Catorce.

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José Salazar.

—¡ALEX! ¡DEVONNE ESTÁ AQUÍ!— Chilla Joseph con entusiasmo y la recibe con un fuerte pero cálido abrazo.

—¿Seguro que ya bajó del Audi azul marino?— La escucha cuestionar desde la cocina, aguarden un momento... ¡¿qué?! ¿Acaso la estuvo espiando?

—¿Có-Cómo sabes del Audi azul marino?— Se zafa de su cuñado para verle perpleja—, ¿me estuvieron espiando?

—Ya conoces como soy, hermanita— dice al salir de la cocina con un apetecible sándwich—. ¿Quién era? ¿Un chico? ¿Acaso es tu novio? ¿De qué me he perdido?— Añade con rapidez que la hace sentir un tanto atarantada.

—Oye, tranquila vieja— resopla.

—Nos trajo un amigo del chico que le gusta— responde Keisha en su lugar y el par de ojos de Alex y Joseph se dirigieron a ella—, así que eso da por hecho de que no es su novio y créeme, te has perdido de mucho.

—¡Keisha!— Exclamaron al unísono y se le fueron encima para abrazarle.

—Hola, yo también los extrañé, tórtolos— ríe.

—Y no creas que a ti tampoco, pequeño engendro— musita sonriente, dirigiéndose a la azabache para abrazarle.

—Yo más que tú, créeme.

—¿Por qué ese chico las trajo a casa y no alguna de sus amigas?— Curioseó Joseph tomando asiento en el sofá de mediano tamaño. Sí, ya va a empezar.

—Es una larga historia— responde haciendo una mueca— pero en resumen, él se ofreció en llevarnos, nos encontró a medio camino de regreso a casa y no se lo quisimos negar. Normalmente nos venimos caminando o en autobús, nadie nos trae de regreso, eso podría decirse que ocurre de milagro, con decirte que ni siquiera van a dejarnos— se encoge de hombros para restarle interés.

—Eso sí que es raro.

—Más raro es el hecho de que quiera que le ceda el privilegio de conocerme para llegar a concretar algo a sabiendas de que su patán amigo me gusta desde hace tiempo.

—Ow, ¿y le dijiste que sí?

—No, ni siquiera le di una respuesta. Me pidió que lo pensara y que por Kellin no me preocupase, porque él encontraría la forma de que no nos llegase a molestar y sé que si accedo, va a ser un error.

—Pero ¿por qué? ¡Estás en tu derecho! Digo, si ese tal Kellin no te pela pero su amigo sí, adelante Debby, es tu oportunidad de ser feliz.

—Estoy con Joe— apoya Keisha—, si ese imbécil no te supo valorar al tenerte, ¿qué haces sufriendo mientras él es feliz y le importa poco tu vida?

—¡No me digan Debby!— Bufa—. Y gracias pero no estoy interesada en lo más mínimo en su amigo, o sea, es guapo y amable, lo que ustedes quieran, más no me llama la atención, no me veo con él siendo novios.

—Suena bonito, hermana— surca una sonrisa Alex—, además... Estoy del lado de los dos, deja de perder tiempo con quien no sabe siquiera que existes y date oportunidad con alguien que quizá sí te vaya a valorar.

—¿No escuchaste o qué? ¡No quiero nada con él! Y para su información, Kellin sí sabe de mi existencia, hemos estado saliendo, sé que le gusto, estamos... estamos... o bueno estuvimos por concretar algo pero...

—Te golpeó— interrumpió Keisha con seriedad, los ojos de Joe y Alex se salieron casi de la cuenca por el impacto de la noticia.

—Ese imbécil ¡¿hizo qué?!— Frunce el ceño Alex y le mira mal.

Broken || José Salazar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora