Rotten: It/Eso [Bill Skarsgård]

Capítulo 10.

—Y entonces... ¿Te besó?

Beverly sonrió mientras hablaba, después abrazó sus rodillas con gesto tímido. Me sonrojé al recordar lo que había sucedido horas atrás, y asentí.

—Si...— Susurré. Ella celebró levemente al igual que yo.

Nos encontrábamos en Barrens, nadando en el lago con todos los demás. Después del incidente en el alcantarillado, Richie había nombrado este lugar, proponiendo que viniéramos para darnos un baño. Al llegar, ellos se lanzaron del acantilado y juguetearon dentro del agua en ropa interior. Yo decliné la propuesta, ya que no sería bien visto que yo, una chica de 17 años, nadara en paños menores con varios chicos menores. Simplemente me quedé en las rocas, sentada como una madre sobreprotectora que no puede quitar el ojo de sus hijos.

Ahora estaba acompañada por Beverly, quien me estaba realizando preguntas sobre Jack. Me agradaba contarle, ya que sentía que era una buena chica.

—Hace un tiempo, también besé a alguien.— Me relató con una sonrisa. Al instante aquel gesto se borró de su rostro—. Pero se crearon muchísimos rumores, entonces quedé con la reputación de zorra... Es horrible tener que lidiar con eso.— Agregó en voz baja, y yo la miré con cuidado. Me habían llegado esos rumores, pero simplemente no creía en ninguno de ellos. Beverly era una chica dulce, alguien que no sería capaz de cometer las barbaridades que se relataban sobre ella. La gente solía decir mucha mierda sobre los demás, cosa que me molestaba.

Fruncí el ceño—. No pongas atención a eso. La gente es horrible.

—En especial Gretta.— Dijo en un susurro.

—Gretta puede irse al infierno.— Ella rió levemente, y entonces le sonreí amistosa.

Los chicos empezaron a salir del agua, para luego ponerse sus cosas mientras platicaban.

Cuando todos estuvieron de píe, empecé a hablar—. Hoy no pudimos atrap...

Bill me interrumpió—. Sky...— Dijo mirando más allá de mí.

Todos seguimos su mirada, y por un segundo, quisé vomitar.

Pennywise se encontraba embarrado en sangre entre unos arbustos, comiendo un brazo mientras nos miraba fijamente. Utilizando el pequeño brazo, lo movió de un lado a otro, a modo de saludo. Fue perturbador ver aquella escena.

—Es el brazo de Georgie...— Dijo Bill. Yo lo tomé de los hombros. Todos captaron la indirecta, e inmediatamente salimos corriendo de ahí.

—

La tarde estaba cayendo rápidamente sobre nosotros. Todos los del grupo se habían despedido, y solo habíamos quedado Billy y yo, caminando para llegar a nuestros hogares.

Billy me había dicho que desde la muerte prematura de su hermano menor a causa de Eso, sus padres se habían vuelto más ariscos y difíciles de tratar.
Lo ignoraban, y no apoyaban para nada su búsqueda por Georgie. Eso me parecía una injusticia, pero al mismo tiempo era imposible no comprenderlo. Georgie era el pequeño consentido de aquel hogar, al perderlo, simplemente quedó su recuerdo para atormentarlos.

Al estar frente a la casa de Billy lo miré, para luego plantar un beso sonoro en su frente, haciéndole reír—. No te metas en problemas. Te veré mañana.

Él asintió y corrió hacia su casa. A pasos lentos, me dirigí a la mía. Annie debía estar condenadamente preocupada.

Saqué mi llavero y abrí la puerta, notando que la estancia permanecía vacía. Cerré la puerta y dejé mis cosas en el mesón de la cocina—. ¡Annie, ya volví!