Broken || José Salazar.

Siete.

Imagination.

Devonne.

Kellin me había besado y a su vez, me había confesado que le gusto, mi rostro parecía un poema, siendo honesta, sentía algo extraño en mi interior, como si aquello no había sido cien por ciento sincero, es decir, que el beso tal vez y la confesión fue un plus para enredarme totalmente, lo sé ¿cómo podía pensar eso si era el chico que tanto quería y me gustaba desde hace tiempo? Puede ser quizá porque hace mucho no escuchaba algo así, no sé, son ideas mías y eso que no he bebido ni una gota de alcohol.

—¡No!— Exclamé y lo empujé algo lejos de mí, él me miró desconcertado—. Debes estar bromeando— añadí.

—¿Acaso mi rostro refleja que estoy bromeando?— Cuestiona enarcando una ceja.

—N-N-No— oh perfecto, lo que faltaba, que el nerviosismo se apoderase de mí al grado de comenzar a tartamudear.

—¿Te das cuenta? ¡Estoy siendo sincero!

—Me impresionas que ni siquiera sé qué decir, Kellin.

—Devonne, sé que también te gusto. ¿Me lo vas a negar?

—... Quizá.

— ¿No era lo que querías? ¿No querías que te besara?

—La verdad no— y aunque muy en mi interior algo me llevaba la contraria, estaba diciendo la verdad, digo, sabía que en algún momento esto sucedería pero no pensé que hoy y luego de tanto tiempo. No sé a qué demonios quiere jugar.

—Entonces de nada sirvió haberlo hecho— me miró mal, toda esa cara bonita se había ido al demonio, se había enojado pero ¿qué quería? ¿Qué hiciera como si nada? Está equivocado.

—¿De qué hablas?

—Devonne, lo hice porque te quiero.

—¿Por qué me quieres o porque te gusto?— De acuerdo, este hombre quería enredarme pero no iba a lograrlo, sí, le tengo mucho cariño y le quiero pero no por eso yo tendría que dejar todo a su merced.

—Por ambas cosas— contestó con fastidio.

—No te creo, Kellin.

—¿Por qué?

—Sabes que ha pasado mucho tiempo, estamos a unos pasos de graduarnos, supongo que de haber sido así, desde hace tiempo que me lo hubieses confesado, pero vaya pantalones que tuviste para hacerlo hasta ahora.

—De nada sirve seguir teniendo esta charla contigo.

—¿Disculpa?— Enarqué una ceja—, te estoy dando mi punto de vista de la forma más amable del mundo, no es una queja, por si eso piensas pero si lo analizas, tengo razón.

—Escucha Devonne, creo que no me has entendido. Realmente me gustas, te quiero, por amor a Dios, te lo he demostrado y lo sabes perfectamente, no seas egoísta y piensa desde mi lugar, confesarle a alguien que le gustas, no es fácil, sobretodo si tu mente te atormenta con pesimismo.

—Tampoco me digas en general el gusto y el querer, porque no ha sido así y no te lo digo como para que también te la pases de empalagoso conmigo o diciéndome dónde andas, sabes que no me gusta ser así pero no se me ha hecho justo que en el tiempo que hemos estado saliendo como quedantes, de pronto te desaparezcas de la faz de la tierra por mucho tiempo y en un abrir y cerrar de ojos, regreses como si nada hubiese sucedido, te la pasé varias veces pero pensándolo bien, no vale la pena— hice una mueca.

—Oye tengo cosas por hacer, ¿eso no pudo pasar por tu cabeza?

—Había pasado pero lo descarté, vamos Kells ¿en qué vas a matar tu tiempo libre? No trabajas y me has dicho que te da algo de flojera andar de un lado a otro en busca de uno, aunque no dudo que hayas estado de vago con tus amigos, los cuales no me han dado buena espina nunca.