Out Of My Limit. (Luke Hemmings y tu)

Capitulo Treinta.

Parecía una estrella de mar. Una seca, triste, y que por cierto daba mucha pena, estrella de mar. Había estado en la misma posición por al menos dos horas, tan solo mirando el techo y escuchando algunos autos pasar por la calle que estaba afuera del hotel.

Ya no tenía sentido estar en Australia, es decir, después de este viernes Travis se iría, y me quedaría completamente sola. Luke, mi ex novio, supongo, no me quiere ver ni en pintura y, posiblemente, Ashton, Michael y Calum, están apoyándolo.

Tampoco tenía sentido abrir twitter, o una red social. Probablemente lo único que encontraría seria odio. Odio hacia mí por ser, según las personas, una maldita perra. Y es que era tan injusto porque, a pesar de no haber hecho nada malo, la gente, o al menos la fans de 5SOS, me odiaban.

-¿Estás bien? -Cerré los ojos y respire profundo. No estaba de ánimos ni para hablar con mi mejor amigo, así de mal estaba. Escuche el ruido que hizo la puerta al cerrarse y luego sentí el peso de Travis en la cama, ya que acababa de sentarse en la esquina de esta.

-Siento algo extraño aquí -Lleve mi mano hacia un poco más arriba de mi estomago -Son como cosquillas, pero no dan risa. Es extraño, como si tuviera ese extraño nudo que se forma siempre en la garganta, justo en medio del pecho.

-Es angustia -Mire a Travis algo desconfiada -Quieres llorar, pero no puedes. No te puedes desahogar, así que tienes que guardar todo, justamente ahí -Él llevo su dedo índice justo a lugar indicado.

-¿Por qué todo se esfumo tan rápido? -Aunque habían pasado unos minutos de silencio antes de que mi voz sonara en la habitación, se sintió como si estuviera interrumpiendo a Travis de alguna forma.

-¿No lo ves? -Travis sonrió, casi compadeciéndose de mí y, aunque odiaba que la gente sintiera lastima por mí, no quería comenzar a pelear -Todo lo de ustedes fue rápido.

-¿Ah? -No lo comprendía, mire a Travis por un momento intentando mostrarle que no había entendido el punto de su idea.

-Su relación fue rápida en general. Prácticamente resumieron una relación de meses en días. Comenzaron a desarrollar sentimientos muy rápido. Ustedes sabían lo que iba a pasar, pero de ambas formas lo intentaron y, como su historia fue rápida, su quiebre tenía que ser… rápido.

Me quede meditando lo que había dicho mi amigo por unos momentos y, aunque le encontraba la razón, no pude evitar pensar en el hecho de que, cuando recién lo conocí, no esperaba que tuviera un lado tan reflexivo, por decir así.

-Cuando te conocí pensé que eras un imbécil -Como se debe haber notado hace algunos días, cada vez que estoy en una situación seria, en la que la gente puede sentir lástima de mi, intento cambiar el tema con una broma o un comentario algo agresivo.

Travis, quien estaba mirando hacia la puerta de mi habitación, se giro para mirarme con el seño fruncido y una sonrisa -¿Qué? -Una pequeña risita se escucho de parte de él, haciendo que sonriera un poco.

-Pensé que eras un superficial narcisista que solo se preocupaba por chicas y todo eso-Travis puso su mano en el pecho, haciendo como si le doliera -Pero estaba equivocada.

-¿Y esto a que viene? -Pregunto él, un poco confundido.

-No sé, solo quería dejarte en claro que pienso que eres asombroso, Travis. -Lo abracé unos segundos y luego volví a tirarme en la cama tal cual un saco de papas.

-Vamos, levántate -Travis me sonrió y, sin resignarse, me estiro el brazo para que me levantara. Luego, al darse cuenta de que eso no iba a pasar, me miro mal -Si soy tan asombroso como dices deberías hacer lo que yo digo ¿No?