No me hago responsable de traumas post-ultimocapitulo, ganas de querer asesinar a la escritoras, o llantos repentinos. Se recomienda tener pañuelitos alrededor, ah(?)
-¿____? -Mi mirada estaba perdida en la alfombra que adornaba mi habitación. Sentía algo extraño en mi pecho, estaba a punto de llorar, pero no podía. Me sentía impotente, necesitaba hacer algo pero, irónicamente, no podía ni siquiera mover un brazo. -_____.
Alguien se sentó a mi lado y, de un segundo a otro, mi mano estaba siendo sostenida por la mano de otra persona. Mis ojos se estaban nublando y ni siquiera podía levantar la cabeza, estaba en una especie de shock.
-¿Qué ha pasado? He llegado al hotel y tu madre me ha dicho que estabas aquí, se veía preocupada, pero prefirió que tú me lo digieras. ¿Te ha pasado algo? ¿Le ha pasado algo a Rachel? -Travis no paraba de hablar.
Levante mi cabeza para mirarlo a los ojos y, debido a su expresión, supe que probablemente mis ojos estaban llenos de lagrimas, mi cara estaba hecha un desastre y mi expresión mostraba la gravedad del asunto.
-Es… es Shanna.
-¿Shanna? -Pregunto él, algo confundido.
-Shanna, ella… ella ha tenido un accidente, esta en el hospital ahora -Mis palabras salían lentamente por mi boca, como si aun no pudiese creer lo que estaba diciendo. Travis me miro con el ceño preocupado.
-¿Cómo te has enterado?
-Su padre nos ha llamado. El este medianamente bien, en el hospital. Pero su madre y ella… -Mi voz se quebró y apoye mi rostro en el hombro de mi amigo, quien comenzaba a acariciar mi pelo. -Los médicos han dicho que no saben si podrán hacerlo, Travis. Esta… esta conectada a una maquina, es la única razón por la que puede respirar -Comencé a llorar como una magdalena, literalmente. Me costaba respirar y la polera de Travis había quedado empapada con todas las lágrimas que caían desde mis ojos.
Mis manos habían estado temblando desde que mi madre me dijo la noticia y no pararon de hacerlo ni siquiera cuando intente tomar una taza de té calmante. Pero era de esperarse. Mi mejor amiga estaba en el hospital, debatiéndose entre la vida y la muerte y yo no podía hacer nada para evitarlo.
-Me siento tan inútil estando a miles de kilómetros, Travis -El paso su brazo por mi espalda mientras besaba mi frente.
-Tranquila, si estuvieras allá tampoco podrías hacer mucho -Su brazo me atrajo más hacia él mientras intentaba sostener la taza de té sin botar ni un poco encima del pantalón de mi amigo.-Pero estaría cerca de ella, podría verla, te juro que si le pasa algo y yo no estuve ahí yo… -Mi voz se quebró por segunda vez en la tarde y no pude seguir hablando. De tan solo imaginar que algo malo le llagara a pasar a Shanna me daba un ataque de pánico.
Recordé mi última conversación con ella. Me dijo que iría a ver a su abuela, y que prácticamente tenía que cruzar toda la ciudad y que, además, estaba nevando, pero nunca se me ocurrió que algo así podría pasar.
Comencé a pedir con todas mis fuerzas que Shanna estuviera bien en unas horas, que se recuperara, que dejara de respirar atreves de una estúpida maquina, o porque no, que todo esto fuera un sueño. Ni siquiera estaba segura si creía en Dios, pero en este momento estaba desesperada.
-Por favor no te mueras -Posiblemente parecía una loca, ahí, temblando, encima de la cama, repitiendo mi intento de plegaria. Travis se paró de mi lado y camino hacia mi madre, que estaba en la otra habitación, pero aun así se podía ver, pues nuestras puertas estaban abiertas.
Vi como Travis se acercaba a ella y le decía algo que, claramente desde mi distancia no podía escuchar. Mamá lo escuchaba atenta y luego abría la boca, casi con una sonrisa, como si estuviera totalmente de acuerdo con lo que él acababa de decir.
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Out Of My Limit. (Luke Hemmings y tu)
De TodoCabello rubio de ensueño, cabello castaño. Ojos tan azulados como el mismisimo cielo, ojos cafes. La voz más hermosa que se haya escuchado jamás, una voz más entre la multitud. Nadie habia dicho lo obvio, pero el estaba un poco fuera de su alcanze.