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—Planeación—

La cabeza le estaba dando vueltas. Esa última conversación con Cross, le había dejado un sabor amargo en la boca.

Conocía al chico, al menos lo suficiente como para saber que detrás de esa mascara de chico malo y sarcástico, había un corazón frágil. Uno que estaban manipulando fácilmente. Creyó que por eso se negó a ayudarle, porque alguien estaba tirando de sus hilos.

Y ahora, solo había confirmado su teoría.

Esto era más grande que un simple secuestro.

Iba más allá que eso.

Pero ¿qué motivos debía haber para crear un lío tan grande como ese? Probablemente y ese juego que Error le había impuesto, también era parte de todo ese complot.

Una distracción.

Desaparecer a Lust. Hacer de Error una distracción. Callar a Cross.

Había una mente maestra detrás de todo eso y estaba convencido de que se trata de Nightmare. No le sorprendería para nada que fuera él responsable de todo eso. Siendo encubierto por sus más importantes subordinados. Y el resto, debía estar esperando a hacer su movida.

Pero, él también tenía una mente maestra. Y no se trataba de Dream o de sí mismo, su arma letal estaba dentro del grupo del enemigo. Solo necesitaba a traerlo.

<<Me mataran si me ven hablando contigo>>

Porque Cross lo sabía todo. Tenía esa manía de observar y enterarse de cosas que no quería. Y era tanto así, que debían callarlo, pero no querían hacer cargo de un cuerpo después.

Cross estaba parado en medio del infierno y ni siquiera lo sabía, porque con un corazón tan débil como el suyo, solo buscas protección.

Y al parecer, ellos se la brindaban

[...]

-No era nada, no te preocupes. - Lust le miró bajar los escalones escondiendo su odio y angustia detrás de una sonrisa de alivio. Alguien había estado en la casa, Horror lo supo de inmediato por el sonido de las pisadas sobre ellos.

Lust se tensó por ello. Por primera vez, no quiso ser encontrado, Horror estaba ahí, temía por la vida de quien quiera que fuera el que estaba paseándose por la casa. Estaba realmente aterrado de que aquel demente regresara con la ropa ensangrentada y una cabeza de algo. El pensamiento le provocó náuseas y escalofríos.

Obviamente quería salir de ahí. Fuera por sus propios medios o por la intervención de una tercera persona. Sería un verdadero alivio salir de ahí con vida. Por ello, quería la posibilidad se diera cuando Horror no estuviera por los alrededores.

<<Jadeando entre cada paso, la carrera que había hecho desde ese oscuro y tortuoso lugar, le hizo llegar al pueblo muerto con el corazón latiendo rápidamente y la respiración agitada.>>

-Que gusto. - Trató de sonar convincente. Creíble. Hacerle ver que realmente no le importaba si había alguien o no. Pero en el fondo, lo deseaba. Con toda su alma deseaba que aquel intruso le encontrara y se apiadara de él.

<<Su vestido había vuelto a arruinarse, pero, no podía tomarse el tiempo para arreglar su atuendo. Siguió corriendo por un buen rato hasta que terminó frente a esas inmensas puertas. Se dejó caer rendida de rodillas en la fría nieve, y se permitió descansar por un momento.>>

Sentir sus manos tomar las suyas y entrelazar sus dedos tan dulcemente, le dio un ataque de cólera. ¿Cómo podía ser así? ¿Cómo podía ser tan cínico? Comportarse tan normalmente, transformar todas sus malas acciones en actos de amor. Ilegales e inhumanos. Así describía las acciones de ese tipo.

Innecesarias.

Porque, ¿qué le costaba acercarse y entablar una conversación común y corriente? ¿Por qué vio necesario el uso de la fuerza y la privación de su libertad?

Descarado.

Descaradamente innecesario.

<<No fue necesario que llamara a la puerta, una de ellas se abrió y el nuevo dueño del lugar salió a su encuentro. - ¿Y? - Aliza alzó el rostro a mirar al chico de apariencia emo. Algo escalofriante, pero estaba costumbrada a su apariencia.>>

Pero lo dejaría pasar. Seguiría su juego. Sería lo que él quisiera que fuera.

El novio perfecto, el amante correcto, el esposo patológicamente dañado.

Claro, todo era hipotético. Aún no había dejado de tocar el suelo con sus pies, estaba completamente consciente de la situación. Solo estaba esperando.

<<-Tenias razón, Mett. - Respondió agitada. -Lo encontré, está en la casa. - Sonrió orgullosa, pero su descubrimiento no causo impresión en Mettaton.>>

Esas manos que sostendrían las suyas, se volverían completamente débiles y heladas. Y esos ojos que le miraban con tanto amor y aprecio,

Convertiría ese loco y despiadado romance en un sádico y apasionado homicidio. Iba a demostrarle lo que era un verdadero acto de amor. Muy bien, probablemente había perdido un poco el juicio, pero cobraría todas esas semanas que le robó.

- ¿Por qué estas tan callado? - Escuchó la voz de su supuesta alma gemela de toda la vida. Tan tranquilo, claramente preocupado, pero sin dejar de brindarle esas inocentes caricias. Le miró fijamente, y después de tanto tiempo, no tuvo que esforzarse para sonreír.

<<- ¿Realmente sigue vivo? - Levantó la mirada hacia lo profundo del bosque.-Mala suerte. ->>

Sonrió con ganas. Una sonrisa genuina, llena de alegría y satisfacción.

Pero no dijo nada. Se mantuvo en silencio. Porque no planeas un asesinato en voz alta.