Capitulo 1

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Qué día más raro he tenido hoy. A primera hora de la mañana me avisa Tomasa, mi secretaria cuarentona, solterona, muy trabajadora y tan responsable en su trabajo que nunca ha fallado un solo día. Vamos muy buena mujer ella. Resulta que me llama poniéndome como excusa que su madre se ha puesto enferma y debe ir a cuidarla. Y después me entero por las redes sociales que se ha ido con un tío de 27 años a pasar unos días en la playa.
A ver, yo no soy quien para criticar a nadie, ¿pero tanto trabajo le ha costado decirme la verdad?

Después me llega un e-mail de un caso sobre un divorcio y resulta que cuando estamos ante el juez, mi clienta llora diciendo que no quiere divorciarse.
¿Entonces para que me exige ir ante el juez para divorciarse, si no lo hará?
Y para rematar el día me llama mi amiga Estefanía, diciéndome que se casa en un mes con Rosa. Espera un momento, he estado acostándome con ella un par de veces y cuando me invita a su boda, voy y me entero que es lesbiana.
Sí, ha sido un día un poco raro.

Conduzco hacia mi bar favorito, "La rosa azul", necesito un trago y echar un buen polvo. Es la mejor medicina para quitarme el estrés.

Llego al bar, saludo a Viviana, la camarera, hablamos un rato mientras me sirve mi bebida  me dice que mujeres me devoran con los ojos. Me describe a una morena, con las mismas giro mi cuello y la observo con detenimiento. Sí, es guapa, le guiño un ojo y me volteo hacia Viviana. En menos de dos minutos la morena ya está encima de mí.

—Hola qué solo estás guapetón.—-Me dice la morena comiéndome con sus ojos castaños pasando su dedo índice por el borde del vaso.

-—Sí guapetona, ya ves perro solo bien se lame las heridas.–-Pienso que debería ya de ir cambiando de frase la tengo más desgastada que la suela de los zapatos, pero como funciona a la hora de ligar, para que molestarme que pensar en otra frase.

-—¡Oh, como lo siento! si en algo puedo ayudar.

-—Gracias cielo, con tú compañía y escuchar mis quejas ya me sobra.

-—¿Y si nos fuéramos a un lugar más tranquilo?

-—Por mí que no quede.--Termino de beberme mi Fanta de limón dejando el vaso con sumo cuidado en la barra, me acerco a la morena, es hermosa no lo niego, sus ojos castaños me llaman a la lujuria y sus labios pintados rojos pasión me invitan a besarlos, su cuerpo no tarda en extremecerse cuando mis manos  se posan en sus caderas atrayéndola hacia mí para invitarle a jugar juntos en la cama.

Consulto la hora, perfecto son casi las ocho de la mañana y yo me encuentro saliendo del piso de la morena. Qué noche de sexo. Admito que esta chica es un torrente en la cama.
Pero si hablamos de la simpática de la amiga. ¡Madre mía!
Y no hablo de la manera de roncar hay que parecía una locomotora, es lo borde que se ha comportado conmigo.

Bueno eso me trae sin cuidado, ahora solo quiero llegar pronto al bufete, hoy me esperan varias reuniones.

Por fin es fin de semana. Y tras una semana algo agotado le propongo a mi amigo David irnos a tomar una copa.
Éste me aconseja que vayamos a una disco que han abierto hace poco y al parecer siempre hay ambiente. Me encojo de hombros quitándole importancia al asunto. Hoy me da igual ir a un lugar o otro mientras el lugar pueda encontrar un mujer hermosa me es indiferente.

Al llegar al lugar, observo que está repleto de mujeres con pelucas disfrazadas, gritando eufóricas llevando consigo cartulinas escritas: ¡¡VIVA EL DIVIRCIO!!  O ¡¡ QUÉ TE AGUANTE AHORA TU MADRE!!

Miro a David que está tan perplejo como yo. Antes se celebraba la despedida de soltera, ahora lo que más se lleva es celebrar el divorcio y si la mujer ha sido una cornuda la llevan de viaje y todo.

DÉJAME AMARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora