Ͼ₳PĺŦʉ₤Ø 3

3.1K 312 60
                                    

—El eslabón más débil—

Las horas avanzaban y el reloj era testigo de eso, hacia más de un tiempo que había dejado a Lust solo en ese lugar. Necesitaría tiempo para poder adaptarse a su nuevo hogar. Al principio seria un poco difícil, con eso de que en su cabeza rondaba su supuesta familia. No. Nadie amaba a Lust más que él y esa "familia" se olvidaría de él tarde o temprano, mejor que fuera temprano, y viceversa. Reemplazaría a todos sus seres queridos consigo mismo, tanto que Lust no podrá pensar en nada ni en nadie que no sea él. Sera tan dependiente que no podrá vivir sin respirar el mismo aire que él. 

Se encontraba nuevamente frente a la puerta que conducía a ese sótano. Había sido una habitación construida especialmente para su preciada pareja donde viviría el resto de sus días a su lado o al menos hasta que comprendiera de lo que se trataba. No había tenido tiempo de decorar la habitación por lo que estaba seguro de que no era del todo cómoda para Lust, pero quería tenerlo tan pronto como fuera posible, luego se preocuparía por arreglar el cuarto con todo lo que él le quisiera. Seria más cómodo para ambos. Y más cálida. 

Parecía ser una especie de congelador ahí abajo, estaba realmente frío, por ello era que cargaba consigo algunos cobertores, no quería que su preciado tesoro pasara frío. Bajo los escalones con lentitud y dibujo en su rostro la mejor sonrisa que alguien podía darle a Lust, merecía todas y cada una de sus expresiones. El único obstáculo era que este estaba dormido, tumbado en la cama matrimonial que había puesto en la habitación, aun había pequeños rastros de lagrimas en su rostro lo que le daba la idea de que había estado llorando hasta el cansancio. 

Lo cubrió con el cobertor de una manera en la que no pudiera pasar frío nunca más en su vida. No le haría falta nada. Esas lagrimas no serian necesarias de ahora en adelante. No habría nadie por quien llorara, solo tenia que superar a esos que llama "familia" y entender que debía poner toda su atención en Horror. Siempre. Siempre. 

Lo encadenaría a él evitando todo eslabón que pudiera romperse y se el culpable de su separación. Estarían atados el uno al otro en cuerpo y alma porque se amaban. Sabia que Lust lo amaba solo que necesita darse cuenta, con todo ese trabajo y todas esas desagradables personas que ocupaban su mente no podía darse cuenta, pero ahora estaba con él. Le haría entender que estaban hechos el uno para el otro, porque lo estaban. Lo único que tenia que hacer era abrir los ojos y ver la realidad. Su realidad la cual los unía y en donde tendrían una vida feliz como debió de ser desde el principio. Juntos. 

Era hermoso cuando dormía. Su rostro placido. Su respiración tranquila y controlada. Sus movimientos y se preciosa voz al murmuran palabras entre sueños. Quería estar en ellos. En todos sus sueños ya que Lust siempre ocupaba los suyos. No evito recostarse a su lado y acariciar su bello rostro, estaban destinados a estar juntos, unidos, encadenados, atados en alma y muy pronto también en cuerpo. 

৲Tag you're it৻৲HorrorLust৻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora