৲Tag you're it৻৲HorrorLust৻

Ͼ₳PĺŦʉ₤Ø 22

—Lazos—

Su grupo era inestable. 

Error siempre lo pensó, por eso hacía su mayor esfuerzo por pasar el menor tiempo posible con ellos. Error, a pesar de estar del mismo lado, no cuadraba del todo con ellos. Él todavía era racional y eficiente. Horror, Killer y Dust no tenían consciencia, no tenían planes, no tenían vida. Él si, por eso fácilmente se halló con Cross.

Dream le enseñó a su guardián las cosa buenas de la vida, esas diminutas migajas que le daban sentido a algo y cuando Cross llegó a ellos con esa ansia de querer ver más fue lo que lo atrapó. Porque finalmente había algo vivo entre tanto muerto. Ya no era el único que quería más, pero que tenía las manos atadas. 

Porque Nightmare había notado ese vivido sentimiento en Cross, el amor por la vida no estaba permitido en su castillo ni en su grupo. Todos tenían que ser tan infelices como el rey que los gobernaba. Por eso lo había enganchado con mentiras y coqueteos falsos, ya no solo tenía otro miembro infeliz, tenía un perro que se arrodillaría si se lo pedía. 

Pero Error no. A Error jamás pudo domarlo como al resto. Le daba muchos problemas, tenía consciencia, razón, personalidad propia y, claramente, autoestima. No podía controlarlo como una muñeca. Igual que al resto. Error estaba ahí por qué quería, pero también había cambiado de bando un par de veces solo por diversión, se había juntado con la Diosa de la vida durante un buen periodo de tiempo, había ayudado a Ink con un par de eventos desafortunados y también peleó contra su propio equipo en defensa de otros seres inferiores. 

Pero sin olvidar el hecho de que era el Destructor de mundos. 

Error iba y venía cuando quería y podía. Asumía cualquier papel con tal de distraer su mente y malgastar su tiempo. No tenía un lugar definido y la verdad es que le daba lo mismo. Solo le era leal a una persona, a parte de que le tenía mucha envidia, y era nada más y nada menos que Geno. 

Porque para él no había una línea de tiempo. No existía el antes, el ahora ni el después; tampoco existía el amanecer ni el anochecer en el mundo en blanco en el que estaba. Geno era simple y sencillamente alguien admirable, no solo para Error, también para Ink, Cross, Reaper e incluso el propio Dream. 

Probablemente la admiración hacia Geno era lo único que unía a varios de ellos. La envidia por una vida tranquila, sin expectativas ni estímulos en un lugar dónde nadie espera nada bueno ni malo de ti por lo que no te debes esforzar por mantener una apariencia mala o buena. 

Geno era casi como un núcleo. Era el universo central entre un multiverso con diversidades infinitas, ahí era dónde las diferencias terminaban y los enemigos podían sentarse uno junto al otro para hablar de cosas sin sentido sin temer a ser juzgados. El vacío, la neutralidad de Geno sumada a la autoridad (la cual se había ganado haciendo nada más que existiendo) los impulsaba a conocerse a fondo y en secreto. 

Y a reconocer las actitudes anormales de su enemigo. 

Las peleas físicas y discusiones verbales estaban prohibidas ahí. Geno, que estaba entre la vida y la muerte, cumpliendo una condena de inmortalidad rodeado de soledad, silencio y el arrepentimiento de sus acciones; se había vuelto más sabio que el resto pues su única distracción en ese mundo vacío era meditar.  

Por eso, cuando la muerte vino a él y le dijo sobre el desastre que se estaba formando en el multiverso no tardó en percatarse de a dónde iba todo esto. 

Nightmare no iba a perder a su perro y Horro a su amante, y cualquiera que haya tenido relación con ellos sería juzgado. Geno, después de todos sus años de condena se había vuelto pacifico y conformista, por eso cuando abrió los ojos dando por terminada su última plegaria a la Diosa de la vida se puso de pie encarando a la muerte misma.