—Egoístas e hipócritas—
Egoísta era la palabra que lo describía a la perfección. Sentía algo de pena por Ink por haber confiado en alguien como él, era tan ingenuo. Pobrecito. Error fue el primero en romper aquella promesa de no consultar ni a Dream ni a Nightmare. Esa apuesta seria solo entre ellos, pero en cuanto el pintor se fue Nightmare le confeso todo. No le sorprendía que Horror hubiera secuestrado a Lust, siempre fue consciente de su obsesión por esa miseria, tampoco le sorprendía que Nightmare lo estuviera encubriendo.
¿Otra cosa de la que no debia sentirse sorprendido? Era que él era todo un egoísta. Porque si, supo dónde estaba Lust desde un principio, pero ¿por qué no fue a matarle entonces? Simple, era más entretenido ver como Ink acudía a medidas desesperadas. Le gustaba verlo así, envuelto en conmoción, sintiéndose tan pequeño y vulnerable. Lo dejaría jugar al detective un rato más, tal vez hasta se le sumaria solo para verlo hundirse en depresión de cerca.
No por nada su grupo tenían una mala reputación.
Todos eran iguales, egoístas e hipócritas. Todos habían escuchado a Horror hablar de Lust, todos habían estado ahí cuando dijo que tal vez lo secuestraria, todos sabían que pasaría y paso. Aunque al principio si fue todo un misterio, si comenzaban a atar cabos, todo quedaba muy claro. Pero no dirían nada.
Había más lealtad entre ellos de lo que se podría imaginar.
Tal vez demasiada.
[...]
Cross no era una persona conflictiva. A decir verdad, tenía su estricta política de vive y deja vivir. Era por ello que no quería verse involucrado en aquel problema, pero como Nightmare era todo un hipócrita, lo había integrado al círculo sin su consentimiento. Claro, como si alguna vez hiciera algo con su consentimiento. Sinceramente no estaba del lado de nadie, le importaba muy poco si encontraban o no a Lust, le daba igual si Error e Ink tenían una apuesta absurda. Así como también dejaba pasar por alto el hecho de que Horror tenia a Lust y Nightmare lo respaldaba.
Cada quien ¿no?
Sin embargo, la culpa siempre recaía en quienes sabían el secreto y no en quienes habían cometido el crimen. No quiso enterarse por eso, porque ahora su conciencia debatía con su ley de vida. Porque si, en el pasado pudo haber sido una persona horrible, pudo haber arruinado muchas vidas e incluso enviado algunas almas al otro mundo, pero aun conservaba un pedazo de conciencia pura en su cabeza. A la cual trataba de mandar a tomar por culo, ella y sus argumentos de buena persona. A Lust el convendría muy bien que hablara, si, podía imaginar el infierno que el pobre chico podría estar viviendo, pero le era más fiel a Nightmare, siendo este quien le proporcionaba su hogar y su protección.
Absurdo para algunos, lógico para él.
No quería imaginar la cara que Nightmare pondría cuando se enterara de que había abierto la bocotá, como todo un soplón. Y él era todo menos un soplón. Y por ello estaba ahí de pie, pensando en la manera más adecuada de llamar la atención de la pesadilla sin que se molestara por interrumpir con su meditación. Pero ni siquiera tuvo que hablar para que Nightmare notara su presencia en el umbral de la puerta. Levanto el rostro para cruzar sus miradas, el monocromático dio un ligero respingo, miró el suelo por unos segundos tratando de eliminar la ansiedad que sentía, la cual había formado un nudo en su garganta imposibilitándole soltar palabras. -...No diré nada. - Dijo casi en un susurró. Y una tétrica sonrisa ilumino el rostro de la pesadilla.
-Que buen niño. - Las palabras le sonaron repugnantes, porque ¿qué tenia de bueno? estaba ocultándose detrás de Nightmare, dejando que Lust sufriera por su beneficio, se prefirió a él antes que a otros. Porque le gustaba tener un hogar, le gustaba la compañía, aunque no fuera mucha y....también gustaba de Nightmare. ¿Cómo podría abrir la boca entonces? Igual todo era por amor. Horror con su crimen perfecto para tener el amor de su vida y los cómplices sentados en una banca solo observando de lejos, con cintas en la boca para no perder a la persona que amaban.
