CAPITULO 14

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Ajar no podía controlarse a sí mismo, la melodía había tomado el control de su cuerpo haciendo movimientos ondulantes, fluyendo en ritmo dentro de él.

En cambio, Michael, hipnotizado por la melodía de la flauta, empezaba a danzar involuntariamente, no podía controlarse, el poder que lo envolvía era bastante fuerte.

Las otras serpientes se detuvieron y quedaron totalmente sorprendidas viendo a Ajar y Michael dejándose llevar por la melodía de la flauta. Sabiendo que era su primera vez, y no lo hacían tan mal.

El espectáculo terminó, y el hombre devolvió a las serpientes a la cesta.

Michael estaba recostado en un rincón de la pequeña recámara, quedó exhausto por la danza, y al ser su primera vez bailando, su cuerpo se desgastó de más.

Darkness y Kathy, miraban desde su pequeña recámara a Ajar y Michael, ambas estaban muy penstivas de ellos.

En cambio, Ajar estaba muy confundido, cansado, no supo lo que había ocurrido.

— N-No entiendo... ¿Qué fué lo que ocurrió?... Ahora entiendo de qué hablaba Eva sobre esa música... —dijo Ajar algo asombrado y preocupado.

Kathy miró a Darkness y dijo:

— Al menos terminaron su danza, no cayeron en medio de ella —dijo Kathy.

— A pesar de querer encajar, ellos nunca lo haran. No son como tú y yo, o Niro y Yhia, son muy diferentes de muchas formas, pero inferiores a nosotros cuatro —dijo Darkness celosa.

— Hay que ver qué pasa, y verás que encajarán aqui. Puede que incluso les gustó la danza... Tanto que no querrán irse —dijo Kathy.

— Como sea... sólo fué su primera vez bailando. Parece que el azulito no, pero de el verdecito sí se ve muy exhausto —dijo Darkness.

— Si al ''Azulito y Verdecito'' te refieres... hablas de Ajar y Michael ¿no? —dijo Kathy.

— No me interesan sus nombres, les diré Azulito y Verdecito, suena mejor jiji —dijo Darkness.

Mientras, Ajar estaba pensativo, tratando de hallar una forma de escapar.

— Vaya Ajar, te viste excelente allá afuera, verás que tarde o temprano no te vas a arrepentir de esto —dijo Yhia entrando a dónde está Ajar— Y veo que a tu amigo también le agradó —dijo Yhia mirando a Michael.

— Ésa música... Fue tan potente... No sé porqué no pude escapar... —dijo Ajar.

— ¿Escapar? Ya te lo dije, no hay forma... Si lo intentas, seguro terminarás muerto —dijo Yhia.

— ¡Hola! ¿Que tal estan ambos? —preguntó Kathy felizmente.

— Bueno... —dijo Ajar.

— Jeje, seguro están de lo mejor, en especial tu amiguito Michael, se ve que no pudo acabar con su calentamiento —dijo Kathy.

— Está exhausto —dijo Ajar.

— Es normal en novatos —dijo Kathy— ¡Pero tú te luciste Ajar! ¡Ambos bailaron genial!, fué como ver... como ver... ¡Wow! ¡sólo fue Genial! —dijo Kathy emocionada.

— No es para tanto Kathy —dijo Yhia.

— Oh, vamos Yhia, es genial ver a nuevos que no acaban como zapatos o cinturones y luego verlos danzar —dijo Kathy.

— ¿¡Zapatos!? ¿¡Cinturones!? —dijo Ajar asustado.

— Esa piel es de calidad —dijo Kathy observando la piel de Ajar y Michael— de no ser por eso, ustedes estarían en los pies de alguna persona —dijo Kathy.

Ajar se quedó mudo al escuchar esas palabras de Kathy, estaba asustado, y se dió cuenta de lo complicado que iba a ser escapar.

En ese momento, Michael despertó lentamente mirando a Kathy y Ajar.

— Nunca pensé que estar aquí... fuera tan duro... No entiendo porqué debemos estar aquí... —dijo Ajar triste.

— Pero dudo mucho que los deje aquí mas tiempo, seguro los dejará con las pitones agresivas en medio del desierto para que sean su cena, quién sabe, aprovechen su tiempo —dijo Kathy bromeado.

— ¿¡P-Pitones Agresivas!? —preguntó Ajar.

— Definitivamente —respondió Kathy.

— V-Vaya... ¿E-Eso se puede evitar? —preguntó Ajar aterrado.

— Umm... no Jajaja —dijo Kathy y soltó una risa de burla.

— ¡No es divertido! —dijo Ajar.

— Oh si que lo es —dijo Kathy.

Ajar se enfureció por la broma de Kathy, así que se fue a un rincón lejos de Kathy.

— Jaja, éstos chicos de hoy en día, no aguantan nada —dijo Kathy.

Kathy miró a Michael y le preguntó:

— ¿Haz dormido bien Micky? —preguntó Kathy.

— No me gusta que me digan así —respondió Michael.

— Oh, jeje, seguro, lo lamento —dijo Kathy.

— De verdad, no me gusta —dijo Michael.

— Está bien, no te diré más, pero, ¿dormiste bien? —volvió a preguntar Kathy.

— Estoy muy cansado aún —respondió Michael.

— Escucha, no quiero caerle mal a nadie... Me llamo Kathy, soy bastante bromista, sólo que aveces me paso un poquito, jeje —diijo Kathy presentándose.

— Uh, Soy... Oh eh, ya me conoces parece... —dijo Michael.

— Jeje, no te preocupes, Ajar me contó sobre ti —dijo Kathy.

— J-Jeje, u-un placer, Kathy —dijo Michael un poco nervioso— ¿E-Escuchaba que decias algo sobre zapatos? —preguntó Michael.

— Sí, solo era una broma para Ajar, y se fué furioso a un rincón —dijo Kathy.

— ¿Que broma? —preguntó Michael.

— Sobre que los dejarían con las agresivas pitones —dijo Kathy.

— ¡AH! ¿P-Pitones? —dijo Michael asustado.

— Hey, tranquilo, he dicho que es una broma —dijo Kathy.

— Eso espero Kathy —dijo Michael intentando relajarse.

— ¿Pero, por qué el susto? —preguntó Kathy.

— S-Sólo recordaba algo... lo lamento si te asusté por el grito —dijo Michael.

— No pasa nada, jeje —dijo Kathy.

La Aventura de AjarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora