Confiado de que tenía todas las de ganar, El jefe disfrutaba de una abundante cena mientras lo que quedaba de su rota familia se sentaba a su lado.
A su izquierda, Tina. Su única hija.
A su derecha, Ted. Su hijo mayor.
Observó como las otras dos sillas que había en la mesa, permanecían vacías.
Una pertenecía a su mujer. No era que eso le importase. Nunca había sentido por ella nada parecido al amor. Su matrimonio solo trajo a sus hijos como algo bueno. Y perder al pequeño sumió a Rebecca a una depresión que la llevó a la locura y a internarla en un psiquiátrico.
Y su hijo pequeño, Tom, perdió la vida dos años atrás por culpa de un hombre. Un hombre al que atormentaría durante el resto de su vida con tal de que comprendiese el dolor al que él mismo estaba sometido.
Nada le devolvería a su adorado hijo, pero no por ello quería decir que no disfrutase de la venganza.Se había asegurado de que dicho hombre estuviese rodeado de ojos y oídos que pudieran informarle. Se las había arreglado para que sus dos hijos formasen parte de su equipo de trabajo, pero ambos habían fallado miserablemente.
Había tenido que tirar de algunos hilos y meter a otra persona en nómina. Mike Sweets. Ese energúmeno que únicamente pensaba con la polla le sería de gran ayuda, porque estaba obsesionado con hundir a Malcom Eddison, y todo por culpa de la nueva chica de este.
La chica que había sustituido a mi pequeña como asistente personal. Y por si fuera poco, se casó con ella.Tina no estaba centrada en lo que vendría a partir de ahora.
Su obsesión con el que había sido su jefe le nublaba los pensamientos, pero eso bien podría jugar a su favor.Otra cosa que descubrió fue que la hermana de Malcom no estaba muerta, sino oculta.
Fue fácil meter a sus hombres en el equipo que debía protegerla.
Lástima que las cosas no habían salido bien en esa ocasión tampoco, pero para ser sinceros, no tenía nada que perder.
El dolor de la pérdida de Tom y el resentimiento acumulado a lo largo de estos dos últimos años, habían impedido que perdiese totalmente la cabeza.
Con Tina dispuesta a todo con tal de sacar de en medio a la mujer de Malcom, y con Mike Sweets dispuesto a hundir al señor Eddison, solo quedaba un cabo suelto.
Miró a Ted. Perder a su hermano y poco después ver como su madre enloquecía cambió algo en él.
Le volvió cruel. ¿Y no era eso perfecto para que fuese tras Delia Eddison?
Su venganza se vería cumplida.
Finalmente podría acudir al cementerio y decirle a su hijo que la promesa que le hizo cuando su cuerpo bajó a la tierra, había sido cumplida.Unos golpes en la puerta del comedor interrumpieron sus pensamientos y los tres dejaron de comer.
El hombre que había enviado a espiar a esas personas había vuelto finalmente.
-Señor...
-¿Que has descubierto?
-Me cogieron. Tienen a alguien que...
No le dejó terminar. Sacó el arma que ocultaba bajo su chaqueta y le disparó en la frente.
Ninguno de sus hijos se inmutó. Al contrario, continuaron comiendo como si nadie hubiese interrumpido y él no necesitaba a gente incompetente a su lado.
De hecho, si Tina y Ted no fueran de su propia sangre...
Pero alguien debía heredar el negocio cuando él ya no estuviese.
Esperaba no tener que cambiar eso, porque no admitiría más fallos. Por parte de nadie.
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Noches de tormenta (Serie Love 16)
RomanceElla era su protegida. Él era su protector. Y se enamoraron. Un año después deben enfrentar que sus vidas van a cambiar y el peor miedo de Troy puede estar a la vuelta de la esquina. No solo puede perder a la mujer que ama, sino también al hijo...