Rotten: It/Eso [Bill Skarsgård]

Capítulo 16.

Dar cada paso fue una tarea básicamente imposible. No paraba de apretar mi estómago, mientras sentía como mi sangre se drenaba y me abandonaba a cada pisada. Estaba muriéndome lentamente, lo que lo hacía aún peor.

La noche caía con rapidez impresionante, dándome a entender que mi tiempo se agotaba. La música proveniente del bar Red Apple se hacía cada vez más lejana, mientras un pitido insistente en mis oídos se daba paso entre mi cerebro.

Boqueaba como un pez fuera del agua, tratando de encontrar el oxígeno que se había extinguido en mis pulmones.

No noté el momento en que me desplomé de lleno en el suelo; finalmente me había dado por vencida. Solo pude ver a alguien conocido parado enfrente de mí.

Y aquellos ojos preocupados que rogaban por mi bienestar.

—

En un instante, en donde no supe si estaba viva o muerta, oí voces agitadas a mi alrededor. No podía ver nada, era como si mis párpados estuviesen pegados, impidiéndome ver lo que tenía al lado.

No podía moverme tampoco, y entonces lo creí. Estaba muerta. Todo había acabado...

O eso creía.

—La paciente ha llegado inconsciente al hospital. Presenta un cuadro inicial de shock hipovolémico. Su hemorragia es debida a herida una externa. La información ha sido determinada mediante una sonda, sus órganos internos están dejando de funcionar.

Al parecer me encontraba en el hospital, pero no podía hablar. Solo oír las cosas que una voz femenina bramaba a mi lado.

De la nada, sentí un tipo de mascarilla envolviéndose en mi rostro. Una corriente de aire puro se infiltró en mi nariz, entonces supuse que estaba conectada a una máquina de oxígeno.

De repente, sentí un pinchazo en mi brazo izquierdo, mientras algo frío se introducía en él.

—Intravenosa lista. Reanimación en proceso.

Apreté mis párpados y quisé suspirar. Me había desangrado en algún lugar, para luego estar aquí luchando por mi vida. Recordé cada cosa que tuve que pasar antes de llegar a Derry, y en parte, me arrepentí de haber venido. No tenía una vida perfecta en el lugar anterior, pero aquí me sentía hundida, pataleando para salir a flote.

Recordé cada beso, cada caricia y cada risa que había compartido con Jack, y entonces sentí las lágrimas salir de mí. Fui utilizada, y me mintieron en la cara. No podía explicar el sentimiento de derrota que se esparcía por mi cuerpo, y lo que era aún peor, no quería abandonarlo. Pero no era decisión mía.

Lo había perdido todo. Lo había perdido a él.

—El pulso de la paciente se ha disparado, es peligroso para su estado— dijo con sorpresa una enfermera—, tendremos que sedarla.

Fue entonces cuando segundos después, no pude oír nada.

_

Tic, tac.
Tic, tac.

«Bienvenida a tu pesadilla favorita, Sky.»

Una ráfaga de viento se filtró por encima de mi piel, erizándola al máximo por el frío crudo que había. Un ruido, rítmico y suave era lo único que cortaba el silencio sepulcral que tenía a mi alrededor. Era proveniente de lo que supuse era un reloj.

¿Había muerto?

Respiré profundamente, y un olor a medicamentos y rosas llenó por completo mi nariz. Traté de abrir los ojos, pero al hacerlo, una luz completamente blanca me cegó, obligándome a volver de golpe a mi estado inicial.