Doce.

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Good notices.

Dejó el celular sobre la mesa y se dedicó en eliminar cualquier rastro de delineador que había quedado marcado sobre sus mejillas, ya en un rato iría al baño a lavarse la cara por completo hasta que no quedase sobre ella alguna gota de maquillaje, ¿qué más daba? No era como que el resto fuese a decirle algo, ya hubo ocasiones en las que la flojera fue tanta que prefirió ir al natural y si alguien le decía lo horrenda que lucía, le importaba poco, no era como que a veces llevar tanto en su cara fuese de ley y si lo era, sólo llevaba lo de siempre, cuando se trataba de eventos en los que debía estar despampanante, ahí sí le echaba más ganas; Keisha estaba estupefacta, mirándole atenta a cada uno de sus movimientos pero con una espina de curiosidad ¿y cómo no? ¡Estaba al lado suyo! Había escuchado todo.

—¿Q-Quién es Ja-Jared? ¿Quién llamó?— Se atrevió a cuestionar, según ella, con firmeza pero su voz delató algo de temor a la reacción que ésta podía tomar por lo "metiche" que estaba siendo.

Devonne volteó a verla sorprendida, había olvidado por completo que su mejor amiga estaba en la misma mesa que ella y lógico, toda su conversación fue escuchada. Se dio un golpe mental por haberse olvidado de ese pequeño detalle, no era que no quisiera contarle acerca de aquel misterioso chico que recientemente había conocido por tan famosa red social que tenía a la mayoría idiotizados con cada actualización que se les venía en gana o anualmente, aunque en realidad no era la gran cosa, total... Por supuesto que se lo comentaría pero ya cuando tuviesen aunque sea un mes charlando, no un par de días, para desgracia suya, tenía que decírselo de una buena vez, ocultarlo no estaba entre las opciones que su mente había construido, además de que Keisha cuando algo le daba curiosidad, era tan insistente hasta conseguir la verdad.

Entreabrió su voz para articular la explicación pero le fue inútil, no hallaba manera de que fluyera como quería ¿y qué podía decirle? ¿"Es un chico caído del cielo que quiere conocerme más para posiblemente consolidar una relación"? Já, por supuesto que no, eso era patético.

—¿Y...?— Enarcó una ceja, viéndole fijo, esperando una respuesta de su parte.

—No quería decírtelo todavía, porque es reciente— pudo decir al fin y suspiró—, Jared es un chico que conocí el sábado en la madrugada por TDKAU, no tengo la menor idea si es de aquí pero prometo preguntárselo y no, no creo que él quiera algo más conmigo, por si es algo que pensaste vagamente, de ser así, tal vez hubiese sido muy directo— mordió su labio inferior, vaya, se lo había dicho sin tapujos, fue más fácil de lo que en su mente lo estructuró—. Y llamó Joseph, mi cuñado, me dio la noticia de que él y mi hermana están de vuelta en San Diego, para este momento seguro están camino al departamento— añadió surcando una sonrisa.

—¡Fantástico!— Festejó zarandeándole—. Al fin podremos hacer una pijamada de verdad, tú sabes, no como con las bobas de Gissel y Camile que su único tema de conversación son los chicos, cuando bien podemos hablar de bandas de rock— ríe, si algo podía admitir la azabache es que su mejor amiga detestaba a ese par de amigas suyas, sólo por ser tan opuestas y su único objetivo en la vida es vivir un feliz cuento de hadas.

« Deberías tener más cuidado con creerte cuentos de hadas. » Resonó en su cabeza hasta hacerle eco.

Derek... Él le había rescatado del hijo de puta de Kellin, el hombre del que tan tontamente se había enamorado y le sería tan difícil olvidar o mejor dicho, superar, demonios, tanto para nada. Y lógico, tenía que agradecerle al pelinegro de metro noventa, sin su ayuda, seguro en este momento ella estaría en enfermería siendo atendida por aquellos golpes propinados de parte del ojigris.

Y hablando del rey de Roma, iba pasando por ahí con su bandeja lleno de comida, sintió algo removerse dentro de sí al verle el ligero tono morado en su ojo izquierdo, pero le reconfortaba que de ahí en fuera Kellin no le tocó ni un pelo de más; se puso de pie velozmente para alcanzarlo y frenarle el paso.

Broken || José Salazar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora