Out Of My Limit. (Luke Hemmings y tu)

Capitulo once.

Capitulo once.

Lo admito, explicarle a Luke porque lo encerré salvajemente en un armario de limpieza fue aun más extraño que el hecho de tener que hacerlo, pero de alguna forma sirvió para entrar en confianza y rellenar ese incomodo silencio que se produjo en el ascensor.

Estaba nerviosa, pero al mismo tiempo emocionada. Estar con Luke era, para mí, como la primera vez que saltabas en parapente, al principio estas completamente nerviosa pero luego, en el momento en el que compruebas que este se abrió, puedes asegurar que es el mejor momento de tu vida.

La única diferencia eran las mariposas.

Y es que cada vez que miraba a Luke de reojo una sensación extraña y poco conocida para mí se acomodaba en mi estomago. Me hacia querer sonreír como boba. Aun seguía sin poder creer que esto era real y estaba segura de que me costaría asimilarlo.

-¿A dónde iremos? –Parecía una niña pequeña en una ciudad desconocida y, gracias a la altura de Luke, eso es lo que parecía.

-Es una sorpresa –Luke llevaba las manos en sus bolsillos mientras caminaba. A decir verdad esa chaqueta negra le quedaba de maravilla y, el guardar sus manos en los cierres de esta, lo hacía ver realmente atractivo. Pero vamos, es Luke Hemmings, podría estar vestido de payaso y se vería estupendo. -¿Te gusta la playa, verdad?

-La detesto –Dije con la peor cara que pude poner, al ver el sobresalto de Luke me apure en aclarar –Es una broma, me encanta la playa.

Tomamos un taxi a la salida del hotel. En invierno, a esta hora, se supone que debía de estar oscuro pero, como estamos en verano, aun quedaban al menos noventa minutos de claridad. En el taxi nos fuimos conversando mayoritariamente de música puesto a que el canal de radio que tenía puesto el chofer era realmente malo. Aunque intentábamos disimular nuestros comentarios y hablar casi en un susurro, nuestras risas eran evidentes. El chofer termino cabreado y apago la radio.

-Amo el olor a mar –Aunque no estábamos precisamente en la arena el olor a mar me llegaba directamente a mis sentidos. Caminábamos por la costanera y era realmente agradable. Corría una brisa que de verdad era reconfortable después de treinta grados de calor.

-Cuando éramos pequeños –Luke pareció meditar algo –Bueno, hace tres años –Una risa nerviosa se escapo de sus labios, dios era adorable –Solíamos sentarnos justo en esa banca con Michael y Calum, tocábamos canciones y la gente que pasaba nos daba dinero, era genial. Elegí este lugar para tocar porque de cierto modo el mar me inspira –Nos miramos y sonreímos al mismo tiempo - Éramos tan malos…

-Hey, no eran malos –Dije riendo –Eran adorables, digo, los covers que subían a youtube eran adorables.

-¿Crees que éramos adorables? –Asentí sonriendo mientras Luke me observaba -¿Crees que soy adorable?

-Oh, no lo creo –Una risa se me escapo. Claro que era adorable, pero no era capaz de admitirlo. Luke me miro indignado mientras se hacia el ofendido.

-¿Ahora soy adorable? –No exagero cuando digo que Luke hizo la cara más tierna de todo el universo. Un puchero se formo en sus labios y sus cejas se alzaron, era irreal. Sonreí y asentí mientras él se reía satisfecho. Después de unos segundos de silencio, en los que lo único que podía hacer era buscar en mi cerebro algún tema de conversación interesante, Luke hablo nuevamente. -¿Te puedo hacer una pregunta?

-Claro –Dije un poco obvia. Seguíamos caminando por la costanera y al parecer estábamos llegando a una de las ferias que suelen ponerse cerca.

-¿Tienes algún tipo de…? Ya sabes, algo –Luke arrugo un poco la nariz. Lo conocía hace poco, bueno prácticamente el me conocía hace poco, pero ya sabía distinguir perfectamente sus muecas de nerviosismo. – ¿Algo con Travis?