Vive y deja vivir.
Cada quien con su vida y sus problemas. Quizá si fingía demencia, Ink lo perdonaría. Podría decir que Dust le pego su loquera. Como si...eso se pudiera. Lo siento Lust, pero no hay mucha gente que quiera ponerte por encima de sus propios méritos. Sin embargo, Horror aun no debería de cantar victoria, porque todavía es muy pronto para ello. Y lo sabe.
[...]
Definamos locura. Según en términos psicológicos, es la privación del uso de la razón o del buen juicio. Comportamientos absurdos y sin motivo. Lust no creía que Horror tuviera demencia, por supuesto que no, pues era tan delicado, atento y seguro de sus acciones que parecía ser completamente consciente de la situación ahora mismo. Si, había secuestrado a alguien, y no parecía cuestionarse si lo que hizo fue correcto, no, él aseguraba que era correcto. Alguien sujeto a la locura podía experimentar algunos cortos capítulos de lucidez de vez en cuando, pero Horror parecía estar lucido en todo momento. No estaba loco.
¿Él era así entonces?
Lust hubiera deseado ser secuestrado por un demente que por alguien que este acuerdo, pero con ideas totalmente ridículas y equivocadas. De donde él venia, el amor no se conseguía secuestrando a la persona que te gusta, no, ellos...bueno, ellos tampoco tenían el mejor método de conquista. Te gustaba alguien y te acostabas con él...¡Pero en otros mundos! Se conquistaba a la persona que te gustaba. No sé, flores, indirectas, mensajes, regalos. ¡Pero era obvio que el secuestro no era un método efectivo para el noviazgo!
Él quería enamorarse, claro, todos en algún punto deseamos experimentar el amor. Pero no así. Ese amor que Horror le proporcionaba solo le daba nauseas, y ganas de morir. Dispararse, cortar, envenenarse. ¡Lo que fuera! Solo con que pudiera alejarse de él. Y si es que no podía entonces ¿cuándo tiempo tardaba en desarrollar el síndrome de Estocolmo? Ojalá y se diera prisa porque ya estaba comenzando a cansarse de esto. Quizá si se enamoraba de él todo podría ser menos...aburrido, deprimente y eterno...o si fingía estar enamorado todo sería más fácil. Era un verdadero Drama Queen. Técnicamente ya lo tenía comiendo de la palma de su mano, solo había que reforzar esa relación. Conseguir su estancia fuera de ese sótano y tal vez luego podría envenenarlo.
Porque si, quería matarlo no solo huir de él. Iba a asegurarse de que no le persiguiera jamás en su vida.
El sonido de la puerta lo saco de su ensimismamiento, Horror bajó escalón por escalón con una tranquilidad que hacía sentir nervioso a Lust. Y no porque tuviera miedo de él sino por lo que estaba a punto de hacer. Su cabeza decía, pero su cuerpo decía no. Ah, ya, al diablo, igual ya no tenía nada que perder. -Lust, tengo un...- No terminó de hablar cuando el mencionado había tomado su rostro y plantado un salvaje beso. Sabia como seducir a cualquiera, pero Horror no era un cualquiera, por lo que se decidió a esforzarse el doble. Dejó que su lengua explorara cada rincón de su cavidad, se dejó meter mano sin ninguna queja como las veces anteriores, esta vez no diría nada que no fuera <<Te amo>> aun si las palabras le daban asco. Le hablaría, le sonreiría, le besaría y tendría sexo con él hasta que se tragara todas y cada una de sus mentiras.
Luego vendría lo bueno. Clavaría un cuchillo en su alma y se quedaría a mirar cómo se convertía en polvo, quemaría esa casa y cuando estuviera totalmente satisfecho se marcharía con una gran, y de verdad una gran sonrisa en su rostro.
Lo mataría. Lo juraba por su vida.
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৲Tag you're it৻৲HorrorLust৻
FanfictionMientras los cuervos cantan de noche, los perros se mueren de hambre. Ellos buscan entre los desechos por unas sobras que masticar mientras su Rey observa antes de que empiecen a morderse entre ellos. Pero uno es letal y necesita un alimento especia...