Pasos a seguir

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Delia

No me encuentro bien. He estado así desde anoche pero no me atrevo a decirle nada a Troy. Sé que se preocupará, y ahora mismo no necesitamos eso.

Ha pasado una semana desde que aquel hombre se coló en la propiedad de Jackson.
Gabriel fue el encargado de interrogarle, aunque según Troy, poco más de lo que ya sabía Gabriel fue dicho.
Por lo visto, ese hombre tiene algunas cualidades que cuestan de creer.

Parece ser que las náuseas que no he tenido hasta ahora están atacando con fuerza.
Creo que es cosa de Eva. Por que por lo que sé, ella se encuentra perfectamente.
Seguro que me las ha pasado.

-Tienes que decírselo. Tiene que verte un médico, Delia. El bebé podría estar en peligro o no ser nada preocupante, pero tiene que saberlo.
Si, Eva era la voz de la razón.
Ahora que se encontraba perfectamente, era todo sonrisas y consejos.
Si ella no fuese mi mejor amiga y el amor de la vida de mi hermano, yo podría sinceramente considerar la idea de odiarla.
-Lo haré. Se lo diré esta noche cuando vuelva.
Pero no me dio tiempo. Había algo que no estaba bien con mi embarazo, y a Eva no le quedó más remedio que llamar a Troy y a Malcom cuando el dolor se volvió insoportable.

*****

Desperté en una habitación blanca, enganchada a un monitor fetal que controlaba los latidos del corazón de mi bebé.
Miré a mi lado y Troy dormitaba en lo que parecía una silla bastante incómoda.
Creo que debió sentir que le miraba porque despertó al momento.
Su rostro reflejaba preocupación y alivio.
-Menudo susto me diste cariño.
-¿Que hacemos aquí?
-Tuvimos que traerte. Estabas sufriendo. ¿Cuando pensabas decirme que no te estabas encontrando bien?
-No quería preocuparte. Hay muchas cosas de las que ocuparse ahora, y solo han sido algunos dolores de cabeza y nauseas.
Unos golpes en la puerta impidieron que él respondiese.
Una mujer alta con bata blanca se abrió paso hasta la cama.
-Buenas tardes, Delia. Soy la doctora Maddison, y soy quien te atendió.
-¿Puede decirle a mi pareja que todo está bien, doctora?
-Podría, pero lo cierto es que le estaría mintiendo. Tienes la tensión muy alta y eso durante tu estado es peligroso.
>>Por lo que me han contado, sufres cansancio, cefaleas, cambios de visión, confusión, ansiedad, vómitos, transpiración agresiva, alteraciones en la piel, palidez o enrojecimiento y dolor en el pecho. ¿Es correcto?- preguntó levantando la mirada de los papeles que tenía en la mano.
Asentí, incapaz de decir una sola palabra.
-Tienes que saber que si una embarazada sufre hipertensión y no se trata, puede producir insuficiencia renal en la madre e interferir en el aporte de sustancias nutritivas y oxigeno al feto.
Para este momento ya estaba completamente acojonada, y Troy no era inmune tampoco.
Sus manos apretaron las mías mientras la doctora seguía hablando.
-La tensión alta también puede ser un signo temprano de preeclampsia, un mal funcionamiento de la placenta que puede afectar al desarrollo del feto.
-¿Es reversible?-pregunto Troy mientras yo seguía muda.
-Normalmente se recomienda reducir el consumo de la sal en las comidas, hacer una dieta saludable, y realizar ejercicio físico moderado y en caso de ser necesario, tomar un tratamiento farmacológico. Es por eso que el embarazo debe ser controlado. En cada una de las visitas, el obstetra toma la tensión de la mujer. Afortunadamente te han traído al hospital. Si la cosa sigue así, tu obstetra decidirá si el embarazo puede continuar hasta el final o hay que provocar el parto antes de tiempo, en las semanas 37-38, siempre que el feto esté bien formado.
-Joder.-las palabras salieron de mis labios al mismo tiempo que Troy.
-No conozco la historia por lo que solo diré que si no podéis acudir a un centro médico, os aseguréis de tener a un obstetra cerca que pueda ir controlándote.
Ambos asentimos y ella se despidió después de decir que podría irme en unas horas.

Para cuando me dieron el alta, eran casi las diez de la noche y para entonces Malcom ya se había encargado de contratar a un obstetra que llevase mi caso.
-He comprado una casa a las afueras, cerca de Jackson donde podrás estar tranquila. Nos iremos todos allí, el obstetra incluido. Nos vendrá bien teniendo en cuenta que sois tres embarazadas. Además, este hombre tiene formación militar, por lo que estaréis seguras.
Nunca le había llevado la contraria a mi hermano que yo supiese, y esta desde luego no sería la primera vez.
Lo que dijo la doctora realmente me había asustado y como Malcom decía, éramos tres. Cualquiera de nosotras podría necesitar un obstetra en cualquier momento.

Noches de tormenta (Serie Love 16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora