15. Luna de miel

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A la mañana del día siguiente.

Narrador omnisciente:

—Bien, ya es hora ¡Hija mía!— exclamó la madre de Carolina cerrando la maleta.

—No entiendo el tema de la luna de miel, ¿Me puedes explicar, madre?—Carolina torció su cabeza.
—Mira cariño. Ya que la tía Beta no vino a la boda tienen que ir ambos a visitarla. Ella ya los está esperando— explico su madre.

En aquellos tiempos, en la luna de miel, la pareja al día siguiente de la boda tenía que ir a visitar a todos los parientes de la pareja que hayan faltado a la boda. Así cumpliéndose 1 mes, luego regresaban a su futura casa.

—Ajá, entiendo—respondió Carolina poco satisfecha.

—Luego de visitar la tía Beta tienen que visitar a un pariente de Agustín creo. ¡Ay no se cariño! Fíjate en la lista que tiene el chófer de la carroza, ahí está todo.— dijo esta cerrando el armario.

—¿Hay que viajar mucho?— se preocupó.

—No cariño. Faltaron solo 3 parientes. No viven tan lejos, el más lejos es a 20km de aquí— beso su mejilla.

—Tengo miedo— Carolina tapo su rostro.

—Tranquila cariño, todo saldrá bien—la abrazo.

—¡No mamá! Dices que me tranquilice y me obligas a casar con un hombre que no conoces bien. Y ahora tengo que entregar mi virginidad a ese, si como no, en sus sueños— gritó furioso separándose de su madre.

—Ya en eso no me meto. Si tú quieres dársela, dásela. Si no quieres, no la des. Pero estoy segura que pronto se la darás— elevó ambas manos con cara pícara.

—Eres cruel—salió de la habitación enojada.

(...)

—¡Suerte cariño!—el padre de Carolina beso la mejilla de su hija.

—Gracias, ¡Adiós!—respondió sin ganas cerrando la puerta del carruaje.

—Te ves hermosa— sonrió Agustín ya sentado.

—Gracias)?— agradeció con ironía. Mirando la ventanilla.

—¿Qué te pasa? ¿Sigues enojada?— pregunto acariciando la mejilla de Carolina.

—¿Qué te parece?—pregunto con ironía— ¡Te considere mi amigo y luego haces un trato con mis padres para casarte conmigo!— grito furiosa poniéndose de pie.

—¡Ouch!—Carolina se golpeó su cabeza contra el techo del carruaje, colocó su mano en su cabeza.

Agustín rio.

—Mira lo que haces por enojarte, ven aqui— abrió sus brazos y la abrazo sentándola sobre sus regazos.

Era un cálido abrazo, era genial estar envuelta por aquellos enormes brazos.

(...)

—¡Ay! ¡Ay! ¡Carolina se casó!— grito Trisha emocionada, la prima de Carolina. Hija de la tía Beta.

Carolina río y asintió.

—¡No lo puedo creer! Mira lo hermosa que estás y mira con quién te casaste, con un muchacho super apuesto—dijo la tía Beta muy emocionada tocando los cabellos de Carolina.

—¡Buenos días Tía! Usted está muy bonita hoy— saludo Carolina.

—¡Buenos días señorita Martínez!— saludo Agustín.

—¡Ay niño! Puedes decirme tía Beta, ya eres parte de la familia—abrazó a ambos.

(...)

Ya era la noche, hora de la cena.

Prometemé  [Aguslina] #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora