Rotten: It/Eso [Bill Skarsgård]

2| Capítulo 13: Final.

Sky, movida por una fuerza casi sobrenatural, apretó los puños, hasta que sus nudillos se tornaron blancos, mostrando su forma para reprimir toda la impotencia que sentía. En cuestión de segundos, tuvo que actuar:

—Es solo una ilusión. Debemos bajar por el sendero e ingresar al alcantarillado. Tenemos movernos de aquí. —Insistió la rubia, sin despegar su mirada vidriosa del payaso, quien reía con resonancia brutal y gutural, a la par de que se acercaba arrastrando los pies.

Rápidamente, todos corrieron camino abajo hacia al pequeño charcal, dando con una de las múltiples entradas a la gran extensión de alcantarillado que abastecía a Derry, y por el cual habían ingresado múltiples veces. Este encuentro, esperaban, fuese el definitivo.

Billy, quien cargaba en sus hombros una mochila negra, la bajó con prisa y la abrió. Allí, dió a cada uno de los presentes algunas linternas sacadas de su cochera, al igual que utensilios para atacar en caso de emergencia. Y, fuera de la vista de todos, metió en su cintura un revólver cargado, el cual le había hurtado a su padre de sus antiguas pertenencias. “Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas” pensó en secreto.

Cada uno, guiado por un silencio sepulcral únicamente removido por el correr del agua por la alcantarilla, se internó por el lugar.

—Nuestro objetivo es el centro del lugar, en donde está Eso... —Dijo Sky, siendo rápidamente interrumpida.

—¿Cómo estás tan segura de eso? Podría aparecer en cualquier maldito lado. Estoy hasta el cuello de suposiciones erróneas. —Atacó Eddie mientras avanzaba, aún evidentemente herido por las habladurías de Sky sobre Mike. Él no creía que estuviese siendo controlado, y dentro de su subconsciente se negaba a aceptar que aquel niño que los ayudó desde pequeños tomaba otro bando. En cambio, su corazón, palpitante y emocionado, le gritaba que Sky estaba enloquecida, pero no lo suficiente para inventar algo así, y menos convencer a los demás de seguir la mentira.

“Las cosas están demasiado inestables como para no dudar.” Susurró su mente.

—Necesitas calmarte. —Afirmó enojado Richie, siendo contagiado por el nerviosismo de su amigo.

—¡¿Calmarme?! ¡Dile eso a esta maldita loca, la cual trata de dividirnos! ¡¿Qué acaso soy el único qué lo ve?! —El grito de Eddie erizó la piel de Sky, quien solo observaba al mismo manotear enojado frente a ella. Jack quiso pasar por el lado de la rubia para llegar al pelinegro y así callarlo por sus propios medios, pero Sky únicamente posicionó una mano frente a Jack. Era un no rotundo a cualquier tipo de reacción. Ella deseaba ver hasta donde llegaría esta inútil pelea.

—¡Maldición Eddie, este no es el maldito momento! —Gritó al igual Beverly, agarrando por los hombros a Eddie. Este último se mostró aún más irritado, por lo cual se soltó arrojando los brazos de la pelirroja a sus costados.

Soltó una risa trémula y siguió: —¿Entonces cuándo lo será? ¿Cuándo Eso se esté alimentando de mis órganos mientras ella observa complacida? No pienso dar un maldito paso más. —Amenazó, cruzándose de brazos y dejando caer la linterna.

Stan, quien se encontraba detrás de Eddie y un poco alejado de la conversación, escuchó pasos mojados detrás de sí, por lo cual, apretando con fuerza la linterna, se obligó a sí mismo a sacar cualquier atisbo de valentía que aún tuviera y voltear.

Eso hizo.

El resultado fue aterrador.

—¿Chicos...? —Llamó, casi en un susurro, como si una nueva clase de arenas movedizas se deslizaran por su garganta con lentitud tortuosa, mientras sus ojos enfocaban en la oscuridad, al que habría sido su amigo durante años... Pero ahora, mientras sus pupilas se fijaban en las de él, las cuales estaban brillantes y verdes, como una aureola en la oscuridad, el miedo se esparcía por su sistema.