Out Of My Limit. (Luke Hemmings y tu)

Capitulo cinco.

Capitulo 5.

-Vamos. Levántate, es tarde –La voz de mi madre me saco de un profundo sueño en el que estaba sumergida. Me lleve las manos a los ojos e intente no bostezar, falle. Me costó abrir la boca y, realmente, vista desde otro punto, estaba en un estado deplorable.

No estaba enferma ni nada por el estilo, pero el hecho de tener sueño y tener que despertarme hacia que tanto mi ánimo como mi cara se fueran por el drenaje. Eso, hasta que un fugaz pensamiento paso por mi cabeza. Una sonrisa se poso en mis labios y tire de las frazadas.

Hoy era el día.

Aunque estaba completamente nerviosa, no me tomo mucho tiempo arreglarme. Haría caso omiso de los consejos excéntricos de Shanna y me vestiría como una adolescente normal de mi edad. Unos shorts de tiro alto y una camiseta de Nirvana fueron mi teñida especial. Nada fuera de lo común, pero tampoco estaba mal. De hecho, amaba esa ropa.

-¿Qué hora es? –Le pregunte a Rachel un poco atarantada ya que intentaba ponerme un collar al mismo tiempo que me ponía la zapatilla.

-Faltan quince minutos para las 11 –Dijo radiantemente. Dios, quince minutos y yo aun no había cepillado mis dientes. -¿Dónde saldrán tu y Travis? Me gusta como se ven juntos. –Solo rodee los ojos.

-Te gusta como me veo con todo el mundo, Rachel –Ella solo sonrío.

Intente ponerme unos pendientes, pero demás estaba decir que me tiritaba la mano, el brazo y el cuerpo. Dios, estaba temblando. Pero la ocasión lo merecía ¿No? Justo cuando me mire en el espejo para cerciorarme de que todo estaba tal y como lo había imaginado, sentí que tocaron la puerta.

-Valla, _____. Estas buena –Fue lo primero que escuche decir de parte de Travis. La verdad no sé como carajo pretendía que fuéramos amigos, ya que desde lejos se nos ve como personas totalmente distinta. El todo bronceado, alto y guapo. Y yo, bueno, yo. Menuda, pálida y más baja que el. Además esta la forma de vestir. Apostaría que en su instituto es el típico chico popular. Me gire y rodee los ojos, algo que se me formaba costumbre cuando estaba con él –Vale, lo siento. Señorita _____, se ve usted magnifica esta mañana.

Sonreí. El tono que uso en decir eso fue bastante gracioso, lo admito. Quizás no fuera el prototipo de amigo que tengo, pero estaba bien. Después de todo estaba sola en Australia, y pasar el tiempo conversando con alguien no me sentaría mal.

-¿Y nuestras mamás? –Pregunte mientras peinaba los últimos mechones de mi desordenado cabello.

-Están alistándose, salen en unos minutos ¿Estas listas? –Pregunto con una sonrisa. La verdad era que me daba algo de lástima que se quedara solo, después de todo, eran sus vacaciones y yo se las estaba arruinando.  –Eh, no te preocupes por mí. Yo estaré aquí, relajándome.

-¿Estás seguro de que no te aburrirás? –Dije mirándolo indecisa.

-Soy Travis Becker. Puedo superarlo. Quizás incluso encuentre una chica que se quiera enrollar conmigo en la piscina, ya sabes, que no esté haciendo caras extrañas y que no ahuyente personas. Creo que ya he aprendido que con esas no hay que meterse –Dijo haciendo una mueca extraña. No comprendí lo que quiso decir hasta que lo repetí una vez en mi cabeza.