sigan... —dijo Eva y se fué deslizándose buscando a Gary.

En cambio, Gary estaba en su cueva con Pietra descansando, en eso, entró Eva.

— ¿¡Gary Estas aqui!? Si lo estás, ¡sal rápido! ¡Vamos a buscar a Ajar y nuestro padre rapido! —dijo Eva.

— ¿¡Qué!? Qué nuestro padre ¿qué? —dijo Gary.

— Hace rato salió a buscar a Ajar y no ha vuelto, ninguno de los 2, y ya se tardaron bastante, ¡hay que buscarlos! —dijo Eva.

— ¿Y tengo que salir? —dijo Gary.

— Tienes que acompañarme —dijo Eva.

— Está bien... Ya voy —dijo Gary.

— ¡Rapido! — dijoo Eva apresurando a Gary.

Gary salió de la cueva dejando a Pietra sola y se fué con Eva.