Capítulo 4

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Carolina, demasiado confundida de todo lo que acaba de ocurrir decide volver a su casa, ya era el mediodía. Llegó a su casa y cuando abrió la puerta...

—¡Carolina! ¿Dónde estabas?— pregunto su padre furioso.

—¡Va! ¿Acaso no me dijiste la otra vez que no te avisará a donde vaya si total, soy grande? Padre...

—¡Ouch! Cierto hija mía. Lo siento. Quito eso dicho, mejor si avísanos a donde vas- Respondió su padre.

—¡Hija! Justo llegas para el mediodía. ¿Qué tal tu día? ¿Te paso el mareo?—Pregunto su madre cortando las zanahorias.

—Madre, si muchas gracias.

—Me alegro, ve a buscar a William de la casa de Tomás, por favor cariño.

—Ya voy, ¿Esa casucha que queda a 10 cuadras?—Preguntó Carolina.

—Si cariño, se que tienes que caminar bastante. Pero bueno, a mi me tocó llevarlo hoy. Además te hará bien caminar.

—Si adiós—Dijo Carolina con cierto fastidio.

Carolina ya iba por la cuadra 5, y ve a Agustín llevar en sus hombros un barril de vino.

—Vaya, vaya. Miren a quien tenemos aquí. ¡Otra vez!—Dijo el morocho deteniendo su camino, para mirarla y sonreír.

Carolina agachó su cabeza y siguió su camino.

El muchacho dejo el barril de un lado.

—¡Espera! ¿Qué te sucede? ¿Por que no saludas?—Pregunto el morocho jalando el brazo de Carolina.

—¿Quieres que te saludé otra vez? Bastante por hoy, muchacho. Con permiso, necesito cumplir un mandado— Dijo Carolina,retirando la mano
del muchacho de su brazo.

Agustín quedó observandola confundido mientras ella desaparecía entre la gente.

Carolina llegó a casa de Thomas
, tocó la puerta y espero.

—¡Carolina! ¡Amiga! Cuánto tiempo sin vernos ¿No?— Exclamó Tania, hermana de Thomas. Mejor amiga de Carolina.

—¡Tania! ¡Querida! Tu sabes los mandados me tienen para todos lados—Dijo Carolina dándole un abrazo.

—Te extrañe mucho, ¿Por que vienes?—Pregunto Tania.

—Vine por William, mi hermanito—Sonrió ella.

—Ya te lo traigo.

Mientras esperaba, salió Ruggero. (Hermano de Tania) Su amor platónico infantil.

—¿Carolina?— Pregunto Ruggero acercándose a la puerta.

—S-si. ¿Ruggero?— Pregunto ella medio nerviosa.

—¡Si! Carolina ¡Cuánto tiempo sin vernos! Casi 3 años.

—Lamentablemente si.

—Y bueno. Tu sabes, mi matrimonio con Candelaria.

-¿¡Te casaste?!- Pregunto ella asombrada.

—Si Carolina. Hace 3 años ya.

Al escuchar el si, algo en Carolina se rompió. Ella no se enamoró de nadie más luego de Ruggero. Siempre lo espero.

—¡Genial!— Exclamó ella con una sonrisa falsa.-¿Y que hacen Tania y tú acá en casa de tu madre?— Pregunto Carolina confundida.

—Nos juntamos a un almuerzo. ¿Nos vemos pronto? Adiós—Dijo Ruggero retirandosé.

—¡Claro! Conozco la casa de Candelaria... Hasta pronto— Respondió Carolina desilusionada

—Aqui está Wiliam, sano y salvo—largo una carcajada la colorada.

Carolina río, se despidieron y Carolina y William se fueron hasta casa...

Al llegar, terminaron de comer.
Carolina se fue a su habitación.

—¡Dios mío! No lo puedo creer. Estoy destrozada...

...

Prometemé  [Aguslina] #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora