Noches de tormenta (Serie Love 16)

Epílogo

Delia

Ha pasado un mes desde aquel día.
Después de lo que pasó, es difícil volver a la normalidad.

El tiro iba destinado a Eva, pero no llegó a ella.
John lo recibió en su lugar y dañó su columna.
Los médicos no daban muchas esperanzas de que volviese a caminar. Quizá, con algo de suerte, podría volver a ponerse sobre sus dos piernas ayudado con un bastón.

Malcom se encargó de que lo visitaran los mejores médicos.
Después de salvarle la vida a su mujer embarazada no había nada que no hiciese por él.

Tina acabó entre rejas, como es normal, por intento de asesinato y cómplice de secuestro.
De nada le sirvió alegar que ayudó a encontrar a su padre y a su hermano, ni que tenía un trato.
Podría haberse librado, pero su odio y rencor fue más fuerte.

Terry Johnson fue encontrado muerto a la semana de estar en prisión.
Todo apuntó a Ted, pero nadie lo confirmó.
Dieron el aviso una mañana temprano. Todo parecía normal. Murió durmiendo, pero tras la autopsia se confirmó que fue intencionado.
Lo ahogaron con su propia almohada.

Ted Rogers enloqueció en prisión.
Sin su padre para centrar su odio, y sin Tina para calmar su cuerpo, intentó fugarse sin éxito.
Fue abatido y declarado muerto.

Acaricio mi vientre mientras mi bebé decide jugar a fútbol dentro de mi.
Después de todo lo ocurrido, por fin disfrutamos de la tranquilidad que tanto necesitábamos.

Troy cumplió su promesa.
Esta es la última caja que abro después de mudarnos a una bonita casita con jardín.

Owen, Thea, Alexa y Garreth viven cerca.
Malcom está pensando en mirar también una casita cerca, para que los bebés puedan crecer y jugar juntos.

La casita que le compró a Eva ha sido reformada y adaptada para John.

Es hora de vivir de verdad, incluso me he matriculado en la Universidad para poder terminar mis estudios.

No hemos vuelto a saber nada de mi madre, aunque sabe que estoy viva y que tiene a dos nietos en camino.
Sinceramente, ella se lo pierde.

-Del, ¿has visto mi maleta negra?
Sonrío al oír a Troy.
Tengo esa maleta a buen recaudo. Nunca se sabe cuando la puedes necesitar, y mi intención es usar lo que hay en su interior esta noche, para celebrar que empezamos de cero.

-Espero que no se quedara en el camión de mudanzas. ¿Has mirado allí?
-¡Mierda!
Lo escucho correr hacia la puerta mientras rompo a reír.
Creo que es hora de que vaya a prepararme.

*****

Troy

La vida con Delia es... Ni siquiera hay una palabra que defina exactamente como me siento.
¿Extasiado? Ni se acerca, pero podéis haceros una idea.

El bebé está creciendo perfectamente, y la salud de mi chica ha mejorado muchísimo.
Por fin se acabaron las preocupaciones.
Por fin tenemos la libertad de vivir como merecemos.

Tengo la habitación del bebé lista para cuando llegue.
Todavía no sabemos su sexo, y no lo sabremos hasta el parto, pero él o ella ya tiene más ropa de Delia y yo juntos.
El caso es que somos felices.

Como yo ya no trabajo para el FBI, he montado una empresa de seguridad.
Owen se asoció conmigo, y Garreth se ha lanzado de cabeza con todo el tema de construir junto a Malcom.

Por otro lado, he estado pensando en pedirle a Delia que se case conmigo. Tengo el anillo en el bolsillo de mi pantalón, y mi intención es pedírselo esta noche.
Estoy bastante nervioso.
No es que piense que va a decirme que no, pero...

-¡Troy!
Corro escaleras arriba hacia nuestra habitación donde he dejado a Delia atada a la cama con las que son mis nuevas cuerdas.
Había bajado a la cocina a por un vaso con algo de hielo para jugar con ella.

Entro respirando con dificultad.
La visión de ella atada y desnuda me provoca una erección momentánea, pero es su gesto de dolor lo que me hace reaccionar.

-¿Que ocurre? ¿He apretado demasiado?
Me apresuro a su lado para desatar ambas muñecas, cuando ella grita de nuevo.
-¡Ya vieneeeee!

Miro la cama y encuentro un gran charco entre sus piernas.
Ostia puta.

Termino de desatarla y paso un vestido sobre su cabeza antes de cogerla en brazos y bajar hasta el coche.
Ya llamaré a los demás cuando ella esté segura en el hospital.

*****

Han pasado tres horas y ella finalmente está aquí.
He tratado con todas mis fuerzas aguantar las lágrimas, pero en cuanto la escuché llorar al tomar la primera bocanada de aire, me deshice.

Delia lloró en cuanto la apartaron de ella para lavarla y ponerle un pequeño gorrito en su cabecita.

Ahora, mientras la miro dormir entre mis brazos, sé que haré lo que sea para protegerla de todo mal.
Delia y Olivia son todo mi mundo.

Del duerme en la cama del hospital.
Miro el dedo de su mano izquierda donde ahora luce un anillo de compromiso.
Se lo pedí cuando pusieron a Olivia sobre su pecho nada más nacer.

Escucho los primeros truenos.
Veo a través de la ventana los primeros relámpagos.
Se acerca una tormenta.

-¿No podía ser de otro modo, verdad hija?

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FIN!!!!!!!!

Os agradezco muchísimo todo el apoyo recibido en esta historia.
Ya sois algun@s los que me conocéis desde hace tiempo, y que habéis vivido conmigo cada paso por el que han pasado mis personajes.

Tengo muchas ideas para otras historias, pero por algún motivo, esta tiene algo que simplemente me enamora.

Espero que hayáis disfrutado de la historia.
Personalmente amé el epílogo.
Nos vemos pronto.
Un besazo.

Recordad, que la siguiente es la historia de Hope.
Ya tenéis el prólogo subido.

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